Dispraxia
Si observas que tu niño tiene dificultades para realizar movimientos sencillos que requieren cierta coordinación, como jugar a la pelota o abrocharse un botón, puede que sufra dispraxia o síndrome del niño torpe.

Qué es la dispraxia

Actualizado: 15 de marzo de 2023

La dispraxia es una entidad poco conocida para muchos padres. Se trata de una alteración psicomotriz en los niños que da lugar a torpeza, lentitud y dificultad para realizar movimientos coordinados aparentemente sencillos que requieren la coordinación de varios grupos musculares, como por ejemplo escribir, peinarse, atarse los zapatos, jugar al balón o montar en bicicleta.

PUBLICIDAD

Dado que lo más llamativo en los pequeños afectados es la dificultad motora, la dispraxia suele conocerse también como ‘síndrome del niño torpe’, aunque su nombre científico es ‘Trastorno del desarrollo de la coordinación motora (TDCM)’.

Los síntomas de la dispraxia pueden comenzar a ser visibles desde el año de edad, pero se hacen más evidentes durante la edad escolar, entre los cinco y los once años. Se estima que pueden sufrirla entre un 2% y un 5% de los niños en esta etapa.

Cómo identificar el síndrome del niño torpe

Tipos de dispraxia

Aunque el término ‘dispraxia’ hace referencia principalmente a incoordinación motora, en realidad este problema puede afectar a varias áreas y niveles, como el lenguaje o el desarrollo emocional, dando así lugar a diferentes tipos de dispraxia:

PUBLICIDAD

  • Dispraxia ideomotora: existe una interrupción entre la secuencia de pensar y realizar un acto sencillo, como por ejemplo coger un objeto, como un peine.
  • Dispraxia ideatoria: se afecta la cadena de secuencias de pasos sencillos que dan lugar a uno complejo: abotonar un botón, atarse los cordones, meter una llave en la cerradura…
  • Dispraxia oromotora o del habla: en este caso se ven afectados los grupos musculares que se encargan de la fonación, mostrando problemas para pronunciar algunas palabras o sílabas, por lo tanto el habla del niño se verá afectada.
  • Dispraxia constructiva: existe una dificultad en comprender las relaciones espaciales entre los objetos, por lo que resulta difícil moverlos de un lugar a otro: por ejemplo, meter una caja pequeña dentro de otra más grande.

    PUBLICIDAD

Creado: 5 de febrero de 2014

PUBLICIDAD

PUBLICIDAD