Fiestas infantiles y cumpleaños adaptados a niños con autismo
Actualizado: 10 de octubre de 2022
A los niños les encantan las fiestas y los globos, la música y la tarta no pueden faltar en un cumpleaños infantil, sin embargo, todos estos estímulos pueden resultar abrumadores y muy estresantes para los niños con algún trastorno del espectro autista (TEA), como el autismo, el más conocido de ellos. Si es el caso de tu hijo, o quieres preparar una fiesta y alguno de los asistentes tiene este problema, te ofrecemos algunos consejos para adaptar la celebración a sus necesidades.
Los niños con autismo suelen tener dificultades para relacionarse con otras personas, mantener la atención, o jugar durante un tiempo prolongado, por lo que su fiesta de cumpleaños debe estar adaptada a ellos
Lo primero a tener en cuenta son las limitaciones sociales que presenta el niño con autismo, porque normalmente suelen tener dificultades a la hora de relacionarse con otras personas, mantener la atención, jugar durante un tiempo prolongado, o escuchar instrucciones. En función de su caso, que como decimos será diferente en cada niño, podrás elegir el tipo de fiesta en la que el pequeño se sentirá más a gusto. Te damos algunas ideas generales para celebrar una fiesta para niños con autismo:
Cómo preparar la fiesta infantil de un niño con autismo
La preparación previa a la celebración es uno de los momentos más importantes, pues de ello depende gran parte de su éxito. Muchas veces nos complicamos mucho, como nos explica José Alberto Monseco, director académico de Abascool, (centro de formación superior especializada en el tratamiento del autismo), porque existen muchas opciones para celebrar los cumpleaños infantiles, como fiestas en casa, boleras, excursiones, yincanas y demás, pero a veces lo más simple es lo más reconfortante. Estos son algunos de los aspectos que debes tener en cuenta:
Lugar e invitados
Celebrar el cumpleaños en sitios desconocidos, como restaurantes o centros comerciales puede hacer que el pequeño se sienta indefenso y estresado, así que lo ideal es optar por un sitio familiar que hará que se encuentre más tranquilo y confiado, pues conoce el ambiente y sus estancias. Además, hay que evitar la aglomeración de gente, que puede agobiar al niño, y es mejor invitar solo a los amigos y familiares más cercanos.
Estructura clara
Los niños con autismo pueden responder mejor a las actividades si se les plantean con una estructura diferenciada, es decir, de forma que tengan claro en qué momento va a ocurrir cada parte de la fiesta. Por ejemplo, primero el recibimiento de los invitados, después juegos con burbujas, tiempo para colorear, piñata, tarta y, por último, la despedida.
Pequeña guía para los asistentes
Dar unas pequeñas pautas de actuación a los padres de los pequeños invitados sobre cómo actuar en caso de que el niño o niña con autismo comience a sentirse incómodo puede ayudar a que la situación esté controlada y prevenir cualquier tipo de imprevisto, incluso si la situación requiere que se cancele la fiesta en cualquier momento.
Preparar la fiesta con el niño
Una buena manera de hacer que todo salga bien en la celebración es practicar días antes con su protagonista lo que se va a hacer en la fiesta, contándole cómo se ejecutan los juegos que se van a llevar a cabo, o cómo debe actuar cuando le traigan la tarta, por ejemplo. También podéis ver vídeos en internet de otras fiestas, porque así podrá formarse una imagen visual de lo que pasará días después. Una buena opción es hacer partícipe al niño de la preparación de la fiesta, haciendo que elija el menú, los invitados, las invitaciones...
Qué aspectos vigilar durante la celebración
A lo largo de la celebración hay algunos aspectos a los que habrá que prestar especial atención para que el niño se encuentre cómodo. Estos son algunos de ellos:
Volumen de la música
Los sonidos elevados pueden alterar a los niños con autismo, por lo que si los juegos o actividades incluyen música, esta deberá estar a un tono bajo. También pueden hacerse juegos que requieran del silencio de los niños, y así la tranquilidad del pequeño con TEA será mayor.
Comida favorita
La comida típica de los cumpleaños puede no ser la mejor opción; para evitar riesgos, prepara el plato favorito de tu hijo. Si ves que puedes hacer que ese sea el menú colectivo, perfecto; si no, puedes preparar un menú para los invitados y otro para el cumpleañero con la excusa de que al ser el protagonista tiene una comida especial.
Piñata de cartón
Muchas de las piñatas que hay en el mercado son resistentes y están diseñadas para que los niños se tiren un buen rato golpeándolas, pero esto puede ser muy frustrante para los niños con autismo, por lo que es mejor que sea de cartón fino, o se trate de una piñata con cuerda, que de un solo tirón se rompe y caen todas las chucherías o juguetes.
Descansos
Si notas que el pequeño empieza a experimentar estrés o a encontrarse mal por la celebración puedes llevarlo a dar un paseo o a otra habitación para hacer un descanso de unos 15 minutos. En ese descanso puedes incluir unos cascos con insonorización para reducir al mínimo los estímulos sonoros.
Tarta
Ser el centro de atención puede ser algo muy incómodo para un niño con necesidades especiales, y eso sumado al ruido mientras sus compañeros le cantan el cumpleaños feliz puede hacer que comience a sentir ansiedad. Para evitarlo, puedes pedir que se cante casi en susurros, y si aun así ves que no está cómodo, lo mejor es olvidarse del momento tarta.
Qué hacer después de la fiesta
Una vez que la celebración ha terminado y los invitados se han marchado, llega el momento de valorarla y aprender de lo que ha salido bien y mal para que la experiencia ayude a preparar mejor la siguiente fiesta de cumpleaños. Para ello:
- Pregunta a tu hijo
Puede que tengas una idea del cumpleaños muy diferente a la que ha tenido tu hijo. Pregúntale qué tal se lo ha pasado, qué es lo que más le ha gustado y qué es lo que menos, y así podrás tenerlo en cuenta para los venideros.
- Abrid los regalos
Quizá este sea el mejor momento para que tranquilamente y sin prisas se abran los regalos que han traído los invitados. Si se cansa de hacerlo, siempre se puede seguir en otro momento.
Recuerda que cada niño es diferente, como nos dice Jose Alberto Monseco de Abascool, la clave está en conocer bien al niño y adaptar la fiesta al tipo de ambiente y actividades que le gustan al pequeño y con los que sabes que se siente cómodo. No pienses en lo que le gustaría a los demás, o lo que se suele hacer en estas celebraciones, sino en lo que crees que puede ser perfecto para él.
Creado: 3 de septiembre de 2019