Hacer ejercicio físico en el embarazo beneficia al corazón del bebé

Confirman que realizar ejercicio físico durante el embarazo mejora el funcionamiento del corazón del bebé y, además, puede ayudar a la madre a recuperar antes su peso inicial tras el parto.
Mujer embarazada realizando ejercicio para beneficiar el corazón de su bebé

28/06/2019

En la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) y el Servicio de Obstetricia del Hospital Universitario de Torrejón (Madrid) han realizado un estudio para comprobar qué beneficios aporta el ejercicio físico al embarazo. Y han llegado a la siguiente conclusión: es bueno para el corazón del feto y para que la madre recupere su peso tras el parto. El trabajo se ha publicado en la revista Ultrasound in Obstetrics and Gynecology.

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El estudio, que forma parte también de una tesis doctoral, se realizó con 85 mujeres embarazadas sanas. De ellas, 42 siguieron un programa de ejercicio moderado y supervisado de una hora, tres días por semana desde el primer trimestre, y 43 quedaron fuera del programa.

Según Rubén Bakarat, de la Facultad de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte-INEF, de la UPM, cuando la mujer gestante sigue un programa de actividades físicas las pruebas demuestran que tiene mejores resultados en dos parámetros que miden el buen funcionamiento del corazón fetal: la fracción de eyección cardiaca fetal y el índice de pulsatilidad del ductus arterioso.

Las gestantes que realizaron ejercicio físico 60 minutos tres días a la semana recuperaron su peso previo al embarazo antes que aquellas que permanecieron sedentarias.

En cambio, en otras variables cardiacas fetales no se encontraron diferencias entre el grupo de mujeres que hicieron ejercicio y las que no. Esto tiene una segunda lectura: la actividad física no es dañina para el corazón del feto. Por lo tanto, desmentiría un extendido bulo que asegura que el deporte en el embarazo tiene algunos efectos negativos para el feto.

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No hubo diferencias de peso en el embarazo, pero sí en el posparto

También investigaron si había diferencias de peso entre las embarazadas que realizaron ejercicio y las que no, en las 20ª, 28ª, 36ª y 38ª semanas de gestación. Y la respuesta fue negativa: ambos grupos engordaron por igual. Sin embargo, cuando analizaron si la práctica de actividad física influía en la recuperación del estado físico previo a la gestación, encontraron que la pérdida de peso seis semanas después del parto era mayor en las mujeres que habían seguido el programa de actividad física que en aquellas que se mantuvieron sedentarias.

Además, los autores del trabajo recuerdan que el embarazo es un proceso que no está exento de estrés físico y mental, y la práctica de una actividad deportiva atractiva y supervisada ayuda al mantenimiento de la calidad de vida de la gestante.

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Actualizado: 4 de mayo de 2023

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