Fruto por alimento, opción para costearte un caballo

Existe la posibilidad de disfrutar de un caballo a cambio de asumir su manutención, algo que se conoce como ‘fruto por alimento’. Te explicamos en qué consiste y cuáles son sus ventajas e inconvenientes.
Fruto por alimento

Poder montar un caballo es posible aunque no tengas una gran capacidad económica gracias a opciones como el 'fruto por alimento'.

Por: Santiago Jiménez

Monitor de equitación

Actualizado: 10 de julio de 2025

Si tienes un caballo o estás pensando en adquirir uno, seguro que te has preguntado cómo mantenerlo en óptimas condiciones sin que los costes se disparen. Entre las diversas opciones para el cuidado y alojamiento de nuestros equinos, existe una alternativa cada vez más popular: el llamado "fruto por alimento". 

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Pero ¿qué significa exactamente esta curiosa expresión? ¿En qué consiste realmente esta modalidad de cuidado equino? ¿Es adecuada tanto si tienes tu caballo en una hípica como en tu propia finca? Sigue leyendo para descubrirlo.

¿Qué es el fruto por alimento?

El ‘fruto por alimento’ es una modalidad específica de acuerdo o contrato por el cual una persona propietaria de un caballo lo cede temporalmente a otra persona o entidad (normalmente una hípica o particular), que se compromete a mantener y cuidar al animal a cambio de su uso o explotación. Dicho de otro modo, consiste en asumir los costes de pupilaje, box, alimentación, vacunas, herraje y veterinario de un caballo que no nos pertenece, a cambio de poder montarlo como si fuese nuestro. Los contratos para formalizar este tipo de acuerdos suelen hacerse por un año y hay infinidad de cesiones, cada una con sus propias particularidades.

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Este acuerdo es frecuente en centros ecuestres, escuelas de equitación o particulares que desean disponer de caballos para montar o dar clases sin necesidad de realizar una inversión inicial en la compra del animal, mientras que el propietario original libera los gastos de mantenimiento del caballo.

Obviamente, nadie más puede montarlo ni usarlo, sino que el animal es enteramente nuestra responsabilidad, y generalmente es propiedad de la Hípica o de un particular. Veamos las diferencias de cómo se lleva a cabo en cada caso:

Propiedad de la Hípica 

Si decides optar por el fruto por alimento con una hípica o centro ecuestre, estarás confiando el mantenimiento diario y la gestión integral de tu caballo a profesionales. La hípica suele utilizar al caballo para actividades propias, tales como clases de equitación, rutas guiadas o actividades terapéuticas. A cambio, se compromete a cubrir los gastos esenciales, como alimentación, alojamiento en boxes o paddocks, limpieza, ejercicio regular y atención veterinaria básica.

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Aunque no suele hacerse contrato si hay la suficiente confianza, nuestra recomendación es hacer siempre un contrato entre particulares para evitar cualquier tipo de malentendido; las ventajas del contrato son muchas, y muy pocos sus inconvenientes.

La ventaja principal es que tu caballo estará cuidado y supervisado de manera profesional, al tiempo que se reduce significativamente tu gasto mensual. Por otro lado, ten en cuenta que generalmente la hípica establecerá horarios en los que podrás usar o visitar al caballo, con cierta limitación en la libertad de movimiento o decisión sobre su uso.

Propiedad de un particular

Cuando estableces un acuerdo de fruto por alimento con un particular, normalmente significa que esta persona disfrutará del uso del caballo a cambio de hacerse cargo de los gastos de mantenimiento. Esta opción es común entre personas con experiencia en equitación que buscan un caballo para montar de manera regular, pero que no pueden o quieren asumir la compra y propiedad total del animal.

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En este caso, si bien es más común realizar un contrato entre particulares, las opciones y características del mismo son muy variadas, y son los dueños del animal los que establecen las cláusulas que determinen, según sus deseos y en función del tipo de caballo, cómo exigir que sea herrado por un determinado herrador o que un veterinario concreto sea el que acuda a verle, que si se trata de un caballo de salto no salte más de una altura determinada, que se les avise si ocurre algo, etcétera.

Desde el punto de vista del propietario o Centro Hípico que cede el caballo, siempre conviene especificar cuántas horas máximo se puede montar al día, los días de descanso semanales, la modalidad de monta (salto, doma, campo…), la altura máxima en salto y nivel de reprise en doma y, como ya hemos mencionado, el tipo de alimentación, veterinario o herrador de referencia y las fechas de vacunación.

