Una diminuta molécula podría acabar con las bacterias inmunes a los antibióticos

Los investigadores han puesto sus ojos en el potencial de unas moléculas llamadas péptidos antimicrobianos, que atacan selectivamente a las membranas celulares de las bacterias multirresistentes a los antibióticos.
Biofilm de bacterias Acinetobacter baumannii, el agente causal común de infecciones adquiridas por el hospital 3D

Ainhoa Roldán Terrones

Estudiante predoctoral en el área de la biofísica de membranas

Universitat de les Illes Balears

Marta Salvador Castell

Investigadora senior. Doctora en el ámbito de la biofísica de membranas.

Universitat de les Illes Balears

Contenido original publicado en:

Lea el original

The Conversation

27/11/2025

Actualmente, la capacidad de bacterias, virus y hongos de evadir los efectos de tratamientos diseñados para combatirlos está considerada como una de las diez amenazas principales para la salud pública. Se estima que esa resistencia a los fármacos antimicrobianos se cobra cada año 5 millones de vidas1.

PUBLICIDAD

Sin embargo, este grave problema no sólo se debe a la alta capacidad adaptativa2 que tienen los microorganismos patógenos: gran parte de la culpa es nuestra. ¿Cuántas veces nos han dicho, cuando nos encontrábamos mal: “Tómate tal medicamento, en un par de días te encontrarás mejor”? ¿O cuántas veces hemos guardado los restos de un antibiótico “por si acaso”?

Malas prácticas con consecuencias

Según una encuesta3 realizada en 14 países europeos con más de 8 500 participantes, 1 de cada 3 de personas consumió antibióticos sin receta médica; en algunos países el porcentaje ascendía incluso a más de la mitad. La gran mayoría parecía ser consciente de que un mal uso de los medicamentos pueden hacerlos menos efectivos, pero casi el 50 % también afirmó que un antibiótico es funcional frente a un virus, cuando sólo resulta efectivo frente a bacterias.

PUBLICIDAD

Por otro lado, ¿alguna vez ha dejado un tratamiento antibiótico a medias porque ya se encontraba mejor? Si un especialista ha pautado el fármaco durante 7 días cada 8 horas, interrumpirlo porque “ya estoy bien” no es lo mismo que hacerlo porque “ya he combatido por completo la infección”. Del mismo modo, tratar resfriados o gripes con antibióticos es error muy común4, ya que un antiviral no es lo mismo que un antibiótico.

Esta amplia lista de malas prácticas5 explica en buena medida el aumento de las resistencias microbianas.

Antibióticos con eficacia decreciente

Sin duda, el descubrimiento de los antibióticos marcó un hito en la historia de la humanidad. Su edad de oro se extendió entre las décadas de 1940 y 1960, periodo durante el cual se hallaron antibióticos naturales procedentes de bacterias como las tetraciclinas6, de origen fúngico como las penicilinas7 y sintéticos como las sulfonas8.

PUBLICIDAD

Aunque estos fármacos se siguen empleando, ha disminuido notoriamente su eficacia. De hecho, los tratamientos betalactámicos9 (gran familia de antibióticos que matan bacterias al inhibir la formación de su pared celular) son frente a los que más microorganismos han desarrollado resistencia desde 2014, y cada vez hay menos terapias eficaces.

Por eso, ante un caso de infección con bacterias multirresistentes se suele recurrir en el hospital a cócteles de antibióticos de amplio espectro. Esto tiene sus inconvenientes porque nuestro organismo alberga bacterias no patógenas que también acaban destruidas con esas terapias tan agresivas10.

Péptidos antimicrobianos al rescate

Una nueva estrategia para combatir a las bacterias multiresistentes son los péptidos antimicrobianos11 (AMP), considerados agentes evolutivos –agentes que cambian con el tiempo– de nuestro sistema inmune innato.

PUBLICIDAD

Los AMP, que se encuentran en gran variedad de organismos, actúan como primera línea de defensa contra bacterias, virus y hongos. Se caracterizan por sus propiedades anfipáticas (presentan aminoácidos que interaccionan con el agua y otros que la repelen) y por su pequeño tamaño. Concretamente, contienen no más de 50 aminoácidos, las piezas diminutas que conforman las proteínas. Para hacernos una idea, una cadena de 50 aminoácidos es aproximadamente 40 veces más pequeño que un virus.

En las dos últimas décadas, los AMP han ido ganando la atención de los investigadores debido a su capacidad de discernir entre las membranas procariotas y eucariotas, es decir, entre las envolturas celulares de las bacterias y de las células humanas. Esto se debe a que, al tener carga positiva, los péptidos antimicrobianos solo interaccionan12 con las membranas bacterianas (carga negativa13), sin afectar a las células eucariotas, que son neutras (no presentan carga)14.

PUBLICIDAD

Usar AMP como tratamiento antimicrobiano dificultaría el desarrollo de las resistencias, ya que estos péptidos actúan sobre toda la superficie de la membrana y cambiar la carga de esa cobertura no es una estrategia sencilla para el microorganismo por el elevado coste energético que supone15. Además, para que esto ocurra se deberían acumular miles de eventos evolutivos, que podrían tardar muchos años en ocurrir.

No obstante, los péptidos antimicrobianos aún no se usan como tratamiento antibacteriano, ya que producen efectos negativos en el organismo y se degradan por las enzimas que produce nuestro cuerpo. Pero la comunidad científica sigue haciendo grandes avances para superar estos obstáculos. Por ejemplo, el proyecto FORMAMP (UE)16 estudió la manera de formular AMP con nanopartículas con el fin de mejorar su estabilidad y eficacia.

