La prediabetes es una situación en la que el nivel de glucosa en sangre está por encima de lo normal, pero no tan alto como para considerarlo diabetes mellitus tipo 2. Un aviso al que conviene prestar atención.
Doctora en Medicina, especialista en Medicina Interna y experta en microbiota
Actualizado: 21 de septiembre de 2022
Para el diagnóstico de la prediabetes hay que realizar un análisis de sangre. La determinación de la glucemia capilar (el pinchazo en el dedo con la utilización de una tira reactiva) no permite el diagnóstico certero. Se pueden utilizar tres parámetros para el diagnóstico de prediabetes:
Glucosa plasmática en ayunas: consiste en medir el nivel de glucosa en sangre tras no haber ingerido nada de alimento en las 8 horas previa a la toma de la muestra. Lo más adecuado es hacer la prueba por la mañana antes del desayuno. A este valor se le llama glucemia en ayunas. Lo normal es tener una glucosa plasmática en ayunas menor de 110 mg/dl. En EE.UU. se ha bajado este umbral a 100 mg/dl, por lo que ahora en EEUU:
Se considera prediabético a todo aquel que tenga una glucosa en ayunas mayor de 100 mg/dl.
Hasta 125 mg/dl se considera una situación de prediabetes o de glucemia alterada en ayunas.
Por encima de 126 mg/dl de glucemia en ayunas, ya se consideraría que se trata de diabetes mellitus.
Hemoglobina glicosilada o HbA1c: esta prueba refleja cómo han sido los niveles de glucosa en sangre de la persona en los tres meses previos.
Se considera que un valor de 5.7-6.4% es diagnóstica de prediabetes.
Un valor de hemoglobina glicosilada de 6.5% o más es diagnóstica de diabetes mellitus.
Test de tolerancia oral a la glucosa: se administran 75 g de glucosa por vía oral al paciente, y posteriormente se mide el nivel de glucosa en plasma a las dos horas.
Este valor en una persona sana está por debajo de 140 mg/dl.
En el rango 140-199 mg/dl se considera que la persona tiene prediabetes o intolerancia a la glucosa.
Una glucemia a las 2 horas del test de 200 mg/dl o más es diagnóstica de diabetes.
Si en una persona se detecta una situación de prediabetes el médico realizará además una evaluación completa de otros factores de riesgo relacionados, como el peso, la presión arterial, la presencia de dislipemia y los niveles de ácido úrico. Además, se realizará un historial para averiguar los antecedentes familiares, y detectar otros problemas como el tabaquismo, el sedentarismo o una dieta inadecuada. Finalmente se debería calcular el riesgo cardiovascular del paciente, es decir, el riesgo que tiene esa persona en concreto de tener un infarto de miocardio o un ictus cerebral en los siguientes años.