Alergia en las mascotas
Las alergias alimentarias o ambientales causan gran malestar en las mascotas, pero un diagnóstico precoz y un buen tratamiento pueden evitar o aliviar los síntomas a tu gato o perro, o incluso solucionar el problema.

Alergia en las mascotas: tipos y factores de riesgo

María Bayón Piedrabuena, veterinaria

Por: María Bayón Piedrabuena

Veterinaria clínica de pequeños animales

Actualizado: 21 de abril de 2023

El sistema defensivo de nuestras mascotas se parece en gran medida al nuestro, y es el encargado de protegerlas frente a los elementos ajenos al cuerpo que pueden perjudicarlo. Es capaz de detectar y eliminar muchos microorganismos, e incluso de generar un efecto memoria, protegiéndolas de nuevas infecciones. Sin embargo, –al igual que ocurre en las alergias de los humanos–, a veces también provoca una respuesta de ataque inadecuada contra determinados alérgenos, sustancias que no son perjudiciales para el resto de las mascotas, y que contactan a través de la piel, o el tracto respiratorio o gastrointestinal.

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Esto se conoce como una reacción de hipersensibilidad de tipo I o inmediata, en la que intervienen el sistema inmune humoral (linfocitos T y B), inmunoglobulinas E (Igs E), mastocitos y mediadores de la inflamación. En definitiva, aunque no le veas usando kleenex en primavera, tu animal de compañía también puede sufrir alergia.

Independientemente de la sustancia que desencadene una reacción alérgica o de hipersensibilidad tipo I en nuestra mascota, el sistema inmune se comporta de manera similar, dando lugar a manifestaciones clínicas parecidas. Los síntomas más frecuentes de la alergia en los animales son el eritema (enrojecimiento de la piel), el edema (acumulación de líquido), y el prurito (picor) a consecuencia de la liberación de histamina y otros mediadores de la inflamación por todo el cuerpo del animal.

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Alérgenos y tipos de alergia más habituales en las mascotas

Los dos tipos más comunes de alergia en nuestras mascotas son la alimentaria y la ambiental, y pueden padecer solo un tipo o ambos:

Alergia alimentaria en los animales: en la primera el alérgeno es uno o varios ingredientes de su dieta habitual, que contacta con el animal durante su paso por el tracto digestivo, estimulando la respuesta de hipersensibilidad. La mayoría de las veces, los alérgenos causantes de la misma son cereales (maíz, trigo, arroz), legumbres (soja) y proteínas (pollo, vacuno…).

Alergia a la comida en las mascotas
Los perros y gatos atópicos tienen tendencia a sufrir reacciones alérgicas a causa de alérgenos ambientales.

En la alergia ambiental de perros, gatos y otros animales pueden estar implicados pólenes de plantas o árboles (gramíneas, llantén, chopo…), ácaros del polvo, saliva de pulga o microorganismos como Staphylococcus o Malassezia. Estos alérgenos contactan directamente con el animal a través de la piel o las mucosas. La mayoría de individuos con alergia ambiental son atópicos, aunque también puede existir un componente alimentario.

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La dermatitis atópica o atopia es una condición genética en la que el animal tiene tendencia a desarrollar una enfermedad inflamatoria y pruriginosa de la piel, con la producción de Igs E frente a alérgenos ambientales.

Factores predisponentes a la alergia en las mascotas

Además de la atopia, esa predisposición genética a reaccionar frente a alérgenos ambientales, existen otros factores que influyen en la aparición de cuadros alérgicos en nuestros peludos amigos. La zona geográfica juega un papel importante desde el punto de vista climatológico, ya que en las zonas más húmedas, la prevalencia de ácaros es mayor, mientras que en las zonas más secas, la concentración de pólenes cobra más importancia.

Se cree que una de las causas del aumento de la incidencia de alergias es la transformación de los alérgenos al adherirse a sustancias contaminantes, como el plomo, que actúan como verdaderos catalizadores.

Creado: 4 de mayo de 2018

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