Cómo saber si tus gatos están jugando o peleando, y si es un problema

A veces los gatos se persiguen, se golpean con las patas, se abalanzan uno sobre otro, se acechan… Estos comportamientos pueden significar juegos o peleas, pero ciertos gestos característicos en los felinos te ayudarán a averiguarlo.
Dos gatos jugando en el salón de una casa

01/02/2023

Los gatos tienen su propio lenguaje para expresar lo que sienten o desean, pero cuando interactúan entre ellos puede que a sus amigos humanos les cueste trabajo diferenciar el juego de la pelea, y no sean capaces de detectar cuándo los gestos de un felino podrían indicar que lo que ha comenzado como una diversión está a punto de convertirse en una trifulca gatuna.

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Si ya tienes un gato y tienes la intención de llevar otro a casa seguramente te preocupará que no se acepten, o incluso que se enzarcen en una pelea, pero un nuevo estudio ha identificado una serie de signos característicos que pueden ayudarte a saber si su actitud es juguetona o agresiva y, en este caso, cuándo supone un problema y es necesario separarlos cuanto antes. El estudio ha sido realizado por investigadores de la Universidad de Medicina Veterinaria y Farmacia en Košice, Eslovaquia, y se ha publicado en Scientific Reports.

En primer lugar, los investigadores buscaron en YouTube vídeos en los que aparecieran gatos jugando, gatos peleando, o que participaran en una combinación de ambas situaciones, y también pidieron a usuarios de Facebook que les enviaran vídeos de sus gatos en todas las actitudes anteriores, pero sin que ellos hubieran provocado a sus mascotas para que tuvieran ese tipo de comportamientos.

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Gestos del felino que indican si su intención es lúdica o agresiva

Entre todos ellos, seleccionaron los 105 vídeos que les parecieron más adecuados para realizar su análisis. Dividieron el comportamiento de los felinos en seis categorías:

  • Inactivos. Cuando estaban agachados, sentados o de pie.
  • Lucha libre, que incluye mordiscos, lanzar las garras, abrazar al contrincante o darle patadas “no perjudiciales”.
  • Persecución, con un gato persiguiendo al otro como si fuera su presa, o uno de los gatos huyendo de su perseguidor.
  • Otras interacciones como asearse mutuamente, ponerse boca arriba, olfatear, acechar, abalanzarse…
  • Actividades no interactivas como acicalarse, jugar solo con un juguete, lamerse…
  • Vocalizaciones (gruñidos, silbidos, bufidos o maullidos).

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El análisis de estos comportamientos dio como resultado tres tipos distintivos de interacciones entre los gatos: juguetón, “agonista” y una categoría intermedia en la que se mezclan comportamientos de las otras dos categorías, por lo general una lucha juguetona que se combina con vocalizaciones como gruñidos y silbidos, o un gato persiguiendo a otro gato que huyó. El 56,2% de los gatos participaron en interacciones lúdicas, frente al 28,6% que solo tuvo interacciones claramente antagónicas. El otro 15,2% tuvo un comportamiento mixto.

“Nuestros hallazgos brindan evidencia práctica valiosa que puede usarse para ayudar a los propietarios a detectar signos de tensión entre gatos en sus primeras etapas”

Los investigadores observaron que un elevado porcentaje de mininos se implicaban en un comportamiento de lucha libre, que parece ser una forma de juego muy común entre los gatitos, mientras que los gatos adultos antagónicos no participan en ella porque suelen evitar el contacto directo. Sin embargo, muchos de los gatos adultos que se llevaban bien jugaban así. Algo similar ocurrió con el comportamiento de persecución, que se consideró antagónico cuando incluía vocalizaciones o gestos hostiles como tener las orejas hacia atrás.

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La conducta identificada como categoría intermedia se asoció más a los gatos juguetones que a los antagónicos, y los investigadores sugieren que es más probable que indique un desacuerdo temporal entre los felinos, que una ruptura en sus relaciones. Por ejemplo, puede ocurrir que empiecen a jugar y uno de ellos no quiera continuar y bufe, golpee al otro con las patas, o huya para hacérselo saber.

Los autores del estudio han explicado que si a pesar de que tengan peleas ocasionales manifiestan afecto mutuo, como dormir juntos, acicalarse y saludarse con cariño, significa que la relación es buena y se consideran parte del mismo grupo. “Nuestros hallazgos brindan evidencia práctica valiosa que puede usarse para ayudar a los propietarios a detectar signos de tensión entre gatos en sus primeras etapas”, lo que a su vez podría ayudar a “prevenir problemas importantes que podrían conducir a la renuncia... de uno o ambos gatos”, concluyen.

Actualizado: 3 de febrero de 2023

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