Abusar de redes sociales aumenta las conductas de riesgo en adolescentes

Las redes sociales son un fenómeno muy extendido y se han convertido en una plataforma que puede ser muy útil para promover un estilo de vida saludable, sin embargo, también pueden tener un impacto negativo, especialmente entre niños y jóvenes. Ahora, un estudio ha encontrado que el uso de redes sociales se asocia a conductas que ponen en peligro la salud de los adolescentes como el consumo de alcohol, tabaco y otras drogas, la participación en juegos de azar, una actitud antisocial o conductas sexuales de riesgo.

La investigación se basa en una revisión de las últimas evidencias sobre el tema y sus resultados se han publicado en The BMJ. Según sus resultados, la exposición al contenido de conductas de salud arriesgada en las redes sociales, como la publicidad del alcohol, era la más perjudicial, especialmente en relación con el consumo de alcohol y la alimentación poco saludable.

Exámenes anteriores han identificado vínculos dañinos entre las redes sociales y algunos comportamientos de riesgo, pero se centraron únicamente en estudiantes universitarios, no analizaron específicamente las redes sociales y no evaluaron la calidad de los estudios. Los autores del trabajo destacan que se necesita más investigación para establecer la causalidad, comprender los efectos sobre las desigualdades en la salud e identificar aquellos aspectos de las redes sociales que son más dañinos.

Uso diario de redes sociales aumentó un 48% el riesgo de beber alcohol

Los investigadores decidieron examinar la asociación entre el uso de las redes sociales y los comportamientos de riesgo para la salud en preadolescentes y adolescentes de 10 a 19 años. Para ello, analizaron más de 250 medidas en redes sociales reportadas en 73 estudios realizados entre 1997 y 2022 en los que participaron 1,4 millones de adolescentes (con una edad media de 15 años). La mayoría de los estudios se llevaron a cabo en países de elevados ingresos y su calidad variaba, pero los investigadores pudieron evaluar la certeza de la evidencia utilizando el reconocido sistema GRADE.

Los resultados mostraron que el consumo frecuente o diario de redes sociales se asoció con mayores probabilidades de consumo de alcohol (48%), consumo de drogas (28%) y consumo de tabaco (85%) en comparación con el uso poco frecuente, o no diario. El uso frecuente o diario de las redes sociales también se asoció con conductas sexuales de riesgo como sexting, sexo transaccional y un menor uso de condones (77%), comportamiento antisocial como acoso, agresión física y comportamiento agresivo/delincuente (73%), y casi tres veces más probabilidades de jugar a juegos de azar, en comparación con el uso poco frecuente o no diario.

La exposición de los adolescentes a contenidos de las redes sociales en los que se mostraban comportamientos dañinos para la salud era lo que más perjuicios parecía causar en ellos, en especial seguir una dieta poco saludable y el consumo de alcohol, en comparación con no estar expuesto a estos contenidos.

Pasar al menos dos horas diarias en las redes sociales duplicó las probabilidades de consumir alcohol, en comparación con menos de dos horas diarias de uso

En el caso del consumo de alcohol, se encontraron asociaciones más fuertes para adolescentes de 16 años o más y para exponerse a contenidos generados por el consumidor en comparación con el contenido generado por el vendedor. Además, pasar al menos dos horas diarias en las redes sociales duplicó las probabilidades de consumir alcohol, en comparación con menos de dos horas diarias de uso.

Los investigadores han indicado que la mayoría de las medidas de las redes sociales se basaron en recuerdos personales de los jóvenes y que no pueden descartar la posibilidad de que otros factores que no se han tenido en cuenta, como las conductas de riesgo para la salud de los padres, puedan haber influido en sus resultados.

Sin embargo, se trató de una revisión exhaustiva y los investigadores tomaron medidas para minimizar el impacto de factores como la variación en los diseños de los estudios y el sesgo de publicación. “Las conductas experimentales y de riesgo son parte inherente de la adolescencia”, escriben. “Sin embargo, como las salvaguardias para un mundo digital aún están evolucionando, puede justificarse la precaución en los sectores académico, gubernamental, sanitario y educativo antes de que los riesgos del uso de los adolescentes en las redes sociales se entienden completamente”, concluyen.