Por qué debes dejar que tus hijos corran riesgos cuando juegan

Explican por qué es conveniente que los niños participen en juegos de aventuras al aire libre, aunque corran riesgos, y cómo pueden mejorar su desarrollo físico y emocional y ayudarles a aprender qué pueden y qué no pueden hacer.
NIño jugando con una liana atada a un árbol

04/10/2023

Sobreproteger a los niños es un error porque impide que desarrollen su autonomía y aprendan a tomar decisiones, aunque ello suponga que cometan errores, e incluso que a veces corran ciertos riesgos. Y es que los padres que interfieren en los juegos de sus hijos por temor a que sufran algún daño pueden influir negativamente en su actividad física.

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Esta es la conclusión a la que ha llegado un nuevo estudio realizado por investigadores de la Universidad Deakin (Australia), tras analizar cómo se comportaban los niños cuando jugaban al aire libre y qué actitud mostraban sus padres hacia los riesgos que corrían, o las posibles lesiones que podrían sufrir. Los resultados se han publicado en Psychology of Sport and Exercise y muestran que más de tres cuartas partes de los padres manifestaron una baja tolerancia al juego de aventuras.

Esta actitud de los progenitores podría ayudar a explicar por qué los niños australianos no son tan activos físicamente como necesitan, ha afirmado Alethea Jerebine, candidata a doctorado en la Escuela de Salud y Desarrollo Social de la Universidad Deakin y en el Centro de Deportes, Ejercicio y Ciencias de la Vida de la Universidad de Coventry en el Reino Unido, y principal autora del trabajo.

“Los niños cuyos padres eran tolerantes al riesgo tenían alrededor de tres veces más probabilidades de realizar una hora al día de actividad física de moderada a vigorosa”

“Encontramos que el 78% de los padres no estaban interesados ​​en que sus hijos corrieran riesgos cuando jugaban, y ponían límites a cosas como trepar a los árboles, andar en bicicleta rápidamente cuesta abajo, o los juegos bruscos como pelear”, dijo la Sra. Jerebine.

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“Los niños cuyos padres eran tolerantes al riesgo eran más activos físicamente y participaban en más aventuras que los niños cuyos padres eran reacios al riesgo. Estos niños tenían alrededor de tres veces más probabilidades de cumplir con las pautas australianas de una hora al día de actividad física de moderada a vigorosa, que sabemos que es buena para su desarrollo físico y mental”, añadió.

Los niños necesitan experimentar desafíos en sus juegos

Para realizar el estudio se preguntó a 645 padres australianos (81% mujeres) en qué actividades de juego dejarían participar a sus hijos, cómo se sentían respecto a las lesiones por juego y qué opinaban sobre los beneficios de correr riesgos. La edad media de los niños participantes (53% varones) fue de 8,6 años.

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“Nuestros resultados muestran que, aunque la mayoría de los padres reconocen los beneficios de asumir riesgos para sus hijos, muchos no están dispuestos a permitir que sus hijos jueguen con aventuras. Esto sugiere que pueden tener conflictos sobre el tema”, ha declarado Alethea Jerebine.

La investigadora ha explicado que dar a los niños la oportunidad de experimentar riesgos les ayudó a aprender sobre lo que pueden y no pueden hacer, a generar confianza e independencia, así como a gestionar el riesgo y mantenerse seguros. “También sabemos que los niños tienen más problemas de salud mental, especialmente después de la pandemia. El juego al aire libre puede ser una excelente manera de apoyar el bienestar mental y el desarrollo físico de los niños”.

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En opinión de la profesora Lisa Barnett del Instituto Deakin para Actividad Física y Nutrición (IPAN) y supervisora ​​del doctorado de la Sra. Jerebine, los niños necesitan experimentar desafíos en su juego activo que les ayuden a desarrollar la “alfabetización física” que necesitan para estar activos de por vida. Y describe la “alfabetización física como las habilidades físicas, sociales, psicológicas y cognitivas que una persona necesita para desarrollar patrones de actividad física a largo plazo”.

“Las actitudes de los padres ante el riesgo y las lesiones son factores potencialmente modificables que pueden aumentar las posibilidades de los niños para el juego aventurero y la actividad física. Se recomiendan intervenciones que proporcionen a los padres enfoques prácticos para abordar los problemas de lesiones y apoyar la toma de riesgos de los niños cuando juegan al aire libre”, concluyen los investigadores en su artículo.

Actualizado: 4 de octubre de 2023

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