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La ventaja clave es que existe un trato más cercano y flexible, con posibilidad de acordar condiciones personalizadas. Sin embargo, requiere más confianza y buena comunicación entre ambas partes, para evitar conflictos derivados de diferencias en el estilo o métodos de cuidado del animal.

Coste del fruto por alimento

El precio medio del 'fruto por alimento' ronda los 300-450 € mensuales, y suelen ser más caros los centros cercanos a grandes ciudades y los de reconocido prestigio.

Cuánto cuesta el ‘fruto por alimento’

El fruto por alimento no suele tener un coste fijo definido, ya que precisamente su esencia es evitar un desembolso económico por parte del propietario original. El coste lo asume quien disfruta del caballo, encargándose de:

  • Alimentación (piensos, forraje, suplementos)
  • Herrado y cuidados de cascos periódicos
  • Atención veterinaria preventiva básica
  • Alojamiento en establo o pasto
  • Otros gastos derivados de su mantenimiento diario

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Por tanto, el precio del ‘fruto por alimento’ puede variar mucho dependiendo de la zona (suelen ser más caros los que se encuentran cerca de grandes ciudades), y de las características del centro donde lo estabules, pero en general rondan aproximadamente desde los 120€ el más barato hasta los 900€ el más caro; no obstante el precio medio ronda los 300-450€, y depende de la actividad que quieras realizar: salto, doma, campo…, y de las instalaciones y servicios de los que disponga (si tiene pista cubierta, caminador, si los mozos limpian y equipan al caballo…), de su ubicación, del tipo de alimentación que se proporciona a los animales y, en algunos casos, incluso de su prestigio, bien adquirido por muchos años de buen hacer, o por ser referente en competiciones con profesionales de peso.

El pupilaje básico suele incluir tres comidas (desayuno, comida y cena), grano y forraje, limpieza de box diario, cambio de cama (que suele ser de paja o viruta) y, en la mayoría de las Hípicas, se incluye también el cambio de manta (en tiempo frío son los mozos los que se encargan de poner y quitar las mantas en función de la temperatura y del estado de los caballos). Suelen ser servicios extras: la suelta de los caballos en prados, ponerlos en el caminador, preparar al caballo cuando se les avisa de que vamos a montar, limpiar y engrasar el equipamiento, extra de forraje o un pienso específico para nuestro compañero.

Cuidado del caballo

Cómo realizar el contrato de fruto por alimento

Para realizar un contrato entre particulares que establezca las condiciones del 'fruto por alimento' puede valerte sin problemas cualquiera genérico, en el que se pueden incluir (por parte de la propiedad) las cláusulas que se estimen oportunas, pero si no estás de acuerdo con alguna de las cláusulas o quieres incluir tú alguna, todo es cuestión de negociar con el propietario y habrá quienes accedan y quienes no.

En cualquier caso, existen abogados ecuestres especializados que te pueden ofrecer una información más detallada de todo lo concerniente a este tipo de contratos.

Cualquier tipo de cesión es un excelente y necesario paso antes de la compra de tu futuro caballo, es la mejor manera de saber lo que significa la responsabilidad de tener un caballo y conocer los pros y contras que conlleva, y de saber si lo puedes o quieres compaginar con tu vida profesional y personal.

Un consejo: si puedes, equipa tú el caballo y no dejes esa responsabilidad a otros, porque al final el que se sube encima eres tú, el que se puede caer y hacer daño eres tú, y no hay nadie mejor para saber cuál el estado de ánimo de nuestro compañero ese día, si le duele o molesta algo, y para asegurase de que el equipo está correctamente colocado y en buen estado para su uso sin peligros ni desgastes anómalos.

Una joven apoya la frente en la cabeza de su caballo

Gracias al fruto por alimento puede crearse un gran vínculo con el caballo.

