Tratamiento de una lumbalgia
Médico de Familia
Revisado: Dr. José Antonio Nuevo González
Especialista en Medicina Interna. Servicio de Urgencias del Hospital Gregorio Marañón de Madrid
Actualizado: 22 de septiembre de 2022
Según el tipo de dolor que se sufra, el tratamiento de la lumbalgia será de una u otra manera:
Lumbalgia secundaria a patología grave o específica
Debe tratarse la causa, con el tratamiento especifico para la misma.
Lumbalgia aguda inespecífica
La medida principal durante la fase aguda ha sido tradicionalmente el reposo absoluto en cama; sin embargo, estudios han demostrado que el reposo en cama de más de dos días resulta más perjudicial con respecto al dolor y a la incapacidad funcional que la actitud activa, por lo que se recomienda reanudar cuanto antes la deambulación y las actividades habituales (con excepción de los trabajos físicos pesados). Es conveniente una reeducación postural orientada a evitar las actividades y posturas que desencadenan el dolor.
El tratamiento farmacológico se basa en los fármacos analgésicos (paracetamol), antiinflamatorios y relajantes musculares (estos últimos, no más de dos semanas).
A partir de la segunda semana, debe recomendarse ejercicio aeróbico suave y, a partir de la cuarta semana, ejercicios de flexibilidad y fortalecimiento del tronco.
Si persisten los síntomas más de 4-6 semanas a pesar del tratamiento conservador, o la intensidad aumenta durante el mismo, es necesario volver a valorar al paciente de forma completa, realizando pruebas diagnósticas y tratamientos específicos, si lo precisa.
Lumbalgia aguda inespecífica recidivante
Se debe tratar el episodio agudo de la manera indicada. Existe evidencia moderada a favor del empleo de ejercicio físico aeróbico, de flexibilidad y fortalecimiento del tronco como prevención a largo plazo para reducir los episodios de lumbalgia aguda.
Lumbalgia subaguda inespecífica
Una vez completado el tratamiento de la fase aguda, se recomienda no dejar más tiempo del necesario el tratamiento analgésico. El ejercicio combinado con terapia conductual (cuidar las posturas sobre todo) ha demostrado una moderada eficacia en estos casos.
Lumbalgia crónica inespecífica
Cuando el dolor perdura durante más de 12 semanas (tres meses), se establece el diagnóstico de dolor lumbar crónico. En estos casos, si la exploración física permite descartar una patología grave, no se recomienda ningún método diagnóstico salvo que se sospeche una causa específica.
El tratamiento tiene como objetivo conseguir que el paciente tenga una actividad física normal. Los programas de ejercicios y las terapias de conducta han demostrado su utilidad; sin embargo, la fisioterapia (calor o frío, corsé, láser, ultrasonidos) no se recomiendan en estos pacientes. Para el dolor, se debe pautar analgesia a intervalos cortos de tiempo; los antidepresivos y relajantes musculares pueden ayudar a controlar este síntoma.
Medidas intervencionistas, como la acupuntura o los corticoides epidurales o intra-articulares, no han resultado eficaces. En determinados casos debe valorarse la posibilidad de derivar al paciente a unidades del dolor, para seguir tratamientos a largo plazo.
La cirugía puede ser una opción para casos de más de dos años de lumbalgia crónica en los que hayan fracasado todas las medidas conservadoras y exista una enfermedad degenerativa discal de uno o dos niveles.
En el manejo de estos pacientes es así mismo fundamental la prevención de la incapacidad por lumbalgia, para lo cual son útiles las siguientes estrategias: poner igual énfasis en aliviar el dolor que en recuperar la función, recomendar a los pacientes que continúen activos, desviar los recursos a modalidades de tratamiento activas (evitar masajes, rehabilitación pasiva, reposo prolongado, acupuntura, etcétera, pues no hay evidencia de su eficacia).
Creado: 30 de julio de 2010