Una nueva técnica permite aumentar el número de trasplantes de hígado

Paciente con cicatrices por un trasplante de hígado
Se obtuvo un injerto que para la donante suponían sólo un 40% de su hígado.

Un equipo de la Clínica Universidad de Navarra (CUN) ha realizado un trasplante de hígado utilizando como injerto la zona posterior del órgano del donante, una novedosa técnica quirúrgica que permite aumentar entre un 15 y un 20 por ciento el número de posibles trasplantes de hígado entre vivos.

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Según ha informado la CUN en un comunicado, se trata de una cirugía pionera en Occidente, ya que la intervención convencional que se realiza habitualmente en los centros hospitalarios occidentales utiliza el lóbulo hepático derecho o izquierdo del donante.

”Con este procedimiento, se abre un abanico de nuevas posibilidades de trasplante hepático que, hasta el momento, debido a las características anatómicas del hígado del donante, no eran factibles. Por este motivo nos veíamos obligados a desestimar la posibilidad de realizar aproximadamente un 15% de los trasplantes hepáticos entre vivos”, destaca el doctor Fernando Pardo, director del Servicio de Cirugía Hepatobiliopancreática de la Clínica Universidad de Navarra.

“Debido a las características anatómicas del hígado del donante, nos veíamos obligados a desestimar la posibilidad de realizar aproximadamente un 15% de los trasplantes hepáticos entre vivos”

La técnica quirúrgica estándar contempla habitualmente la extracción del lóbulo derecho hepático del donante. “Debido a las características de los pacientes occidentales, normalmente es necesaria la extracción de un 60% del hígado del donante para obtener un injerto adecuado para el receptor”, indica el doctor Fernando Rotellar, especialista del Servicio de Cirugía Hepatobiliopancreática de la Clínica. Dicha proporción hepática -un 60% del órgano para trasplantar al receptor y hasta un mínimo del 30% para mantener en el donante-, es la necesaria para que no se produzcan problemas de insuficiencia hepática en el postoperatorio, subrayan ambos cirujanos.

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En ocasiones, las características anatómicas del hígado del donante impiden mantener la proporción adecuada entre el volumen del injerto necesario para donar al receptor y el que debe quedar en el donante. En estos casos, si se extrae uno de los dos lóbulos -izquierdo o derecho-, el donante podría quedar con un volumen de hígado insuficiente para un funcionamiento hepático adecuado. Si se produce esta circunstancia, el trasplante de ese donante deberá desestimarse.

Características del caso

El pasado 5 de abril el equipo de cirujanos de la Clínica abordó un trasplante de hígado entre vivos, en el que concurrían las citadas particularidades. “En este caso concreto, el lóbulo izquierdo de la donante contenía menos del 30 por ciento de su hígado, por lo que no era factible llevar adelante la donación habitual, ya que hubiese quedado con menos volumen hepático del necesario”, apuntan.

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Siguiendo el protocolo estándar, el trasplante del injerto de la esposa-donante a su marido-receptor hubiese sido desestimado. Sin embargo, los especialistas de la Clínica observaron las características de los segmentos posteriores del hígado de la donante y confirmaron la posibilidad de practicar con éxito la intervención. “En este trasplante en particular, la donante presentaba un sector posterior derecho hepático -los segmentos 6 y 7- con volumen suficiente para el peso del receptor. Se obtuvo un injerto con ambos segmentos, que para la donante suponían sólo un 40% de su hígado”, indica el doctor Pardo.

La evolución de la donante y del receptor fue excelente, de tal manera que obtuvieron el alta hospitalaria a los 7 y 13 días, respectivamente, han añadido desde la CUN.

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Fuente: EUROPA PRESS

Actualizado: 20 de junio de 2018

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