Hallan una proteína que ayudaría a prevenir enfermedades hepáticas

Investigadores españoles han descubierto una proteína (CPEB4) que protege las células del hígado del estrés producido por la sobrecarga de grasas, y podría ayudar a prevenir enfermedades como el hígado graso.
Proteina para prevenir enfermedades hepáticas
La proteína CPEB4 controla un grupo de genes encargados de lidiar con la llegada de grasas al hígado.

Desde hace mucho tiempo la comunidad científica conoce que ingerir grasas en gran cantidad durante la noche causa más daño hepático en los seres humanos, pero hasta la fecha no había sido capaz de dar una explicación a este hecho. Ahora, un grupo de científicos españoles pertenecientes al Instituto de Investigación Biomédica (IRB) de Barcelona y al Instituto de Investigaciones Biomédicas Agusti Pi i Sunyer (Idibaps) del Hospital Clínic de Barcelona, han dado con la causa, el déficit de una proteína (CPEB4) que actúa a modo de protector del hígado, previniendo que este órgano desarrolle dolencias como el hígado graso, que aumenta las posibilidades de padecer cirrosis y cáncer.

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“Cuando comemos grasas éstas van al hígado y tienen que procesarse como fuente de almacenamiento de energía, que luego se va liberando. Este proceso es muy costoso en cuanto actividad celular, ya que pone al límite a las células, llegando a crear estrés por sobrecarga”, explica a Webconsultas Raúl Méndez, miembro del equipo de trabajo e investigador ICREA en el IRB Barcelona. Según el científico, las células del hígado funcionan de una manera “circadiana”, adaptándose a nuestros horarios habituales de comidas, de forma que cuando se producen esas ingestas, las células producen la proteína CPEB4, mientras que en los periodos en que no se supone que debe haber ingesta, que es por la noche, esas células no gastan energía preparándose para algo que no va a llegar”.

El conocimiento de la proteína CPEB4 facilita a los investigadores una nueva diana para combatir trastornos que dañan el hígado, como la cirrosis o el cáncer hepático

La proteína CPEB4, que ha sido el gran descubrimiento de los investigadores españoles es, según Méndez, un “regulador de la expresión génica, es decir, una proteína que controla un paquete de genes encargados de lidiar con este tipo de sobrecarga celular” producida por la llegada de grasas al hígado. De esta forma, cuando llega el momento en el que comemos, la célula produce esta proteína, que “activa toda una batería de genes preparados para procesar correctamente las grasas”. En palabras del investigador ICREA, si por alguna razón esta proteína no está, o está menos presente, situación que se da por la noche (porque las células del hígado no están preparadas para recibir grasas), o cuando envejecemos, las células reciben la sobrecarga sin tener “preparado todo este paquete de expresión de genes, de forma que entran en un proceso de estrés, e incluso pueden acabar muriendo, lo que puede terminar produciendo cirrosis y otras enfermedades hepáticas”.

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Proteína CPEB4, una diana para prevenir daños hepáticos

Según Raúl Méndez, este descubrimiento es importante fundamentalmente por dos cuestiones: por un lado, porque proporciona “la explicación a nivel molecular de fenómenos cuya existencia se conocía, pero no se sabía el porqué”; por otro, porque el conocimiento de la proteína CPEB4 facilita a los investigadores “una nueva diana a la hora de atacar procesos de daño hepático, e intentar ayudar a las células del hígado a lidiar con estas situaciones de estrés”.

En ese sentido, Méndez afirma que llevan tiempo trabajando en posibles medicamentos que les permitan “modular la actividad” de esta proteína en pacientes, tanto con un problema hepático inicial, como con cirrosis o cáncer. El investigador, no obstante, matiza que ésta es una posible implicación a largo plazo: “no hay que engañar a nadie con que esto abre vías en cinco años a tratar estos problemas. Solo es un primer paso”, concluye. 

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Actualizado: 11 de octubre de 2017

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