PUBLICIDAD

A la espera de que lleguen soluciones como las AMP, debemos seguir siendo conscientes de que la automedicación es una de las principales causas de resistencia a los antibióticos. El uso prudente de estos fármacos ayudará, por lo menos, a no agravar el problema.


Cláusula de divulgación

Ainhoa Roldán Terrones recibe fondos de European Commission Horizon Europe Programme, Spanish Ministerio de Ciencia e Innovación y Laminar Pharmaceuticals S.A. Ella trabaja para Laminar Pharmaceuticals S.A.

Marta Salvador Castell recibe fondos del Ministerio de Ciencia e Innovación de España, Agencia Estatal de Investigación, PTQ2022-012455. Ella trabaja para laminar Pharmaceuticals S.A.

En Webconsultas nos tomamos muy en serio la calidad de la información. Por eso, seleccionamos y verificamos nuestras fuentes, dándole prioridad a investigaciones avaladas por expertos, instituciones académicas de prestigio, sociedades médicas y revistas científicas reconocidas. Nuestro objetivo es ofrecerte un contenido preciso, íntegro y confiable.

  • 1
    Control Antibiotic Misuse or the Drugs won’t Work, Warn WHO Experts. https://www.who.int/europe/news/item/23-11-2023-control-antibiotic-misuse-or-the-drugs-won-t-work--warn-who-experts.
  • 2
    Javier de la Fuente Hidalgo. «La Carrera científica Contra Las Bacterias Multirresistentes». The Conversation, The Conversation, 2023, doi:10.64628/AAO.6t6rcqmn5.
  • 3
    «Antibiotics and Antibiotic Resistance Genes in Natural Environments». Science, vol. 321, n.º 5887, American Association for the Advancement of Science (AAAS), pp. 365–367+.
  • 4
    Terín Beca. «Por Qué No Debemos Tomar antibióticos Si Tenemos Gripe O Resfriado». The Conversation, The Conversation, 2024, doi:10.64628/AAO.jncn5d5w3.
  • 5
    Sylwia Dominika Tyrkalska. «Nuevas Y Poderosas Razones Para Utilizar Los antibióticos De Forma Responsable». The Conversation, The Conversation, 2023, doi:10.64628/AAO.4mttd76sm.
  • 6
    «Longer-Duration Uses of Tetracyclines and Penicillins in U.S. Food-Producing Animals: Indications and Microbiologic Effects». Environment International, vol. 37, n.º 5, Elsevier BV, pp. 991–1004+.
  • 7
    «Hypersensitivity Reactions to Beta-Lactam Antibiotics». Clinical Reviews in Allergy & Immunology, vol. 24, n.º 3, Springer Science and Business Media LLC, pp. 201–220+.
  • 8

    Wikimedia, Colaboradores de los proyectos. “Sulfona.” Wikipedia, 10 Mar. 2021, https://es.wikipedia.org/wiki/Sulfona.

  • 9
    Mar Marín, y Francesc Gudiol. «Antibióticos betalactámicos». Enfermedades Infecciosas Y Microbiología Clínica, vol. 21, n.º 1, Elsevier BV, 2003, pp. 42–55+, doi:10.1016/s0213-005x(03)72873-0.
  • 10
    Patangia DV, Anthony Ryan C, Dempsey E, Paul Ross R, y Stanton C. «Impact of Antibiotics on the Human Microbiome and Consequences for Host Health». MicrobiologyOpen, vol. 11, n.º 1, Wiley, 2022, doi:10.1002/mbo3.1260.
  • 11
    Jhon Carlos Castaño. «Péptidos Antimicrobianos». Infectio, vol. 14, n.º 1, Asociacion Colombiana de Infectologia - ACIN, 2010, pp. 55–67+, doi:10.1016/S0123-9392(10)70093-X.
  • 12
    Hana Kim, Young Do Yoo, y Gi Young Lee. «Identification of Bacterial Membrane Selectivity of Romo1-Derived Antimicrobial Peptide AMPR-22 via Molecular Dynamics». International Journal of Molecular Sciences, vol. 23, n.º 13, MDPI AG, 2022, p. 7404+, doi:10.3390/ijms23137404.
  • 13
    «Status of Methods for Assessing Bacterial Cell Surface Charge Properties Based on Zeta Potential Measurements». Journal of Microbiological Methods, vol. 43, n.º 3, Elsevier BV, pp. 153–164+.
  • 14
    Pinheiro M, Magalhães J, y Reis S. «Antibiotic Interactions Using Liposomes As Model Lipid Membranes». Chemistry and Physics of Lipids, vol. 222, Elsevier BV, 2019, pp. 36–46+, doi:10.1016/j.chemphyslip.2019.05.002.
  • 15
    Yu F, Wang D, Zhang H, Wang Z, y Liu Y. «Evolutionary Trajectory of Bacterial Resistance to Antibiotics and Antimicrobial Peptides in Escherichia Coli». MSystems, vol. 10, n.º 3, American Society for Microbiology, 2025, doi:10.1128/msystems.01700-24.
  • 16
    cordis.europa.eu CORDIS. Tratar Enfermedades Infecciosas Mediante péptidos Antimicrobianos. 2018, https://cordis.europa.eu/article/id/227132-treating-infectious-disease-with-the-help-of-antimicrobial-peptides/es.

Actualizado: 27 de noviembre de 2025

PUBLICIDAD

PUBLICIDAD

Podcast: Regadera de emociones

por Vanessa Fernandez

Cargando...

Más episodios:

PUBLICIDAD

Síguenos también en:

• SÍGUENOS •

PUBLICIDAD

PUBLICIDAD