Osteoporosis
La osteoporosis se debe a una disminución de la masa ósea, pero no suele presentar síntomas, y casi siempre se descubre cuando se produce una fractura. Conoce las causas, los factores de riesgo, y cómo puedes prevenir su aparición.

Tratamiento de la osteoporosis

Por: Gema Esteban Gutiérrez

Médico de familia

Dr. José Antonio Nuevo González

Revisado: Dr. José Antonio Nuevo González

Especialista en Medicina Interna. Servicio de Urgencias del Hospital Gregorio Marañón de Madrid

Actualizado: 28 de junio de 2022

El objetivo del tratamiento es evitar la osteoporosis establecida, es decir, la fractura osteoporótica y, si ya existe, evitar la producción de una nueva.

Las medidas preventivas de la osteoporosis que se pueden adoptar en la infancia, adolescencia, juventud y edad adulta están encaminadas a alcanzar el máximo de masa ósea (esto se produce normalmente antes de los 30 años, pues a partir de esa edad el remodelado óseo se hace más lento y favorece la disminución de la densidad del hueso).

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En mujeres postmenopáusicas existen medidas farmacológicas y no farmacológicas que mejoran la calidad del hueso y enlentecen en la medida de lo posible la pérdida de masa ósea.

En personas ancianas juegan un papel fundamental las medidas para prevenir el riesgo de caídas.

Osteoporosis: calcio

Medidas no farmacológicas o preventivas de la osteoporosis

  • Dieta adecuada rica en calcio: diariamente se pierde calcio a través de la orina y el sudor. Si las necesidades son superiores al aporte del mismo, se va a producir una disminución de la reserva, constituida por el hueso fundamentalmente. El calcio se encuentra principalmente en la leche y derivados lácteos como el queso y el yogur. Los niños deben tomar como mínimo 800 miligramos de calcio al día, los adultos 1.000 miligramos de calcio al día, y las mujeres embarazadas 1.200 miligramos de calcio. Un litro de leche contiene aproximadamente un gramo de calcio elemento (un yogur aproximadamente 125 miligramos de calcio).
  • Aporte de vitamina D: favorece la absorción del calcio y su incorporación al hueso. Para la mayoría de los adultos la exposición al sol y una dieta equilibrada son suficientes para mantener unos niveles adecuados, pero en ancianos que a menudo salen poco a la calle suele ser insuficiente. Las necesidades de vitamina D oscilan entre 400 y 800 UI al día. La leche constituye la mayor fuente de vitamina D aportada por la dieta, un litro de leche contiene aproximadamente 400 UI de vitamina D.
  • Evitar el consumo de tabaco y alcohol: se recomienda el abandono del alcohol y del hábito tabáquico, ya que acelera la pérdida de masa ósea al disminuir la capacidad de absorción de calcio.
  • No excederse con la cafeína: esta sustancia tiene un efecto diurético que hace que la excreción de calcio a través de la orina sea mayor de lo normal. Intenta moderar el consumo de café y otras bebidas que la contengan.
  • Ejercicio físico diario: la práctica diaria de ejercicio, como caminar 20 minutos todos los días, aumenta la masa ósea y disminuye el riesgo de fracturas. Asimismo, para mejorar el equilibrio y evitar cáidas se pueden practicar deportes como el taichi o el yoga –aunque ciertas posturas deben evitarse por el riesgo de lesiones–.
Osteoporosis: tratamiento

Medidas farmacológicas frente a la osteoporosis

La utilización de fármacos está indicada en aquellos pacientes de osteoporosis con mayor riesgo de presentar una fractura (aquellos con varios factores de riesgo y menor densidad del hueso).

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  • Calcio y vitamina D: su uso está recomendado en personas ancianas con baja ingesta de estos elementos, y en aquellas que toman fármacos de forma prolongada, como los corticoides, que favorecen la osteoporosis. Las sales de calcio más utilizadas son el citrato y el carbonato de calcio. En el mercado existen preparados combinados de calcio y vitamina D que facilitan su administración.
  • Bifosfonatos (ácido alendrónico, ácido risedrónico, ácido etidrónico): su mecanismo de acción no es bien conocido, pero producen un descenso en la resorción ósea o destrucción del hueso. Disminuyen la incidencia de fracturas vertebrales y de cadera en mujeres tras la menopausia, y de fracturas vertebrales en hombres. Son el tratamiento de elección en la osteoporosis por fármacos. Se administran por vía oral con frecuencia semanal o mensual.
  • Raloxifeno: actúa sobre los receptores de los estrógenos (hormona femenina que actúa en la formación del hueso). Disminuye la frecuencia de fracturas vertebrales radiológicas y clínicas en mujeres tras la menopausia con osteoporosis, con y sin fractura previa, y disminuye de manera significativa la incidencia de cáncer de mama en este tipo de pacientes.
  • Terapia hormonal sustitutiva (estrógenos/progestágenos): no es el tratamiento de primera elección frente a la osteoporosis. Está indicada en algunas mujeres tras la menopausia, cuando no toleran otros fármacos y además tienen síntomas importantes en relación con la pérdida de la menstruación. Puede aumentar el riesgo de cáncer de mama y la aparición de trombos a nivel del sistema venoso.
  • Calcitonina: disminuye la aparición de nuevas fracturas. Su eficacia es algo menor. Se administra de forma intranasal.        
  • Teripratida: es un fragmento de hormona paratiroidea que ayuda a la formación del hueso. Se utiliza desde hace poco tiempo. Solo está indicado en determinados casos (generalmente tras una fractura), y no de forma continuada. Se administra mediante inyecciones subcutáneas.
  • Denosumab: es un anticuerpo monoclonal antirresortivo con un papel muy importante en la actualidad para evitar la fractura osteoporótica vertebral y de cadera. Se administra una inyección intramuscular cada seis meses.

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Creado: 2 de agosto de 2010

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