Cómo elegir un entrenador canino
Actualizado: 1 de diciembre de 2022
Cuando un perro llega a nuestra casa lo que más va a necesitar de nosotros –además, obviamente, de alimento, cobijo y cuidados– es tiempo. Tiempo para salir a pasear, tiempo para hacer ejercicio, tiempo para jugar, tiempo para mimarle y tiempo para educarle. Lo que ocurre es que muchas veces nos faltan herramientas para esta última tarea, la de educarle de manera adecuada. Quizás sea por falta de tiempo o, simplemente, por puro desconocimiento acerca de lo importante de su educación. Pero lo cierto es que en muchos lugares es habitual que la búsqueda de un entrenador canino surja sólo cuando aparece un problema.
Así lo explicaba en una entrevista para Webconsultas Ingrid Ramón, educadora canina y autora de 'Entiende y educa a tu perro': “En España tenemos la idea de que solo hay que llevar al perro al adiestrador o al etólogo si hay un gran problema y claro, cuando llegas al perro ya hay por lo general muchas cosas detrás”. Reconocía la experta que aquí, a diferencia de otros países como Inglaterra, donde la figura del educador canino está más extendida, muy poca gente comienza a preocuparse por formarse cuando su compañero es aún un cachorro y lo comparaba con tener un niño y no llevarle al colegio. “Es como esperar a que el niño tenga 15 años, manifieste un problema y entonces busquemos soluciones en una semana”, decía.
Un educador canino puede ayudarnos incluso antes de que el perro llegue a casa: puede asesorarnos sobre el carácter del animal, qué cuidados necesitará o, incluso, dónde le podemos adoptar con confianza. Una vez llega a casa, de nosotros va a depender su bienestar físico y emocional. También cómo encajar su llegada al hogar en el puzle de nuestro día a día. Para ello, un buen educador canino puede orientarnos a través de algunas sesiones durante las cuales nos dará pautas, información y ejercicios. De nuestra parte corre dar con el educador o entrenador adecuado. Recogemos algunas recomendaciones que se pueden tener en cuenta si deseamos encontrar un buen entrenador canino.
¿Qué debemos tener en cuenta al elegir un entrenador?
El precio suele ser el primer punto en el que pensamos a la hora de contratar unas clases de educación canina. Bien pensado, en comparación con los problemas que pueden prevenirse, será un dinero bien invertido. Se debe partir, eso sí, de la premisa de que los milagros no existen: acudir a un entrenador para perros antes de que aparezca una dificultad es un hándicap pero nadie puede asegurarnos al 100% que durante la larga vida de nuestro compañero perruno no vaya a pasar nada nunca. Rebajar las expectativas y estar en continua alerta son útiles para no llevarnos disgustos. El método que utiliza el entrenador, la conexión que tengamos con éste y su experiencia son otras de las cuestiones que también conviene tener en cuenta. Pero hay más. Toma nota:
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Qué método educativo utiliza
Es fundamental informarse antes del método empleado por el entrenador, ya que no todos utilizan técnicas respetuosas con el animal. En este sentido la educación canina en positivo puede ser una buena opción; nos aseguramos evitar aquellas metodologías que usan el castigo como método educativo. Se debe partir de la base de que en la actualidad hay múltiples escuelas de entrenadores caninos, algunas de ellas con reconocido prestigio, pero no existe ningún título homologado a nivel nacional, por lo que tendremos que fiarnos del educador.
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Qué experiencia tiene el entrenador canino
El boca a oreja suele funcionar muy bien a la hora de encontrar un buen educador canino. ¿Qué ocurre? Que puede que en nuestro entorno no conozcamos a nadie que haya recurrido a este profesional por lo que comentaba Ingrid Ramón: lo poco extendido de esta figura. Acudir a un parque canino y conocer a otros cuidadores puede ser una vía para encontrar a alguien que nos hable de un entrenador experimentado. Internet y las redes sociales son también un recurso ventajoso en este sentido ya que posibilita encontrar a otras personas con necesidades o intereses afines.
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Qué nos ofrece el educador del perro
Esta es una cuestión determinante: si nos ofrece resultados rápidos y definitivos probablemente debemos mantenernos en alerta. Un animal no es un robot y, por tanto, no es posible saber el tiempo que va a necesitar, cómo va a reaccionar o qué puede suceder a futuro. Si nos dejan todo esto claro desde el principio, quizás estemos mejor encaminados.
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Qué impresión nos produce el profesional
Tan importante como todo lo anterior es la conexión que tenemos con la persona que se va a encargar de ayudarnos a educar a nuestro compañero canino. Si esa conexión no se da es probable que surjan conflictos o que, sencillamente, no sea la persona más adecuada para acompañarnos. Es fundamental sentirnos cómodos y que haya una confianza mutua.
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Qué herramientas nos va a dejar
La educación del can no se limita a los días que pasemos con el entrenador. Después, en casa, continua nuestro trabajo educando a nuestro mejor amigo. Lo ideal es que el entrenador nos ofrezca algunas herramientas o recursos para que podamos seguir adelante después de las clases, que podamos consultarle dudas y que, si lo necesitamos, sepa darnos más información complementaria.
Creado: 7 de octubre de 2019