Angiografía

La angiografía es una técnica basada en los rayos X que, mediante la introducción de un contraste radiológico, permite realizar un estudio anatómico de los vasos sanguíneos y su recorrido en cualquier zona del cuerpo.
Angiografía
David Saceda

Por: David Saceda Corralo

Médico Interno Residente, especialista en Dermatología Medicoquirúrgica y Veneorología

Actualizado: 24 de octubre de 2023

¿Qué es una angiografía y para qué sirve?

La angiografía es una técnica de diagnóstico médico basada en los rayos X que permite visualizar y estudiar el interior de los vasos sanguíneos, como arterias y venas, y su recorrido en cualquier zona del cuerpo. El principal objetivo de este procedimiento es identificar obstrucciones, estrechamientos, malformaciones o aneurismas en los vasos.

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Consiste en introducir un cable alargado, que se llama catéter, a través de los vasos sanguíneos, generalmente a través de la arteria femoral en la ingle. Una vez dentro, se instila un contraste radiológico dentro de los vasos a estudiar, y el catéter se guía hasta la zona de interés mientras se visualiza su avance mediante imágenes de rayos X, permitiendo ver los vasos ‘dibujados’ en la imagen. El contraste posibiita delinear el interior del vaso para revelar cualquier anomalía.

Alguno de sus usos ha sido desplazado por la ecografía doppler, que permite además medir el flujo de sangre, pero todavía hoy resulta esencial para el estudio anatómico de vasos sanguíneos, para planificar una cirugía, o para intervenir directamente mediante cateterismos.

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Esta prueba fue inventada en 1927 por el doctor portugués Egas Moniz. Al principio se utilizaban catéteres sencillos muy afilados para que pudiesen avanzar a través del torrente sanguíneo sin formar trombos. Hoy, gracias a la técnica de Seldinger y a los fármacos anticoagulantes, se pueden utilizar catéteres flexibles.

Tipos de angiografía

Existen varios tipos de angiografía, que varían según la técnica utilizada y la región del cuerpo que se está examinando:

  • Angiografía coronaria: se centra específicamente en las arterias coronarias que suministran sangre al corazón. Puede realizarse mediante catéter o técnicas no invasivas como la Angio-TC.
  • Angiografía cerebral: está destinada a visualizar los vasos sanguíneos del cerebro. Puede ayudar a detectar aneurismas, malformaciones arteriovenosas o estenosis.
  • Angiografía periférica: visualiza y evalúa los vasos sanguíneos en las extremidades, como brazos y piernas. Puede ayudar a identificar obstrucciones o estenosis en estas áreas.
  • Angiografía pulmonar: se utiliza para examinar los vasos sanguíneos de los pulmones. Es útil para detectar coágulos de sangre u otras anomalías en los pulmones.
  • Angiografía retiniana o fluoresceínica: se utiliza para examinar los vasos sanguíneos de la retina en el ojo. Durante el procedimiento, se inyecta un tinte fluorescente (fluoresceína) en el torrente sanguíneo, y se utilizan cámaras especiales para tomar imágenes de los vasos de la retina.

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Posibles riesgos y alternativas a la angiografía por catéter convencional

No es una prueba exenta de riesgos, pero las complicaciones son poco frecuentes. Estos pueden incluir reacciones al medio de contraste, hemorragias, infecciones o daño a los vasos sanguíneos. Sin embargo, estos riesgos son bajos cuando el procedimiento es realizado por profesionales capacitados.

A día de hoy se procura utilizar técnicas menos agresivas para el estudio de los vasos sanguíneos siempre que sea posible, pero la angiografía se convierte en una técnica obligada y especialmente útil cuando se sospechan enfermedades susceptibles de ser tratadas mediante intervencionismo radiológico, es decir, mediante catéteres que realizan diferentes terapias en los órganos pasando a través de las arterias o venas. Por otro lado, existen técnicas modernas no invasivas como la angiografía por tomografía computarizada (TC) y la angiografía por resonancia magnética (RM) que permiten visualizar los vasos sanguíneos sin necesidad de introducir un catéter:

  • Angiografía por tomografía computarizada (Angio-TC): es un método no invasivo que utiliza una tomografía computarizada para obtener imágenes detalladas de los vasos sanguíneos después de la inyección de medio de contraste. Es especialmente útil para estudiar las arterias del corazón, cerebro, pulmones y otras áreas.
  • Angiografía por resonancia magnética (Angio-RM): es otra técnica no invasiva que utiliza campos magnéticos y ondas de radio para generar imágenes de los vasos sanguíneos. Puede o no requerir el uso de medio de contraste.
Cuándo se hace una angiografía

