El escualeno, un hidrocarburo que se extrae del aceite de hígado de tiburón, ha demostrado ser efectivo para prevenir la acumulación de triglicéridos que intervienen en el metabolismo de los ácidos grasos, favoreciendo así el tratamiento de la esteatosis hepática, patología popularmente conocida como hígado graso.

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Investigadores españoles del Centro de Investigación Biomédica en Red-Fisiopatología de la Obesidad y la Nutrición (CIBERobn) han realizado un estudio, que se ha publicado en ‘Journal of Proteomics’ -la revista de la Asociación Europea de Proteómica-, para probar las propiedades del escualeno en ratones de laboratorio.

El escualeno también está presente en alimentos de origen vegetal como el germen de trigo y las aceitunas

El doctor Jesús Osada, que ha dirigido el estudio, ha explicado que el hidrocarburo modificó la expresión de 18 proteínas que intervienen en diferentes procesos metabólicos y de 12 relacionadas con el contenido de grasa en el hígado, algunas de las cuales previenen la acumulación de triglicéridos en este órgano.

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Según el Dr. Osada, en los animales tratados con escualeno también se produjo un aumento de la expresión de ciertas proteínas cuya variación produce efectos beneficiosos sobre el hígado graso.

Los especialistas han aprovechado para recordar la importancia de que los pacientes con hígado graso no beban alcohol y lleven una dieta equilibrada, para facilitar la recuperación de las células hepáticas.

Han recomendado tomar alimentos de origen vegetal, que también contienen escualeno, como el germen de trigo, el salvado de arroz y las aceitunas. Y destacan los beneficios del aceite de oliva virgen, que contribuye a prevenir el exceso de ácido graso que tiende a acumularse en el hígado.

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Actualizado: 24 de octubre de 2017

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