Niveles bajos de testosterona se asocian a mayor riesgo de artritis

Un estudio realizado por científicos de la Universidad de Deportes de Wuhan, en China, ha encontrado que tener bajos niveles de testosterona se asocia con mayores probabilidades de tener artritis, aunque no han podido establecer una relación causal directa entre ambos factores. Los investigadores han analizado la relación entre los niveles séricos de testosterona y la artritis en 10.439 adultos estadounidenses empleando datos de la Encuesta Nacional de Examen de Salud y Nutrición (NHANES) de 2013 a 2016.

La artritis es una enfermedad degenerativa muy frecuente en los adultos mayores de 65 años y de la que hay muchos tipos, aunque los más conocidos son la osteoartritis, la artritis reumatoide y la artritis psoriásica. Sus síntomas más característicos son el dolor y la rigidez en las articulaciones, aunque también tiene manifestaciones específicas en otros tejidos como cartílago, hueso, músculos, ligamentos, etcétera.

Los resultados del nuevo estudio se han publicado en Scientific Reports e indican que los participantes en el cuartil más alto de niveles de testosterona tenían un riesgo significativamente menor de desarrollar artritis en comparación con aquellos en el cuartil más bajo. De acuerdo con estudios anteriores que muestran niveles más bajos de testosterona en pacientes con artritis en comparación con la población general, se encontraron asociaciones significativas entre la testosterona y la artritis, particularmente en mujeres e individuos con un IMC ≥ 30 kg/m 2.

La testosterona podría proteger contra la inflamación

En general, la correlación entre la testosterona sérica y la artritis parecía no lineal según el análisis de ajuste de curvas, lo que sugiere que existen procesos más complejos implicados que no se pueden atribuir únicamente a la testosterona. Los resultados destacan el papel potencial de hormonas como el estrógeno y la testosterona en el metabolismo del cartílago.

La testosterona se puede convertir en estradiol, que se une a los receptores de estrógeno y puede regular la fisiología de los huesos y cartílagos. El estudio actual no investigó directamente esta vía, pero la sugiere como una posible línea de investigación para futuros estudios prospectivos.

Las moléculas inflamatorias pueden inducir la degradación del cartílago y la exposición a la testosterona podría actuar como agente protector contra la inflamación

Por otra parte, la exposición a la testosterona podría actuar como agente protector contra la inflamación. Las moléculas inflamatorias pueden inducir la degradación del cartílago activando enzimas que descomponen la matriz extracelular del cartílago. La testosterona se une a receptores de andrógenos específicos, formando complejos activos que regulan la expresión genética.

Los andrógenos, incluida la testosterona, son agentes inmunosupresores naturales que afectan directamente al sistema inmunitario o regulan los niveles de citoquinas y la función de los linfocitos. Los autores sugieren que esto podría contribuir a que los hombres sean menos susceptibles a las enfermedades autoinmunes al alterar las vías de respuesta inmune, aunque la confirmación de esta idea estaba más allá del alcance del estudio actual.