Cuándo se hace una angiografía

La angiografía es un procedimiento que permite visualizar los vasos sanguíneos (arterias o venas), por lo que se realiza cuando existe la necesidad de evaluar y diagnosticar diversas condiciones o enfermedades que los afectan. Estas son algunas de las principales razones o situaciones clínicas en las que se puede indicar una angiografía:

  • Obstrucción parcial o completa del vaso sanguíneo: cualquier arteria o vena puede ver reducida su luz; la causa más frecuente es la formación de placas de colesterol. Algunas de las consecuencias que conlleva este trastorno son el infarto cardíaco, cerebral o intestinal, pero cualquier órgano puede verse afectado según el vaso sanguíneo obstruido. Si una persona presenta síntomas como dolor torácico (angina) o ha tenido un ataque cardíaco, se puede realizar una angiografía coronaria para evaluar el estado de las arterias coronarias y determinar si hay obstrucciones.
  • Estenosis arteriales: la estenosis es una estrechez de las arterias que depende directamente de todo el vaso, al contrario de las obstrucciones, que se producen por la formación de obstáculos en su interior. Una de las estenosis más frecuentes e importantes es la estenosis de las arterias renales.
  • Evaluación de aneurismas: si se sospecha la presencia de un aneurisma (una dilatación anormal de un vaso sanguíneo), especialmente en el cerebro o la aorta, la angiografía puede ayudar a confirmar el diagnóstico y determinar su tamaño y forma.
  • Malformaciones arteriovenosas: son conexiones anormales entre arterias y venas, especialmente en el cerebro. El estudio angiográfico nos permite visualizar las ramificaciones de las arterias, que a veces pueden ser desorganizadas y débiles. Estas anomalías pueden estar presentes desde el nacimiento o aparecer a lo largo de la vida. La angiografía puede ayudar a identificar y caracterizar estas malformaciones.
  • Hemorragias internas: en ocasiones no es fácil identificar cuál es el punto por el que se está produciendo una pérdida de sangre. La angiografía permite ver directamente dónde está la rotura de la arteria o vena por la que se escapa el contraste radiológico.
  • Evaluación de la circulación en extremidades: en personas con síntomas de enfermedad arterial periférica, como dolor en las piernas al caminar, se puede usar la angiografía para identificar y ubicar obstrucciones o estrechamientos en las arterias de las extremidades.
  • Varices venosas: la flebografía es un técnica que a día de hoy no se utiliza con frecuencia, pero sigue siendo útil para comprobar la permeabilidad venosa en todos sus puntos y planificar la cirugía.
  • Diagnóstico de tromboembolismo pulmonar: si se sospecha que un coágulo de sangre ha viajado a los pulmones (tromboembolismo pulmonar), se puede realizar una angiografía pulmonar para confirmar el diagnóstico.
  • Identificación de tumores: una angiografía puede ayudar a localizar tumores malignos, ya que la circulación en ellos es muy irregular y pueden verse con esta prueba. Algunos tumores pueden ser muy vascularizados, y la angiografía puede ayudar a determinar el suministro de sangre al tumor, lo que puede ser útil antes de la cirugía o otros tratamientos.
  • Planificación de cirugías: en algunas situaciones especiales es necesario realizar una angiografía para estudiar la anatomía de la circulación sanguínea en la zona que se va a operar, aunque a día de hoy se usa muy poco, gracias al desarrollo de la tomografía axial computerizada (TAC). Así, antes de realizar cirugías o tratamientos como la angioplastia (donde se usa un balón para ensanchar una arteria estrechada) o la colocación de stents, se puede hacer una angiografía para determinar la ubicación y la extensión de la obstrucción.
  • Traumatismos: en casos de lesiones traumáticas que pueden haber afectado a los vasos sanguíneos, la angiografía puede usarse para evaluar el daño.

  • Evaluación de enfermedades vasculares renales: en pacientes con hipertensión resistente al tratamiento o con insuficiencia renal, la angiografía puede ayudar a identificar estenosis de la arteria renal u otras anomalías vasculares renales.

  • Evaluación de la retina: en enfermedades oculares, como la retinopatía diabética, se puede hacer una angiografía retiniana para examinar los vasos sanguíneos del ojo.

