Poliomielitis
La poliomielitis, una enfermedad infecciosa que puede causar discapacidad, suele ser asintomática, lo que favorece su propagación y hace de las campañas de vacunación el único método de control efectivo.

Diagnóstico de la poliomielitis

Por: David Saceda Corralo

Médico Interno Residente, especialista en Dermatología Medicoquirúrgica y Veneorología

Actualizado: 6 de enero de 2023

Los síntomas y signos clínicos son poco específicos, por lo que es difícil llegar al diagnóstico de poliomielitis si un niño acude al médico en la etapa subclínica de la infección. En cualquier caso, el dato más importante para sospechar la presencia de la enfermedad es no haber vacunado al niño correctamente. Si un niño está bien vacunado contra la poliomielitis, el riesgo de contraerla es casi nulo (su efectividad oscila entre el 95-99%) y por lo tanto podría ser prácticamente suficiente para descartar el ser una posibilidad diagnóstica.

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El médico en la consulta podrá hacer preguntas a la familia sobre el calendario vacunal del niño y sobre la enfermedad actual (¿cuánto tiempo lleva así?, ¿hay alguien más enfermo en casa?, ¿qué síntomas tiene?, etcétera). Después explorará al niño para detectar signos de su cuerpo que supongan una alarma. El dato más grave sería rigidez de nuca, que se produce cuando hay una meningitis por cualquier motivo. Si la rigidez de nuca está presente se pueden plantear pruebas más invasivas para identificar la meningitis.

La analítica de sangre durante una poliomielitis sirve de poco; se pueden identificar algunas alteraciones de inflamación y de infección, pero aparecerían en cualquier infección vírica. El estudio de anticuerpos contra bacterias o virus podría dar positivo para poliovirus, pero a día de hoy no se trata de una prueba de rutina, por lo que sólo se indica cuando no se haya puesto vacuna de la polio.

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Una prueba diagnóstica muy importante si hay sospecha de meningitis es la punción lumbar. Se trata de introducir una aguja a través de la columna vertebral para poder extraer un poco de líquido cefalorraquídeo que baña al sistema nervioso. Una vez más, los datos de esta prueba son inespecíficos, sirve para confirmar la meningitis infecciosa, descartar que la causa sea una bacteria, y confirmar que sea un virus, pero no confirma que sea justo el virus de la polio el causante.

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