Los tumores de cabeza de páncreas (el 70%) invaden el duodeno; y los de cuerpo y cola de páncreas (el 20% y el 10% respectivamente) afectan al hígado, bazo, peritoneo y glándula suprarrenal izquierda.

En los tumores exocrinos de páncreas los síntomas son bastante inespecíficos. Por lo general, los tumores de la cabeza del páncreas se presentan con dolor abdominal, ictericia y pérdida de peso sin causa justificada; mientras que en los de cuerpo y cola predomina el dolor. Veremos ahora cada síntoma con más detalle:

  • Dolor abdominal: suele ser constante. Se localiza en la zona superior del abdomen y se irradia a ambos lados y hacia la espalda, a modo de cinturón. Predomina por la noche, impidiendo dormir al paciente. Empeora después de las comidas, y se alivia al flexionar el cuerpo hacia delante.
  • Ictericia: se denomina de este modo a la coloración amarillenta de piel y mucosas producida por un aumento de la bilirrubina en sangre, y se debe a la obstrucción de la vía biliar por parte del propio tumor. Frecuentemente es el síntoma inicial de un cáncer de la cabeza del páncreas. A veces, antes de advertir la coloración amarillenta de la piel y las mucosas, se nota una orina más oscura, debida a la bilirrubina, y las heces más blanquecinas. El aumento de bilirrubina en la sangre produce picor generalizado del cuerpo, por lo que se pueden observar lesiones de rascado al examinar al paciente. Muchas veces el picor es el síntoma más molesto para el paciente.
  • Pérdida de peso: se debe a la falta de apetito, a la sensación de saciedad, y a la fobia que llega a sentir el paciente por la comida debido al dolor abdominal que le provoca, lo que implica un menor aporte calórico. Otro factor que contribuye a la pérdida de peso es que se produce una falta de absorción intestinal que ocasiona diarrea; esto se debe a la obstrucción del conducto que vierte el jugo pancreático al intestino.
  • Otros síntomas y manifestaciones de los tumores exocrinos de páncreas:
    • Náuseas y vómitos.
    • Abdomen hinchado y digestiones pesadas.
    • Hemorragia digestiva (en el estómago o el intestino).
    • Tromboflebitis y trombosis venosas, en ocasiones con fenómenos embólicos, debido a que el tumor puede aumentar la coagulabilidad de la sangre.
    • Trastornos neuropsiquiátricos, como cambios de personalidad o depresión. Incluso el riesgo de suicidio está muy aumentado.
    • La aparición de ascitis (acumulación de líquido en el abdomen) y edemas indica enfermedad avanzada.
  • En una investigación realizada por científicos de la Universidad de Oxford (Reino Unido) en la que se analizaron datos de 24.236 pacientes entre los años 2000 y 2017, encontraron que entre los pacientes con esta neoplasia era frecuente que un año antes del diagnóstico hubieran experimentado síntomas como:

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Creado: 9 de marzo de 2012

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