El ejercicio ayuda a reponerse tras la cirugía por cáncer de pulmón

Los pacientes con carcinoma pulmonar no microcítico que inician una actividad física tras someterse a una cirugía para extirpar el tumor tienen menos dificultad para respirar y mejoran la fuerza de sus músculos.
Hombre tras ser operado de cáncer de pulmón realizando ejercicio físico

25/06/2019

Desde hace tiempo se habla de los efectos beneficiosos del deporte para el tratamiento y la recuperación del cáncer. Ahora, una revisión de diferentes estudios, realizada en la Universidad de Curtin y publicada en Cochrane Database of Systemic Reviews, ha analizado si el ejercicio físico puede ayudar a los enfermos con carcinoma de pulmón no microcítico. Y la conclusión es que resulta provechoso: los pacientes con este tipo de cáncer de pulmón que realizaron ejercicio físico después de la cirugía para extirpar el tumor tuvieron menos dificultades para respirar y aumentó la fuerza en los músculos de sus piernas.

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Sin embargo, y a pesar de lo evidente de estas ventajas, esta revisión halló que el 80% de los pacientes que se operaron no realizó ninguna actividad hasta pasados seis meses de la cirugía. A la vista de estos resultados, los expertos señalan la conveniencia de implantar programas de entrenamiento físico después de la cirugía para mejorar la calidad de vida y la condición física de los enfermos de cáncer de pulmón.

Los expertos creen que tras la cirugía para extirpar el tumor, se deberían implantar programas de entrenamiento físico

El cáncer de pulmón no microcítico, que supone un 85% de todos los casos de carcinoma pulmonar, tiene un buen pronóstico en comparación con otros. Se estima que el 40% de los enfermos que se someten a una cirugía para eliminar el tumor primario tiene una tasa de supervivencia superior a los cinco años. Suele suceder que tras la operación la calidad de vida de los enfermos disminuya y experimenten pérdida de peso, de masa muscular y anorexia o falta de apetito.

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Mejor calidad de vida tras practicar actividad física

Los participantes en los ocho estudios analizados, alrededor de 450, habían realizado ejercicios aeróbicos, de resistencia o una combinación de los dos en los 12 meses siguientes a la cirugía. La duración de los programas de actividad física varió entre cuatro y 20 semanas, con ejercicios realizados de dos a cinco días a la semana. La revisión encontró que las personas con cáncer de pulmón no microcítico que habían entrenado tras ser operados presentaban una mejor calidad de vida y condición física y experimentaban menos dificultad para respirar después del ejercicio, en comparación con los enfermos que mantuvieron una vida sedentaria.

No obstante, queda aún por investigar, ya que en este trabajo no se examinó si el entrenamiento afectaba a la fatiga, la función pulmonar, o la fuerza de agarre, es decir, la que se realiza con las manos para apretar. Tampoco comprobó si mejoraba la fuerza de los músculos respiratorios o tuvo repercusión en la ansiedad o los estados depresivos de los pacientes.

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Actualizado: 4 de mayo de 2023

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