  • Enfermedad de Buerger: en esta patología las arterias de los brazos y piernas sufren reacciones fibróticas que los interrumpen y los deforman, impidiendo así el flujo sanguíneo. Su principal causa es el tabaco, y la angiografía permite visualizar las formas características de las arterias en forma de sacacorchos.
Preparación para la angiografía

Preparación para la angiografía

La preparación para una angiografía puede variar según el tipo de angiografía que se vaya a realizar y las políticas del centro médico en particular en la que te realicen la prueba. Sin embargo, si te van a realizar una angiografía estas son las cuestiones que debes tener en cuenta antes del procedimiento:

  • Duración: la duración de la angiografía es variable,  pero generalmente, una angiografía por catéter puede durar desde unos minutos hasta más de una hora, entre 1 y 3. Suele llevar más tiempo cuando se decide intervenir sobre los vasos estudiados en el mismo momento, como al hacer una angioplastia –procedimiento para abrir los vasos sanguíneos estrechados o bloqueados–. Además, es posible que debas llegar al hospital o clínica varias horas antes de la hora programada para el procedimiento y permanecer un tiempo después para observación.
  • Ingreso: a menudo, la angiografía por catéter se realiza en régimen ambulatorio, lo que significa que podrías irte a casa el mismo día. Sin embargo, puede ser necesario ingresar la noche anterior a la realización de la prueba, y después de la misma lo habitual es que te quedes unas horas en observación, y a veces también es necesario ingresar una noche en el hospital, sobre todo si se realizan procedimientos adicionales o si surgen complicaciones.
  • ¿Es necesario ir acompañado?: sí, se recomienda llevar un acompañante. Es una prueba no exenta de riesgos y es mejor que después de someterte a la misma haya alguien para llevarte a casa y permanecer a tu lado unas horas, dado que se te administrarán sedantes durante el procedimiento.
  • Medicamentos: debes comunicar al médico todas las medicinas que tomes habitualmente, y él decidirá cuáles suspender o mantener, especialmente anticoagulantes o medicamentos para la diabetes. En ocasiones el médico te recomendará tomar algún medicamento que ayude a la realización de la prueba, pero se debe valorar a cada paciente de manera individual.
  • Comida: debes permanecer en ayunas 8 horas antes de someterte a una angiografí, excepto agua.
  • Ropa: puedes acudir con la misma ropa de cada día, y cuando llegues al centro médico te pedirán que te la quites y te pondrán una bata de ingreso, que resulta más cómoda e higiénica para realizar la prueba.
  • Documentos: es recomendable llevar el historial médico personal, aunque el médico ya lo tendrá con él. Antes de someterte a la prueba firmarás el consentimiento informado con el que aceptas que te realicen la técnica y conocerás los posibles riesgos, que son poco frecuentes. También te realizarán una serie de pruebas básicas, como un electrocardiograma o una analítica sanguínea; lleva los resultados contigo si te los han dado.
  • Embarazo y lactancia: la angiografía está contraindicada en estas situaciones. Si existe una mínima posibilidad de estar embarazada no debes someterte a esta prueba, ya que la exposición a los rayos X y el contraste radiológico pueden dañar al feto. Habitualmente el médico realiza una prueba de embarazo previa a las mujeres que no descartan estar embarazadas.
    La lactancia no supone una contraindicación directa, pero es mejor evitar la prueba hasta que termine el período de alimentación materna a no ser que sea estrictamente necesaria.
  • Contraindicaciones: el embarazo sería una contraindicación para la angiografía. Tampoco se debe realizar si tienes un daño crónico en los riñones, ya que el contraste radiológico puede inutilizarlos. Las personas que tengan una infección activa tampoco deberían someterse a esta prueba si no es estrictamente necesario. Por otro lado, si un paciente ha tenido una reacción alérgica previa a medios de contraste yodados (los más comunes en angiografías), se debe tener precaución. Aunque no es una contraindicación absoluta, se pueden administrar medicamentos premedicantes para reducir el riesgo de reacción, o considerar medios de contraste alternativos.

    Se debe tener también n cuenta que pacientes con trastornos hemorrágicos o aquellos que estén tomando anticoagulantes pueden tener un mayor riesgo de sangrado después de la inserción del catéter. En pacientes con insuficiencia cardíaca grave, la administración de medio de contraste puede exacerbar los síntomas. El yodo presente en el medio de contraste puede afectar la función tiroidea, especialmente en pacientes con enfermedad tiroidea preexistente.
Cómo se hace la angiografía
surassawadee / Shutterstock.com

Cómo se hace la angiografía

Aunque hay diferentes tipos de angiografías, describiremos el procedimiento estándar de la angiografía por catéter, que es la forma más tradicional. Cuando te vayan a realizar la angiografía, en primer lugar te preguntarán si estás de acuerdo con someterte a la prueba y te pedirán que firmes el consentimiento informado, donde leerás en qué consiste. Te citarán para que te sometas a la prueba otro día y te explicarán cómo tienes que acudir a ella.

