Cuándo y cómo pesarte correctamente

Actualizado: 5 de mayo de 2023
La báscula puede llegar a ser odiada, especialmente por las personas que quieren perder peso y grasa, pero lejos de verla como un enemigo, lo mejor es cambiar el chip y aprender a utilizarla correctamente para que se convierta en una gran aliada para tu salud, pues el cómo y el cuándo pesarte pueden ser cruciales en los resultados.
Lo primero que debes saber antes de pesarte es elegir el momento idóneo del día para hacerlo, ya que incluso en una misma jornada el cuerpo puede variar y dar diferentes valores en la báscula, pero esto le ocurre a todas las personas y es un proceso normal, ya que no es lo mismo el peso que tenemos recién comidos, después de entrenar, o incluso tras ir al baño.
Si quieres obtener unos datos de peso fiables pésate siempre desnudo y a primera hora de la mañana
A continuación te ofrecemos algunos consejos para que te peses correctamente y los valores que veas en la pantalla de tu báscula sean lo más fiables posible y te permitan valorar mejor los cambios si estás siguiendo una dieta de adelgazamiento (o para engordar), o tu objetivo es mantenerte en tu peso ideal.
Trucos y pautas para pesarte correctamente
La hora a la que nos pesemos, la cantidad de ropa que llevemos, si hemos comido o bebido recientemente, la estabilidad o inclinación del suelo, e incluso la fase del ciclo menstrual en la que se encuentre una mujer son algunos de los factores que pueden influir en la medición fiable del peso corporal y, por lo tanto, en la obtención del índice de masa corporal (IMC). Si quieres llevar un mejor control de los cambios de peso estos son algunos de los factores que influyen, y los trucos para pesarte correctamente:
Misma hora y báscula
Si cada día te pesas a la misma hora podrás comparar tu peso en más o menos las mismas condiciones, y si eliges la misma báscula será más fiable, pues diferentes dispositivos podrían no estar calibrados de la misma manera.
No todos los días
No es necesario pesarse todos los días, pues es improbable que esta medida varíe en tan solo 24 horas; además, se corre el riesgo de obsesionarse y sentir frustración al no ver cambios inmediatos.
Pésate sin ropa
Las prendas que colocas en tu cuerpo le añaden peso; un estudio publicado en el International Journal of Obesity descubrió que la ropa de los hombres era más pesada que la de las mujeres, y que la media de gramos que aumentaba era de uno 800 en las féminas y 1.200 en los varones. Por ese motivo lo mejor es que tengas tu propia báscula en casa para que puedas pesarte desnudo.
Edad
La edad puede hacer que el metabolismo y el cuerpo cambien por diversos motivos; por ejemplo en las mujeres al llegar a la etapa de la menopausia, que pueden ser susceptibles a subir de peso.
Cantidad de agua
Los niveles de hidratación también pueden determinar parte del peso del cuerpo, pues no hay que olvidar que estamos compuestos en una gran mayoría por agua. No conviene tomar más de dos litros de este líquido al día, a no ser que se realice ejercicio físico o se tengan otras necesidades. Sin embargo, tampoco se debe obviar esta ingesta, que puede causarnos una deshidratación que acabe con desvanecimiento; recuerda que en el equilibro está el éxito.
Medicinas
Algunos fármacos pueden hacer que pierdas peso de manera rápida como efecto secundario, o que lo ganes, como es el caso de los antidepresivos o los corticoides, por lo que deberás tenerlo en cuenta a la hora de subirte a la báscula.
Enfermedades
Cuando una persona está enferma en muchas ocasiones pierde el apetito, por lo que se suele perder peso de manera drástica. Esto ocurre por ejemplo cuando se padece gastroenteritis o se está sometido a una dieta blanda por diarreas.
Sal en la dieta
Tomar grandes cantidades de sal en las comidas puede propiciar la retención de líquidos en el organismo, lo que hace que el peso del cuerpo sea mayor. Intenta controlar el sodio en tu alimentación y que no supere las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que son dos gramos al día.
Hábitos de sueño
Dormir poco se ha asociado a una alimentación más deficiente, lo que podría provocar un aumento de peso
Ánimo bajo
Al igual que ocurre con la falta de sueño tener el ánimo por el suelo también influye negativamente en la alimentación y en la práctica de ejercicio, haciendo que se ganen unos kilos de más, según un estudio publicado en la revista Public Health Nutrition, que relacionó el consumo de comida basura con la depresión.
Aunque algunos de los puntos anteriores puedan parecer excesivos –pues el peso que puede variar por ejemplo si se ha ido al baño o no antes de pesarse podría ser de solo unos gramos–, si no se tienen en cuenta estos pequeños factores que pueden alterar la medición del peso, se pueden ir acumulando, y al final suponer incluso un kilo extra en la báscula.
También hay que tener en cuenta que puede ser normal subir de peso cuando se está entrenando, pues el músculo tiene más peso que la grasa. Además, nunca hay que llegar a obsesionarse con las cifras y es necesario contar con el consejo de un profesional para iniciar un proceso de adelgazamiento, y no recurrir a dietas milagro que prometan una pérdida de peso muy rápida.
Creado: 18 de febrero de 2020