Cirrosis y otras enfermedades del hígado se podrán predecir y prevenir

Científicos españoles lideran una investigación en la que se ha creado un índice con ocho variables que determina el riesgo de desarrollar cirrosis u otras enfermedades hepáticas, y que ayudará a prevenir o frenar su progresión.
Médico observa el holograma de un hígado

10/08/2023

Una nueva herramienta diseñada en un estudio internacional liderado por científicos españoles del Clínic-IDIBAPS permite predecir el riesgo de desarrollar cirrosis u otras enfermedades graves del hígado, y dispone además de ocho variables que se podrán utilizar para establecer cambios en el estilo de vida de las personas en riesgo, diagnosticar precozmente estas patologías, e instaurar tratamientos que eviten su progresión.

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El estudio se ha realizado en el marco del proyecto europeo LiverScreen coordinado por el Dr. Pere Ginès, consultor del Servicio de Hepatología del Clínic y jefe del grupo Enfermedades hepáticas crónicas: mecanismos moleculares y consecuencias clínicas del IDIBAPS, jefe de grupo del CIBEREHD y catedrático de Medicina de la Universidad de Barcelona y se ha publicado en la revista The Lancet.

La cirrosis se debe a la acumulación de tejido fibroso en el hígado como consecuencia de cualquier proceso inflamatorio provocado por varios factores y produce un deterioro irreversible de este órgano. Es una de las principales causas de mortalidad a nivel mundial y puede provocar carcinoma hepatocelular, el tipo de cáncer de hígado más frecuente; en conjunto, estas dos enfermedades son responsables de la muerte de dos millones de personas cada año en el mundo.

“Identificar de forma temprana qué personas están en riesgo de tener una fibrosis progresiva en el hígado permitiría aplicar cambios en su estilo de vida o realizar tratamientos para prevenir la cirrosis”

Aunque el virus de la hepatitis C, que es uno de los principales factores para desarrollar cirrosis, ha disminuido gracias a los nuevos tratamientos disponibles para combatirlo, la enfermedad por hígado graso de tipo metabólico (esteatosis hepática) asociada a la diabetes tipo 2 y a la obesidad ha hecho que los casos de cirrosis aumenten significativamente.

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“Es una enfermedad que se desarrolla muy lentamente y no produce síntomas, de forma que muy a menudo cuando se diagnostica está en una fase muy avanzada y en la que las posibilidades de tratamiento son muy limitadas”, explica Pere Ginès. “Poder identificar de forma temprana qué personas están en riesgo de tener una fibrosis progresiva en el hígado permitiría poder aplicar cambios en el estilo de vida de las personas o realizar tratamientos para prevenir el desarrollo de la cirrosis”, añade.

Identificar precozmente a las personas en riesgo de fibrosis hepática

Hasta ahora, las técnicas no invasivas o las calculadoras de riesgo basadas en analíticas tenían ciertas limitaciones y era necesario crear nuevas herramientas sencillas basadas en variables clínicas o de laboratorio para identificar a las personas que estaban en riesgo de desarrollar fibrosis hepática.

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La nueva investigación se centró en primer lugar en el desarrollo de un índice de riesgo, y para ello los investigadores se basaron en los datos de 6.400 personas sin enfermedad hepática conocida, pero que tras someterse a una elastografía hepática –una prueba que permite determinar la rigidez del hígado– se vio que algunas de ellas tenían fibrosis hepática. Este índice de riesgo se validó posteriormente en un grupo de 8.369 personas de la población general y su valor pronóstico se determinó en una cohorte de más de 416.000 participantes sin enfermedad hepática y con un seguimiento de 12 años.

El índice se denomina ©LiverRisk y está basado en ocho variables: edad, género y seis variables estándares de laboratorio que se pueden determinar en cualquier laboratorio del mundo. Permite hacer una predicción de la aparición de fibrosis hepática y de cuál es la situación de normalidad o de anormalidad del hígado de una persona y también prever la posibilidad de que se produzcan complicaciones a largo plazo. “De este modo se puede prever la posibilidad de que una persona tenga una cirrosis a largo plazo y acabe desarrollando cáncer o muriendo por la enfermedad”, apunta el Dr. Ginès.

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“La aplicabilidad es parecida a la de los factores de riesgo cardiovascular que existen desde hace muchos años y que predicen si una persona tiene un riesgo de tener un infarto de miocardio”, señala el Dr. Ginès. “En este caso sería parecido, pero determinando el riesgo de una enfermedad hepática grave. Y esto es importante porque podrá tener aplicabilidad en cuanto a diagnosticar de manera precoz estas enfermedades y hacer un tratamiento antes de que los pacientes desarrollen una cirrosis y, por tanto, la aplicabilidad es muy importante en un área en la que hasta ahora no había ninguna posibilidad de diagnóstico precoz”, concluye.

Fuente: Clínic-IDIBAPS

Actualizado: 10 de agosto de 2023

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