Escuchar errores gramaticales nos provoca signos físicos de estrés

Descubren los signos fisiológicos que indican que nuestro cuerpo se ha puesto en modo de estrés (cuando se activa la ‘respuesta de lucha o de huida') al escuchar hablar a alguien que comete errores gramaticales.
Dos mujeres hablando

31/10/2023

La exposición a determinadas situaciones o estímulos puede alterarnos hasta el punto de desencadenar síntomas de estrés. ¿Alguna vez has sentido un pequeño tic nervioso o un ligero malestar al escuchar un error gramatical en un comentarista de la tele o a tu interlocutor en una cena grupal? No estás solo. Un reciente estudio de un grupo de profesores de la Universidad de Birmingham ha descubierto por qué nuestros cuerpos se ponen en modo de estrés cuando escuchan hablar a alguien con una mala utilización de la gramática. En concreto, su investigación ha encontrado una conexión directa entre los casos de una mala gramática y la variabilidad de la frecuencia cardíaca o VFC, que mide el tiempo entre latidos cardíacos sucesivos.

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La longitud de los intervalos entre los latidos cardíacos sucesivos de una persona tiende a ser variable cuando esta se relaja, pero se vuelve más regular cuando se estresa. El nuevo estudio muestra que se produce una reducción estadísticamente significativa de la VFC en respuesta a transgresiones gramaticales. Esta reducción refleja el alcance de los errores gramaticales, sugiriendo que cuantos más errores escucha una persona, más regulares se vuelven sus latidos, lo que constituye un signo de estrés.

“Los resultados de este estudio ponen de relieve una nueva dimensión de la intrincada relación entre la fisiología y la cognición. Esta relación se ha estudiado utilizando técnicas que van desde el seguimiento ocular hasta la electroencefalografía o la obtención de imágenes cerebrales. Pero hasta ahora la relación entre la cognición del lenguaje y el sistema nervioso autónomo (SNA) ha recibido menos atención”, afirma la profesora Dagmar Divjak, catedrática en Lingüística Cognitiva y Cognición del Lenguaje en la Universidad de Birmingham e investigadora principal del estudio.

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Un vínculo clave entre la cognición y la respuesta fisiológica

“El SNA consta de dos partes: el sistema nervioso simpático (SNS) y el sistema nervioso parasimpático (SNP). En pocas palabras, el sistema nervioso simpático activa la ‘respuesta de lucha o de huida’ durante una amenaza o peligro percibido, mientras que el sistema nervioso parasimpático controla las funciones de descansar y digerir, o alimentarse y reproducirse. Nuestros hallazgos muestran que este sistema también responde a las demandas cognitivas, y esto sugiere que el esfuerzo cognitivo tiene mayores repercusiones sobre el sistema fisiológico de lo que se pensaba”, ha explicado.

“Nuestros hallazgos sugieren que el esfuerzo cognitivo tiene mayores repercusiones sobre el sistema fisiológico de lo que se pensaba”

Según esta experta, el conocimiento de un individuo sobre su lengua materna está en gran parte implícito, es decir, aprender su lengua materna no ha requerido que se sentara a estudiar, y su uso tampoco precisa mucho esfuerzo. Esto también significa que encontrará difícil precisar qué es exactamente correcto o incorrecto en una oración y, peor aún, explicar por qué es así, especialmente si no ha recibido formación lingüística formal.

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“Sin embargo –indica Divjak– evaluar con precisión las habilidades lingüísticas de una persona, independientemente de su edad y sus capacidades físicas o cognitivas, es importante para muchas cuestiones relacionadas con áreas centrales de la vida relacionadas con la cognición, incluyendo la salud del cerebro”. “Este estudio nos proporciona un nuevo método para aprovechar aspectos de la cognición que no son directamente observables. Esto es particularmente valioso en el trabajo con usuarios del lenguaje que no pueden expresar verbalmente su opinión debido a su juventud o vejez, o a su mala salud”, concluye.

La investigación llevada a cabo por Dagmar Divjak junto a Petar Milin, profesor de Psicología del Lenguaje y el Aprendizaje de Idiomas de la Universidad de Birmingham, y el Dr. Hui Sun, que trabajaba como investigador postdoctoral sobre el proyecto en ese momento, ha proporcionado la primera evidencia que sugiere que la VFC se puede utilizar como un indicador de conocimiento linguístico implícito. Los resultados se han publicado en la revista Journal of Neurolinguistics.

Actualizado: 31 de octubre de 2023

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