El motivo por el que te resfrías más en invierno se esconde en la nariz

Descubren en la nariz la causa biológica que explicaría por qué somos más propensos a contraer infecciones respiratorias víricas –como el resfriado, la gripe, o el COVID-19– cuando hace más frío, como ocurre en invierno.
Mujer resfriada se suena la nariz y bebe algo caliente

07/12/2022

Cuando llega el invierno y bajan las temperaturas aumentan los casos de enfermedades del aparato respiratorio provocadas por virus, y una nueva investigación ha descubierto el primer mecanismo biológico que explica por qué virus como el del resfriado común, la gripe, o incluso el SARS-CoV-2 responsable del COVID-19, tienen mayor facilidad para propagarse en las estaciones más frías del año.

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“Tradicionalmente se pensaba que la temporada de resfriados y gripe se producía en los meses más fríos porque la gente está más tiempo encerrada en casa, donde los virus transmitidos por el aire podrían propagarse más fácilmente”, señala Benjamin S. Bleier, director de Investigación Traslacional de Otorrinolaringología en el Mass Eye and Ear de la Northeastern University (Estados Unidos) y autor principal del estudio. “Pero nuestro estudio apunta a una causa biológica fundamental para la variación estacional de las infecciones virales de las vías respiratorias superiores que vemos cada año, demostrada más recientemente a lo largo de la pandemia de COVID-19”.

En concreto, los autores del trabajo, científicos del Mass Eye and Ear, han encontrado una respuesta inmunitaria no identificada previamente en el interior de la nariz que combate los virus responsables de las infecciones respiratorias superiores, y que esta respuesta protectora frente a los patógenos se inhibe con temperaturas más frías, según han comprobado al realizar pruebas durante el estudio, cuyos resultados se han publicado The Journal of Allergy and Clinical Immunology.

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El frío altera la respuesta inmune de la nariz frente a los virus

La nariz es uno de los primeros puntos de contacto entre el ambiente que nos rodea y el interior del organismo, por lo que constituye un punto de entrada probable para los microbios que causan enfermedades. Estos agentes patógenos son inhalados, pero también se pueden depositar en la parte delantera de la nariz cuando la tocamos con las manos, por ejemplo, y desde allí introducirse a través de las vías respiratorias hacia el interior del cuerpo infectando las células, lo que puede generar una infección de las vías respiratorias superiores.

Una respuesta inmunitaria en el interior de la nariz, no identificada antes, que combate los virus responsables de las infecciones respiratorias superiores se inhibe con temperaturas más frías

Como el tracto respiratorio superior humano es el primer sitio de contacto para los virus respiratorios inhalados se encarga de elaborar respuestas inmunitarias innatas para protegerse frente a ellos. Un estudio de 2018 dirigido por el doctor Bleier y Mansoor Amiji, Profesor Distinguido de Ciencias Farmacéuticas en la Universidad de Northeastern, descubrió una respuesta inmune innata que se desencadena cuando las bacterias se inhalan a través de la nariz: cuando las células de la parte delantera de la nariz detectan las bacterias liberan miles de millones de pequeños sacos llenos de líquido llamados vesículas extracelulares (o VE, que antes se conocían como exosomas) en el moco para combatir a las bacterias.

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Ese estudio demostró también que las VE transportan proteínas antibacterianas protectoras a través del moco desde la parte delantera de la nariz hasta la parte posterior a lo largo de las vías respiratorias, lo que ayuda a proteger a otras células contra las bacterias antes de que se propaguen por el cuerpo. Los autores del nuevo estudio querían averiguar si esta respuesta inmunitaria también se producía ante los virus inhalados por la nariz, que son la causa de algunas de las infecciones del tracto respiratorio superior más comunes.

Los investigadores estudiaron cómo las células y las muestras de tejido nasal obtenidas de las narices de pacientes sometidos a cirugía y de voluntarios sanos respondían a tres virus: un solo coronavirus y dos rinovirus que causan el resfriado común. Comprobaron así que cada uno de los virus generaba una respuesta de enjambre de VE de las células nasales, aunque a través de una vía de señalización diferente de la que se utiliza contra las bacterias.

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Estos científicos también descubrieron un mecanismo en juego en la respuesta contra los virus: al liberarse, las vesículas extracelulares actuaron como señuelos, llevando receptores a los que se uniría el virus en lugar de las células nasales. “Cuantos más señuelos, más pueden las VE absorber los virus en la mucosidad antes de que los virus tengan la oportunidad de unirse a las células nasales, lo que suprime la infección”, añade Huang.

Decidieron determinar cómo afectaban las temperaturas más frías a esta respuesta por tratarse de un factor clave en la inmunidad nasal, ya que la temperatura interna de la nariz depende en gran medida de la temperatura del aire que se inhala. Para ello reclutaron a personas sanas de un entorno a temperatura ambiente y las expusieron a temperaturas de 4,4° C durante 15 minutos y vieron que la temperatura del interior de la nariz descendía unos 5° C.

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Aplicaron entonces esta disminución de la temperatura a las muestras de tejido nasal y observaron una respuesta inmunitaria atenuada. En concreto, la cantidad de vesículas extracelulares que secretaron las células nasales se redujo casi un 42% y las proteínas antivirales de las VE también se vieron afectadas. “Combinados, estos hallazgos proporcionan una explicación mecánica de la variación estacional de las infecciones de las vías respiratorias superiores”, concluye Huang.

Actualizado: 9 de diciembre de 2022

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