Identifican fármacos existentes para tratar la insuficiencia renal

La insuficiencia renal aguda es una grave afección por la que los riñones pueden dejar de funcionar repentinamente y que se suele producir a consecuencia de otras enfermedades que disminuyen el flujo de sangre a los riñones, o por efectos adversos de algunos medicamentos que en algunos casos resultan tóxicos. Un nuevo estudio ha encontrado que este trastorno se podría combatir con medicamentos aprobados para tratar otros problemas de salud.

Investigadores de la Universidad de Edimburgo han descubierto, en concreto, que los fármacos que se emplean habitualmente para tratar la angina de pecho y la hipertensión arterial resultaron eficaces para prevenir gran parte del daño a largo plazo que causa la lesión renal aguda tanto en los riñones, como en el sistema cardiovascular, según publican en Science Translational Medicine.

Estos científicos esperan que sus hallazgos contribuyan a mejorar el tratamiento de esta afección renal, que es necesario abordar rápidamente para evitar que el paciente muera. Además, incluso si los riñones se recuperan pueden sufrir secuelas permanentes y el sistema cardiovascular también se puede ver afectado. El 30% de los pacientes que superan una insuficiencia renal aguda desarrollan una enfermedad renal crónica (ERC), mientras que el 70% restante recupera la función renal completa pero, a pesar de ello, su riesgo de desarrollar ERC es casi 30 veces superior al de la población general.

Fármacos para tratar la hipertensión que mejoran la función renal

Los autores del trabajo comprobaron que los pacientes con lesión renal aguda tenían niveles altos en sangre de endotelina –una proteína que activa la inflamación y hace que los vasos sanguíneos se contraigan– y que los niveles de endotelina continuaron elevados mucho tiempo después de que se recuperara la función renal. Este mismo incremento de la endotelina lo encontraron en ratones con lesión renal aguda, y les administraron medicamentos que bloquean el sistema de endotelina, que se suelen usar en el tratamiento de la angina de pecho y de la presión arterial alta, y que actúan frenando la producción de esta proteína o cerrando los receptores de endotelina en las células.

“Esta investigación prometedora sugiere que medicamentos disponibles podrían ayudar a abordar el impacto de la lesión renal aguda antes de que pueda causar daños y complicaciones adicionales”

Los investigadores monitorearon a los ratones durante cuatro semanas tras la lesión renal aguda y comprobaron que los que habían sido tratados con fármacos bloqueadores de la endotelina tenían una presión arterial más baja, menor inflamación y menos cicatrización en el riñón, y que sus vasos sanguíneos estaban más relajados y la función renal también mejoró, en comparación con los animales no medicados.

El Dr. Bean Dhaun, profesor clínico sénior y nefrólogo consultor honorario del Centro de Ciencias Cardiovasculares de la Universidad de Edimburgo, ha declarado: “La insuficiencia renal aguda es una afección dañina, particularmente en las personas mayores, e incluso con la recuperación puede tener un impacto a largo plazo en el estado de salud de una persona”. “Nuestro estudio muestra que el bloqueo del sistema de endotelina previene el daño a largo plazo de lesión renal aguda en ratones. Como estos medicamentos ya están disponibles para su uso en humanos, espero que podamos avanzar rápidamente para ver si se observan los mismos efectos beneficiosos en nuestros pacientes”.

El profesor James Leiper, director médico asociado de la Fundación Británica del Corazón, dijo que “la función renal deteriorada que resulta de una lesión renal aguda también puede aumentar la posibilidad de que una persona desarrolle y muera a causa de enfermedades cardíacas y circulatorias, por lo que es fundamental que encontremos formas de reducir este riesgo”.

“Esta investigación prometedora sugiere que los medicamentos ampliamente disponibles podrían ayudar a abordar el impacto de la lesión renal aguda antes de que pueda causar daños y complicaciones adicionales. Si bien se necesitarán más estudios para demostrar si este tratamiento es seguro y efectivo para los pacientes, esta investigación inicial es un primer paso alentador".