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Para realizarte la prueba puede que te ingresen la noche de antes o no. Si acudes directamente por la mañana no debes olvidar permanecer en ayunas 8 horas antes. Acude al hospital tranquilo y acompañado, con tiempo suficiente para no estresarte antes de la prueba. Antes de entrar a la sala donde te realizarán la prueba te pedirán que te cambies de ropa y te darán un batín de hospital. Una vez dentro, verás varios monitores y una camilla donde te tumbarás boca arriba. Se administra una sedación leve para ayudarte a relajarte, aunque generalmente permanecerás despierto durante el procedimiento.

Antes de comenzar la intervención te colocarán un manguito en el brazo para controlar la tensión arterial, varios electrodos en el pecho para controlar el ritmo cardíaco, y una vía venosa en el otro brazo por si hay que inyectar algún fármaco. Dependiendo de la zona a estudiar te introducirán el catéter por una parte del cuerpo u otra. Normalmente aprovechan vasos sanguíneos grandes para que sea más fácil puncionarlos, como la arteria ilíaca en la ingle o la vena subclavia en el hombro. La zona que se puncione se afeitará y se limpiará con antisépticos para mantener unas medidas correctas de asepsia.

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En la zona rasurada se pinchará un poco de anestesia local antes de puncionar la arteria principal. Una vez puncionada, se comprobará que se ha alcanzado correctamente y se introducirá un tubo delgado hueco a través de la aguja. Después se retira la aguja dejando el tubo dentro de la arteria, y a través de este tubo se introduce el catéter, que es como un alambre. Con el catéter se llega hasta la región del cuerpo que se quiere estudiar; hay diferentes modelos con diferentes curvaturas para que sea fácil recorrer las arterias o venas. Todo el rato se realizan radiografías de baja radiación para controlar el paso del catéter. 

Cuando el catéter llege a la zona del cuerpo a estudiar se instilará el contraste radiológico. En ese momento es normal que notes calor y sofocos. Se toman múltiples imágenes desde diferentes ángulos mientras el medio de contraste fluye a través de los vasos sanguíneos. Una vez estudiados los vasos de la zona se decidirá si intervenir en el momento o no, y cuando se haya terminado se retirará el catéter. La zona por donde entró el catéter se presionará durante varios minutos para facilitar la coagulación, después se limpiará y se cubrirá con un vendaje u otros dispositivos de cierre vascular para sellar el sitio de punción.

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Por último, te pasarán a otra sala para que descanses y te mantendrán bajo vigilancia un tiempo. Es importante que permanezcas en reposo y limites el movimiento del sitio de acceso para prevenir el sangrado. Dependiendo del sitio de acceso y del procedimiento, luego pasarás a una habitación de ingreso hospitalario, o podrás irte a tu casa teniendo cuidado con la herida de la punción. Antes de ser dado de alta, recibirás instrucciones sobre el cuidado del sitio de acceso, actividades para evitar y signos de complicaciones a los que debes estar atento.

Posibles complicaciones de la angiografía

Las complicaciones en la angiografía no son muy frecuentes. Algunas que pueden ocurrir en ocasiones son:

  • Malestar, nauseas y vómitos.
  • Desmayos y pérdidas de conciencia.
  • Arritmias cardíacas: en ocasiones, la manipulación del catéter dentro del corazón puede provocar ritmos cardíacos anormales.
  • Alteraciones de la tensión arterial de forma brusca.
  • Reacción alérgica al medio de contraste radiológico: aunque es raro, pueden darse reacciones alérgicas al medio de contraste utilizado, cuyos síntomas pueden incluir picazón, erupción cutánea, dificultad para respirar o hinchazón.
  • Infarto cardíaco: si se realiza una angiografía coronaria, hay un riesgo de complicaciones cardíacas, como un ataque cardíaco.
  • Infarto cerebral: en angiografías cerebrales, hay un pequeño riesgo de accidente cerebrovascular o daño cerebral debido a la obstrucción del flujo sanguíneo.
  • Hemorragia interna o pericárdica.
  • Embolismos y coágulos locales: equeños coágulos de sangre o fragmentos de placa pueden desprenderse y viajar a otras partes del cuerpo, potencialmente obstruyendo el flujo sanguíneo.
  • Hematoma: se puede formar una acumulación de sangre en el sitio donde se insertó el catéter. Esto es especialmente común si el sitio de acceso no se comprime adecuadamente después de retirar el catéter.
  • Sangrado en el sitio de inserción del catéter o, en raras ocasiones, en otras partes del cuerpo.
  • Infección: existe un pequeño riesgo de infección en el sitio donde se insertó el catéter.
  • Problemas renales: el medio de contraste puede afectar la función renal, especialmente en pacientes con enfermedad renal preexistente.

