Cómo conseguir que el gato no arañe todo el mobiliario

Por: Elena Romero García
Veterinaria especialista en medicina de pequeños animales
Actualizado: 22 de septiembre de 2022
A muchos dueños una de las cosas que más les molesta, o directamente les echa para atrás a la hora de tener un gato como mascota, es el hecho de acabar con todos los muebles de la casa arañados y las cortinas y alfombras hechas trizas… Pues bien, hay que entender que el rascado es una conducta natural del gato que tiene varias funciones, como marcar el territorio, permitirles el acicalamiento de las garras y el estiramiento de la musculatura. Por ello, inhibir esta acción es un error que crea ansiedad en el gato y que puede traducirse en problemas de comportamiento después.
Para evitar que la conducta pueda dirigirse a sitios inadecuados como puertas, sofás o alfombras, lo ideal es tener un rascador con unas características y localización que garanticen su uso. Este rascador debe tener base estable y con la superficie de rascado en vertical. Debe colocarse en los lugares de descanso del gato y, preferiblemente, donde haya rascado con anterioridad.
Uno de los errores más comunes es colocar el rascador en una zona oculta, donde estéticamente no nos molesta. De esta manera, el gato jamás lo usará y continuará acicalando sus uñas en nuestro maravilloso sofá de piel. Estos rascadores pueden estar incorporados a plataformas interactivas diseñadas para gatos que proporcionan un espacio tridimensional, ya que los gatos disfrutan saltando y subiéndose a sitios elevados.
Una alternativa casera a las plataformas comerciales es la colocación de estanterías donde puedan subirse. Nuestros gatos disfrutan de los sitios en altura porque les permite tener una visión tridimensional de su territorio, además de un lugar de escape o huida ya que muchos conviven con niños o perros que no alcanzan estos lugares.
Creado: 25 de septiembre de 2015