Cómo hacer ejercicio para reducir el riesgo cardiovascular y de cáncer

Un estudio liderado por el investigador de la Universidad de Zaragoza Rubén López-Bueno, encuentra la combinación de ejercicio que reduce la mortalidad por todas las causas, y el riesgo de enfermedades cardiovasculares y cáncer.
Un hombre hace ejercicio en la playa con pesas

14/08/2023

Cada vez somos más conscientes de la importancia que tiene hacer ejercicio físico para mantener una buena salud, porque además de ayudar a controlar el peso, disminuye los niveles de presión arterial y colesterol, potencia la masa muscular y fortalece los huesos y reduce las probabilidades de padecer enfermedades, como la diabetes, e incluso problemas mentales. Sin embargo, conocer cuál es la combinación ideal de ejercicio para reducir el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares (ECV) o cáncer, puede contribuir a evitar la mortalidad precoz.

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La Organización Mundial de la Salud (OMS) ofrece unas recomendaciones generales sobre actividad física en función de la edad del individuo y, en general, aconseja que se haga ejercicio un mínimo de entre 150 y 300 minutos a la semana si se trata de actividad física aeróbica moderada, o entre 75 y 150 minutos si el ejercicio es vigoroso. Ahora, un nuevo estudio liderado por el investigador de la Universidad de Zaragoza Rubén López-Bueno, ha encontrado la combinación de ejercicio que reduce la mortalidad por todas las causas, las enfermedades cardiovasculares y el cáncer en adultos.

Mejor opción: combinar ejercicio aeróbico y tonificación muscular

En la investigación se analizaron datos de 500.705 personas con una edad media de 46,4 años a las que se siguió durante 10 años. Los resultados se han publicado en JAMA Internal Medicine y revelan que “las combinaciones óptimas para la reducción del riesgo de mortalidad por cáncer y ECV fueron más de 150 a 225 minutos de actividad aeróbica moderada (MPA), más de 0 a 75 minutos de actividad física aeróbica vigorosa (VPA) y dos o más sesiones de fortalecimiento muscular (MSA) por semana, y más de 300 minutos de MPA, más de 0 a 75 minutos de VPA y dos o más sesiones de MSA por semana, respectivamente”.

“Los niveles de actividad aeróbica moderada y vigorosa superiores a los recomendados pueden reducir aún más el riesgo de cáncer y la mortalidad por todas las causas, respectivamente”

Las tasas de mortalidad ajustadas representaron una mortalidad aproximadamente un 50% inferior para la mortalidad por todas las causas y por cáncer y una tasa de mortalidad aproximadamente tres veces inferior para la mortalidad por enfermedades cardiovasculares. Todo ello en comparación con el grupo de personas que no hacían ejercicio aeróbico moderado o vigoroso y realizaban menos de la actividad de fortalecimiento muscular recomendada. Según las conclusiones del trabajo, “los niveles de MPA y VPA superiores a los recomendados pueden reducir aún más el riesgo de cáncer y la mortalidad por todas las causas, respectivamente”.

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Cómo se seleccionaron los participantes en el estudio

Para realizar el estudio se agruparon agrupó datos procedentes de 22 rondas consecutivas de la Encuesta Nacional de Salud de los Estados Unidos (NHIS; 1997-2018), una encuesta representativa a nivel nacional de la población no institucionalizada en este país que se lleva a cabo cada año por el Centro Nacional de Estadísticas de Salud de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, y que también proporciona la aprobación ética de las encuestas y los procedimientos para el consentimiento informado.

Brevemente, se realizaron encuestas personales en los hogares seleccionados de grupos aleatorios a través de un procedimiento de muestreo estratificado, complejo y de etapas múltiples. De una muestra de 646.201 participantes se excluyó a aquellos que padecían enfermedades crónicas como cáncer, cardiopatías, enfisema o ictus, así como a los que carecían de datos, o no podían realizar actividad aeróbica intensa o moderada.

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Tampoco se tuvo en cuenta a los individuos en los que faltaban datos sobre covariables, incluidas las patologías crónicas, las limitaciones funcionales, el estado civil, la educación, el consumo de alcohol, el hábito de fumar y el índice de masa corporal. Para evitar el sesgo de causalidad inversa, se excluyeron los resultados de mortalidad durante los dos primeros años de seguimiento. Así, el presente estudio recuperó datos de una cohorte final de 500.705 adultos mayores de 18 años.

En estudios previos realizados en adultos estadounidenses se había observado que, para la misma cantidad de actividad física moderada y vigorosa, una mayor proporción de actividad intensa se asociaba con un menor riesgo de mortalidad por todas las causas, pero no con la mortalidad por ECV o cáncer.

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Los resultados de dichos trabajos también señalan que existen asociaciones únicas entre diferentes combinaciones de ejercicio con la mortalidad por todas las causas. Sin embargo, su implicación en el descenso de la mortalidad por ECV o cáncer han sido mucho menos exploradas.

 

Actualizado: 14 de agosto de 2023

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