Ventajas del fruto por alimento

El ‘fruto por alimento’ tiene ventajas e inconvenientes, que debes sopesar para valorar si te interesa, ya que depende de lo que busques, de tu nivel de equitación y de las expectativas que tengan en lo que estás practicando. Si necesitas un caballo para aprender, un ‘fruto por alimento’ puede ser una muy buena opción por varias razones:

  • Te ofrece la oportunidad de crear un vínculo con el caballo que, con el paso del tiempo, crea complicidad y confianza entre ambos, algo que no suele ocurrir cuando vas a dar clase, ya que el caballo que montas tiene multitud de jinetes/amazonas, y unos le tiran de la boca, otros le golpean la grupa con su peso, otros se desequilibran, etcétera. El caballo te entiende mejor, tus órdenes son más claras para él, y generalmente es más receptivo a todo, a tus gustos, a tu forma de moverte, a tus acciones, a la hora de interpretar tu estado de ánimo… A poco que te gusten los animales, tus sensaciones y progreso irán a más con una gran sonrisa, y se trata sin duda de la mejor opción antes de decidirse por la compra de un caballo.
  • Es innegable que este tipo de acuerdo te ayudará a entender más a tu fiel compañero y a avanzar en el aprendizaje de los secretos de la equitación. En el caso de los niños, además de servirles como una excelente escuela, permite cambiar de caballo sin pérdida económica y proseguir con la formación; recordemos que los niños crecen y avanzan, y el caballo puede quedarse pequeño (tanto en tamaño como en capacidad), o el niño perder el interés.
  • En muchos casos, ese caballo ‘fruto por alimento’ se puede llegar a convertir en tu caballo porque es la mejor manera de conocer un caballo y evitar que nos den gato por liebre. Y es que hay profesionales muy buenos y honestos, pero también abundan (y con la crisis más), los que intentan timar al desprevenido o confiado futuro comprador, y gracias a esta modalidad de cesión se disipan todas esas dudas, y puedes saber al cien por cien lo que estas comprando. Al final pasas mucho tiempo conociendo ese caballo, viéndole en muchas situaciones, con sus cambios de humor, de tiempo (que también afecta a los caballos), en el campo, en la pista, equipándolo, limpiándolo, duchándolo, etcétera.
  • Se puede comprobar si el caballo tiene una lesión (oculta o disfrazada), que no tenga resabios, que sea acorde a tu nivel, que tenga un buen nivel de doma o entrenamiento, y su nobleza.
  • Este tipo de cesión también permite que dos personas compartan el mismo caballo, dividiendo los gastos en función de los días que vayan a montarlo; en este caso siempre conviene especificar qué días va a ser montado por cada uno para evitar problemas.
  • Aunque el ‘fruto por alimento’ implica un mayor gasto fijo que abonar clases de equitación, las prestaciones, posibilidades y aprendizaje también son mayores. Además, si en un momento dado no podemos asumir las gastos que conlleva, se puede finalizar el acuerdo sin tener la necesidad de malvender el caballo o de seguir pagando el pupilaje hasta que se formalice la venta.
Inconvenientes del ‘fruto por alimento’

Lo malo es que, después de haber creado un vínculo con el caballo, el dueño puede querer dejar de ofrecerlo por 'fruto por alimento'.

Inconvenientes del ‘fruto por alimento’

En cuanto a los inconvenientes del ‘fruto por alimento’, antes de decantarte por la cesión debes tener en cuenta que:

  • Al final el caballo no es tuyo, y puede ocurrir que después de crear un vínculo con él, de repente su dueño decida que ya no lo ofrece en ‘fruto por alimento’ por las razones que estime oportunas, y tú te quedes sin poder volver a ver ni a disfrutar del animal.
  • Tanto en el caso de que el caballo en cuestión pertenezca a un Centro Hípico, como a un particular, hay que tener en cuenta que la mayoría de los caballos que se ofrecen en cesión suelen estar a la venta, por lo que si hay alguien interesado en él tendrá derecho a poder probarlo.
  • La responsabilidad civil ante cualquier percance recae en el que toma el caballo, también por lesión o enfermedad, si bien en el caso de una enfermedad natural la cesión se puede romper, ya que no se podría hacer uso del caballo que es el fin de la cesión; generalmente se da un preaviso de uno o dos meses.
  • Los caballos de escuela proporcionan también una excelente formación (cuando se hacen bien las cosas), y no requieren de un gasto fijo mensual, sino que simplemente se abonan las clases y punto, por lo que resulta más barato, y si cualquier circunstancia nos impide asistir a clase durante una temporada tampoco tendremos que pagar.

Creado: 21 de agosto de 2015

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