Es importante destacar que, aunque estas complicaciones son posibles, la mayoría de los pacientes no experimenta problemas y el procedimiento se realiza con éxito. sigue todas las instrucciones de cuidado posprocedimiento para minimizar los riesgos. Si surgen síntomas o preocupaciones después de una angiografía, es esencial buscar atención médica inmediatamente.

Resultados de la angiografía

Resultados de la angiografía

Después de realizar una angiografía, las imágenes obtenidas se analizan detenidamente para determinar la condición de los vasos sanguíneos y para identificar cualquier anomalía. Los resultados de la angiografía se pueden conocer nada más terminada la prueba, cuando los vasos sanguíneos están íntegros se observan bien perfilados, sin muescas ni pérdidas de contraste. Especialmente, durante procedimientos en tiempo real como la angiografía coronaria, en la que el médico puede identificar problemas y discutir resultados preliminares con el paciente poco después de que finalice el procedimiento. 

La visualización de estenosis, fístulas o malformaciones (aneurismas) es directa e inmediata, sobre todo en vasos de gran calibre, siendo más complejo y con necesidad de un estudio más minucioso el diagnóstico de lesiones vasculares en arterias de pequeño tamaño. Por ejemplo, la angiografía cerebral requiere de una mayor precisión y por tanto de una demora en los resultados, dada la complejidad del sistema vascular cerebral. Por el contrario, en algunas arterias de la cavidad abdominal, estas lesiones son más evidentes siendo inmediato el diagnóstico de determinadas lesiones.

Es frecuente que los resultados de las pruebas de la angiografía no los entregue directamente el radiólogo que las realiza, sino el médico que las haya solicitado, por lo que se requerirá una nueva cita con el mismo. Si el diagnóstico implica un tratamiento, éste podrá ser quirúrgico o con una nueva angiografía.

¿Qué pueden indicar los resultados de una angiografía?

  • Vasos sanguíneos normales: Si los vasos sanguíneos muestran un flujo sanguíneo libre y sin obstrucciones, esto indica que son normales y no hay enfermedad vascular en el área examinada.
  • Estenosis o estrechamiento: Un área estrechada en un vaso sanguíneo indica aterosclerosis u otra enfermedad vascular. En las arterias coronarias, esto puede ser un signo de enfermedad arterial coronaria.
  • Oclusión: Si un vaso sanguíneo está completamente bloqueado, esto indica una oclusión. Puede ser el resultado de un coágulo sanguíneo o una placa aterosclerótica.
  • Aneurisma: Una dilatación o ensanchamiento anormal de un vaso sanguíneo es conocido como aneurisma. Puede ser un hallazgo importante, ya que los aneurismas tienen el riesgo de romperse, especialmente si son grandes.
  • Malformaciones vasculares: Las malformaciones son conexiones anormales entre arterias y venas. Pueden ser congénitas (presentes al nacer) o adquiridas.
  • Tumores: Algunos tumores pueden mostrarse porque tienen un suministro sanguíneo significativo. Estos tumores "vascularizados" pueden visualizarse durante una angiografía.
  • Evaluación previa y posterior a intervenciones: La angiografía puede ser útil antes de procedimientos quirúrgicos para planificar la cirugía, o después de intervenciones (como stents o cirugías de bypass) para asegurarse de que el flujo sanguíneo ha sido restaurado adecuadamente.

Los resultados de la angiografía guiarán las decisiones terapéuticas. Mediante este procedimiento se pueden realizar determinados tratamientos en el campo de la angiografía intervencionista, como dilatar algunas estenosis, canalizar mediante stents o muelles, o introducir algun fármaco para provocar un trombo localizado y así disminuir el riego de algunos tumores o conseguir el cese de algunos sangrados. En el caso de un aneurisma, el tratamiento podría variar desde la observación hasta la intervención quirúrgica. Si se realizan estos tratamientos, los resultados pueden ser inmediatos como también lo será la mejoría de los síntomas.

Creado: 22 de agosto de 2013

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