El aborto espontáneo, o aborto natural, es la pérdida de un feto, por causas naturales y no intencionadas, antes de la semana 20 del embarazo (las pérdidas de fetos con posterioridad a esa semana se denominan partos prematuros).
Se pueden distinguir varios tipos de aborto espontáneo:
- Aborto completo: cuando se expulsa íntegramente el saco gestacional.
- Aborto incompleto: quedan restos de la concepción dentro del útero. Normalmente es preciso realizar un legrado, o administrar algún medicamento para eliminar lo que no se ha expulsado.
- Aborto diferido: el embrión o feto ha muerto, pero sigue en el útero, y la mujer no tiene síntomas de aborto.
Síntomas de un aborto espontáneo
- Lumbago o dolores abdominales, similares a un dolor menstrual fuerte.
- Expulsión de material tisular, o en forma de coágulos, procedente de la vagina.
- Hemorragia vaginal, que puede estar acompañada de dolor abdominal.
Estos síntomas, aunque pueden ser indicios de amenaza de aborto, o pérdida irremediable del feto, se pueden producir durante los primeros meses del embarazo, sin que su aparición implique que se vaya a producir un aborto, pero siempre son motivo de consulta médica.