Osteoporosis
La osteoporosis se debe a una disminución de la masa ósea, pero no suele presentar síntomas, y casi siempre se descubre cuando se produce una fractura. Conoce las causas, los factores de riesgo, y cómo puedes prevenir su aparición.

Causas de la osteoporosis

Por: Gema Esteban Gutiérrez

Médico de familia

Por: Dr. José Antonio Nuevo González

Especialista en Medicina Interna. Servicio de Urgencias del Hospital Gregorio Marañón de Madrid

Actualizado: 17 de octubre de 2024

A lo largo de la vida, a medida que se destruye el hueso, se va formando hueso nuevo, manteniendo un equilibrio. Este proceso se denomina remodelado óseo. A partir de la tercera década, el proceso de remodelado cambia, y la formación de hueso nuevo se hace más lenta, por lo que se produce de manera natural una disminución de la masa del hueso. Cuando esta pérdida de masa ósea se hace más severa, bien por que el cuerpo no produce suficiente hueso nuevo, bien por que pierde hueso existente o bien por que ambas situaciones ocurren al mismo tiempo, se produce osteoporosis.

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Esto da como resultado una disminución en la densidad y calidad del hueso, lo que aumenta el riesgo de fracturas. Las causas de la osteoporosis varían según el tipo (primaria o secundaria) y pueden estar relacionadas con múltiples factores, desde el envejecimiento hasta condiciones médicas subyacentes. Estas son las principales causas de la osteoporosis, o factores que favorecen su aparición:

  • Envejecimiento: la edad avanzada, por sí misma, produce una disminución natural en la cantidad del hueso, tanto en hombres como en mujeres, por lo que cualquier persona puede padecerla. La formación de hueso nuevo se vuelve más lenta y la capacidad del cuerpo para absorber calcio disminuye. Además, hay una reducción en la función de las células óseas que forman el hueso (osteoblastos), lo que contribuye a la disminución de la densidad ósea. El riesgo es mayor a partir de los 50 años. En las personas mayores de 70 años, esta pérdida ósea relacionada con la edad afecta tanto el hueso trabecular (interior del hueso) como el hueso cortical (parte exterior), lo que aumenta el riesgo de fracturas de cadera, vértebras y muñeca.
  • Peso: un IMC menor de 19 aumenta el riesgo de osteoporosis, puesto que tiene una relación directa con la densidad ósea.
  • Factores genéticos: la genética juega un papel importante en la determinación de la densidad ósea máxima que se alcanza en la juventud, por lo que la incidencia de la enfermedad es mayor en aquellas personas cuyos familiares directos tienen historia previa de fracturas (padres o abuelos). 
  • Dieta pobre en calcio: el calcio es un alimento fundamental en la formación del hueso. Se encuentra sobre todo en la leche y derivados lácteos como quesos, yogures, etcétera, y también en otros alimentos como pescado azul y frutos secos.
  • Sexo femenino y menopausia: las mujeres tienen un riesgo cuatro veces mayor que los hombres de desarrollar osteoporosis, especialmente tras la menopausia (osteoporosis posmenopáusica). Esto es debido a la reducción del número de estrógenos (hormonas femeninas que intervienen en la formación de masa ósea) en esta etapa, que favorece una disminución en el remodelado del hueso. Existe más probabilidad de padecer osteoporosis si la menopausia se produce antes de los 40 años (menopausia precoz), debido por ejemplo a la extirpación quirúrgica de ambos ovarios, o cuando falta la menstruación (llamado amenorrea) en deportistas, o en casos de anorexia nerviosa por pérdida importante de peso. Además, las mujeres tienen una mayor esperanza de vida que los hombres y, en general, su cantidad de masa ósea es menor (especialmente en mujeres excesivamente delgadas).

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Causas de la osteoporosis
  • Raza: más frecuente en caucásicos y asiáticos.

  • Algunas patologías endocrinas: hay enfermedades que pueden desencadenar osteoporosis, como el hipertiroidismo o el Síndrome de Cushing, ya que afectan directamente la salud ósea debido a desequilibrios hormonales:

    • Hipertiroidismo: el exceso de hormona tiroidea puede aumentar la pérdida ósea, acelerando la resorción ósea.
    • Hiperparatiroidismo: la paratiroides hiperactiva produce demasiada hormona paratiroidea, lo que lleva a la liberación excesiva de calcio de los huesos a la sangre.
    • Síndrome de Cushing: los niveles elevados de cortisol, como ocurre en este síndrome, aumentan la resorción ósea y disminuyen la formación de hueso.
    • Diabetes: sobre todo la diabetes tipo 1, puede aumentar el riesgo de osteoporosis debido a la alteración en el metabolismo óseo.
  • Inmovilización prolongada: las personas que están inmovilizadas durante largos períodos, como en el caso de lesiones graves o por enfermedad crónica o por un estilo de vida sedentario experimentan una pérdida rápida de densidad ósea debido a la falta de carga mecánica sobre los huesos. El ejercicio es uno de los estímulos para la formación del hueso. 

  • Algunos medicamentos: ciertos fármacos pueden tener efectos negativos sobre los huesos. Por ejemplo el uso prolongado de esteroides, corticoides, antiepilépticos o fármacos para el tiroides:

    • Glucocorticoides: el uso prolongado de esteroides como la prednisona es una causa importante de osteoporosis secundaria, ya que disminuyen la formación ósea y aumentan la resorción.

    • Anticonvulsivos: medicamentos como la fenitoína o el fenobarbital pueden interferir con el metabolismo de la vitamina D, disminuyendo la absorción de calcio.

    • Inhibidores de aromatasa: utilizados en el tratamiento del cáncer de mama, estos fármacos disminuyen los niveles de estrógeno, aumentando el riesgo de pérdida ósea.

    • Inhibidores de la bomba de protones: el uso crónico de medicamentos para el reflujo gástrico (omeprazol, por ejemplo) puede reducir la absorción de calcio.

  • El exceso de tabaco, alcohol o café.

  • Trastornos gastrointestinales: las enfermedades que afectan la capacidad del cuerpo para absorber nutrientes esenciales para los huesos, como el calcio y la vitamina D, también pueden causar osteoporosis:

    • Enfermedad celíaca: el daño intestinal reduce la absorción de calcio y vitamina D, lo que afecta la formación ósea.
    • Enfermedad inflamatoria intestinal (Crohn, colitis ulcerosa): estas enfermedades no solo disminuyen la absorción de nutrientes, sino que la inflamación crónica también afecta los huesos.
    • Cirugía bariátrica: algunos tipos de cirugía para la pérdida de peso pueden reducir la absorción de nutrientes esenciales, contribuyendo a la pérdida ósea.
  • Trastornos renales y hepáticos: las personas con enfermedades renales crónicas tienen un riesgo aumentado de osteoporosis porque sus riñones no pueden activar adecuadamente la vitamina D, lo que reduce la absorción de calcio. De manera similar, las enfermedades hepáticas pueden afectar la producción de proteínas y factores que son clave para el metabolismo óseo.
  • Enfermedades reumatológicas: trastornos como la artritis reumatoide están asociados con la pérdida ósea debido a la inflamación crónica y el uso frecuente de glucocorticoides para su tratamiento.
  • Trastornos alimentarios: la anorexia nerviosa y otros trastornos alimentarios que implican una ingesta deficiente de nutrientes esenciales para los huesos pueden llevar a una pérdida ósea severa.

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