Reinfecciones de COVID se deberían a lo poco que dura la defensa nasal

Los anticuerpos nasales –inmunoglobulina A o IgA– son una potente defensa contra el coronavirus, pero duran pocos meses, lo que explicaría las reinfecciones de COVID y sugiere que las vacunas inhaladas serían más eficaces.
Persona mostrando un test positivo de antígenos

20/12/2022

Los anticuerpos que se producen en el interior de la nariz cuando una persona contrae la infección por coronavirus disminuyen al cabo de nueve meses de superar el COVID-19, y los que se encuentran en la sangre se mantienen al menos durante un año, según ha encontrado un nuevo estudio que sugiere que esto podría explicar por qué son tan frecuentes las reinfecciones por SARS-CoV-2.

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Los anticuerpos presentes en el fluido nasal, que se conocen como inmunoglobulina A o IgA, proporcionan na defensa de primera línea contra el COVID-19 porque bloquean el virus SARS-CoV-2 cuando entra por primera vez en el aparato respiratorio. Estos anticuerpos resultan muy eficaces para evitar que el coronavirus se introduzca en las células y provoque una infección, pero los investigadores solo los encontraron en los individuos que se habían infectado recientemente y observaron que eran especialmente efímeros contra la variante ómicron, en comparación con variantes previas.

La rápida desaparición de los anticuerpos nasales puede ser una de las principales razones por las que las personas que ya se han recuperado del COVID-19 tienen riesgo de reinfectarse, sobre todo con ómicron y sus subvariantes. Los resultados del estudio se han publicado en eBioMedicine y también muestran que, aunque la vacunación es muy eficaz para crear y potenciar anticuerpos en la sangre que previenen los síntomas de COVID graves, no aumentan de forma significativa los anticuerpos IgA nasales.

“Mientras que los anticuerpos de la sangre ayudan a proteger contra la enfermedad, los anticuerpos nasales pueden prevenir la infección por completo”

La Dra. Felicity Liew, del Instituto Nacional del Corazón y los Pulmones del Imperial College London, y primera autora del trabajo, ha declarado: “Antes de nuestro estudio, no estaba claro cuánto duraban estos importantes anticuerpos nasales. Nuestro estudio encontró respuestas inmunitarias duraderas después de la infección y vacunación, pero estos anticuerpos nasales clave tuvieron una vida más corta que los de la sangre. Mientras que los anticuerpos de la sangre ayudan a proteger contra la enfermedad, los anticuerpos nasales pueden prevenir la infección por completo. Este podría ser un factor importante detrás de las infecciones repetidas con el virus SARS-CoV-2 y sus nuevas variantes”.

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Vacunas COVID inhaladas que potencien los anticuerpos nasales

La investigación fue dirigida por científicos del Imperial College London y la Universidad de Liverpool y en ella se analizaron los datos de 446 adultos que habían ingresado en el hospital con COVID-19 entre febrero de 2020 y marzo de 2021, antes de que apareciese la variante ómicron y de que se empezasen a administrar las vacunas. Los investigadores analizaron los anticuerpos de estas personas para averiguar cuánto duraron los anticuerpos nasales en comparación con los de la sangre.

Las muestras se obtuvieron mientras se encontraban hospitalizadas y a los seis meses y un año después. La mayoría de los participantes fueron vacunados durante el estudio, por lo que se tomaron también muchas muestras antes y después de la vacunación, y se estudió el efecto de estas vacunas sobre los anticuerpos en la nariz y la sangre. Midieron la capacidad de los anticuerpos para neutralizar el SARS-CoV-2 original y las variantes delta y ómicron para ver durante cuánto eran efectivos los anticuerpos después de la infección o la vacunación.

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Al descubrir que las vacunas contra el COVID-19 apenas tienen efecto sobre los anticuerpos nasales, los investigadores han pedido que las próximas vacunas que se desarrollen incluya aerosoles nasales o vacunas inhaladas capaces de potenciar estos anticuerpos porque consideran que podrían reducir mejor las infecciones y prevenir la transmisión viral.

El coautor principal del estudio, el profesor Peter Openshaw, del Instituto Nacional del Corazón y los Pulmones del Imperial College London, ha afirmado: “Nuestros resultados resaltan la necesidad de vacunas en aerosol nasal que puedan estimular estos anticuerpos locales en la nariz y los pulmones. Tales vacunas podrían ser capaces de evitar que las personas se infecten con el virus SARS-CoV-2 y reducir la transmisión del virus entre personas. Esto podría ayudarnos a controlar mejor la pandemia y evitar que surjan nuevas variantes”.

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Y añade: “Nuestras vacunas actuales están diseñadas para reducir las enfermedades graves y la muerte, y son extraordinariamente eficaces para este objetivo. Ahora es esencial desarrollar también vacunas en aerosol nasal que puedan brindar una mejor protección contra las infecciones. Es genial que las vacunas actuales consigan que menos personas enfermen gravemente, pero sería aún mejor si pudiéramos evitar que se infecten y transmitan el virus”.

El coautor principal del estudio, el Dr. Lance Turtle, profesor clínico principal de la Universidad de Liverpool y consultor en enfermedades infecciosas en los hospitales de la Universidad de Liverpool, concluye: “Nuestro estudio sugiere que esta inmunidad de defensa de primera línea está separada de otras respuestas inmunitarias, y aunque aumenta con la vacunación y la infección, solo dura alrededor de nueve meses. No obstante, las vacunas de refuerzo pueden aumentarlo ligeramente y, de lo contrario, tener un impacto significativo en otras áreas de la inmunidad, protegiendo contra enfermedades graves y la muerte de manera muy efectiva, por lo siguen siendo muy importantes”.

Actualizado: 20 de diciembre de 2022

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