La gonorrea es una enfermedad de transmisión sexual que en los últimos años está desarrollando cepas que ofrecen resistencia a los antibióticos con los que habitualmente se trata esta patología, por lo que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha alertado que se trata de un grave problema de salud pública, ya que se estima que cada año 106 millones de personas se contagian de esta enfermedad, y se han detectado casos de gonorrea resistente a medicamentos en diversos países como Japón, Francia, Reino Unido, Suecia y Noruega y Australia.

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Si los pacientes con gonorrea no responden al tratamiento con cefalosporinas –antibióticos que se emplean como última opción para combatir la enfermedad– se pueden quedar sin alternativas para conseguir la curación. De esta forma, mientras la infección aumenta su incidencia, los tratamientos disponibles resultan ineficaces, y por el momento no existen nuevos fármacos que los puedan sustituir.

Cada año se detectan en todo el mundo 450 millones de casos de infecciones por las cuatro ETS más comunes (clamidias, gonorrea, tricomonas y sífilis)

Según datos de la OMS cada año se detectan en todo el mundo 450 millones de casos de infecciones por las cuatro ETS más comunes (clamidias, gonorrea, tricomonas y sífilis), y se ha producido un incremento generalizado de la incidencia de este tipo de patologías. Si estas enfermedades no son tratadas, la infección puede extenderse a otros órganos y pueden ocasionar graves complicaciones, como infertilidad, aborto espontáneo, parto prematuro

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Los especialistas han alertado, además, de que el aumento de este tipo de patologías se debe sobre todo a una relajación de las medidas preventivas adoptadas por la población, que ha perdido en parte el miedo al VIH. Y es que los nuevos tratamientos contra el VIH, que han permitido que muchos de los infectados no lleguen a desarrollar sida, han propiciado que esta enfermedad sea ahora menos temida.

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Actualizado: 1 de agosto de 2017

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