Las mujeres embarazadas sufren mayores niveles de ansiedad que, además, puede ser un indicio precoz de que van a desarrollar depresión posparto, según revela un estudio que han llevado a cabo investigadores del área de Psicología Clínica de la Universidad Rey Juan Carlos (URJC) de Madrid, en el que se ha analizado cómo influyen aspectos psicológicos de la madre, como su personalidad, su preocupación acerca de la gestación, o sus creencias sobre el parto y la depresión posparto, entre otros factores.
Los autores de la investigación realizaron un seguimiento a 285 mujeres desde el primer trimestre de embarazo hasta cuatro meses después del nacimiento de su hijo, y observaron que las embarazadas que presentaban una mayor inestabilidad emocional mostraban también un exceso de preocupación por el feto y respecto a la atención médica.
Factores como la estabilidad emocional de la embarazada, su preocupación acerca de la gestación, o sus expectativas sobre el parto, pueden aumentar el riesgo de que sufra depresión posparto
Además, la inestabilidad emocional durante el embarazo se asociaba a un incremento de la ansiedad al final de la gestación porque en esa etapa las expectativas frente al parto suelen ser más negativas. Estos resultados, según los investigadores podrían interpretarse como indicadores del posible desarrollo de una depresión posparto.
Por ello, estos expertos han sugerido que la atención integral a las embarazadas debe incluir una evaluación y abordaje de los factores psicológicos, y especialmente la adopción de medidas que contribuyan a la gestión de las emociones de las futuras mamás, con el objetivo de reducir al máximo el riesgo de que sufran problemas emocionales tras el nacimiento del bebé y prevenir la depresión posparto.