Tocilizumab, junto a dexametasona, reduce la mortalidad por COVID-19

Un fármaco para tratar la artritis, el tocilizumab, un anticuerpo monoclonal, en combinación con dexametasona, un antiinflamatorio, reduce un tercio la mortalidad de los pacientes con COVID-19, y hasta un 50% en los casos más graves.
Tocilizumab, junto a dexametasona, reduce la mortalidad por coronavirus

12/02/2021

Encontrar tratamientos contra el COVID-19 ha sido una prioridad, junto al desarrollo de nuevas vacunas, desde que comenzó la pandemia por coronavirus. Los científicos también han estado investigando si medicamentos aprobados para tratar otras patologías podrían ser eficaces para combatir la infección por SARS-CoV-2, y ahora un ensayo clínico ha demostrado que tocilizumab –un fármaco empleado para la tratar la artritis reumatoide– en combinación con dexametasona –un corticoide antiinflamatorio– puede reducir un tercio la mortalidad de los pacientes, y hasta un 50% en los que están más graves.

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El ensayo, denominado Recovery, ha sido realizado por investigadores de la Universidad de Oxford, en Reino Unido, que han asegurado que el tocilizumab ­–un anticuerpo monoclonal de la farmacéutica Roche aprobado para la artritis (que se caracteriza por la inflamación de las articulaciones)– disminuye un 4% la mortalidad en pacientes hospitalizados con COVID-19 grave, y que este porcentaje puede aumentar hasta un 50% en los casos más graves si se administra junto a la dexametasona, un corticoide que actúa disminuyendo la inflamación.

Estos dos fármacos pueden salvar vidas, y también evitan la necesidad de respiración asistida y reducen el tiempo de ingreso hospitalario de pacientes con COVID-19 grave

Recovery es uno de los ensayos en los que se buscan nuevas terapias contra el COVID y en este caso los investigadores analizaron la progresión de más de 2.000 pacientes que recibieron tocilizumab, comparándola con la de otros tantos a los que se administro el tratamiento estándar.

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Comprobaron que la mortalidad disminuyó un 4% en términos absolutos en el grupo que recibió el fármaco. Además, la probabilidad de seguir vivo al cabo de 28 días pasó del 47% al 54%. Estos beneficios se observaron en todos los subgrupos de pacientes, incluyendo a aquellos que solo precisaron oxígeno con mascarilla, y a los más graves que necesitaron ventilación mecánica en la UCI.

Según los resultados del estudio este tratamiento resulta eficaz en un momento clave: cuando se ha iniciado la fase grave del COVID y el sistema inmune de los pacientes puede desencadenar una reacción inflamatoria exacerbada conocida como tormenta de citoquinas, que puede ser mortal. Estos dos fármacos no solo han demostrado que pueden salvar vidas, sino que también evitan la necesidad de respiración asistida y reducen el tiempo de ingreso hospitalario.

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Cómo actúa el tocilizumab contra el COVID-19

El tocilizumab se une a las células a través de la misma vía de entrada utilizada por una de la citoquinas que provoca el agravamiento de la infección: la interleucina 6, que es una de las proteínas inflamatorias que más abunda en los pacientes graves. Así, aunque la producción de esta proteína sea elevada en un enfermo, el medicamento bloquea sus efectos.

“Ahora sabemos que este medicamento ayuda a todos los enfermos con niveles bajos de oxígeno y que ya sufren una inflamación avanzada”

Peter Horby, experto en enfermedades emergentes de la Universidad de Oxford ha declarado que “ahora sabemos que este medicamento ayuda a todos los enfermos con niveles bajos de oxígeno y que ya sufren una inflamación avanzada”, añadiendo que “el impacto combinado de la dexametasona y el tocilizumab es impresionante y muy bienvenido”.

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Los datos del ensayo Recovery, que aún no se han publicado al completo, también revelan que la dexametasona, que es un corticoide muy barato, puede evitar por sí solo la muerte de uno de cada ocho pacientes más graves y la de uno de cada 25 de aquellos que reciben oxígeno.

Actualizado: 5 de mayo de 2023

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