La obesidad aumenta el riesgo y los síntomas de asma

El sobrepeso y la obesidad son un factor de riesgo para el desarrollo de asma, advierten los expertos y, además, los pacientes de asma con exceso de peso sufren más síntomas y presentan un peor control de la enfermedad.
La obesidad aumenta el riesgo y los síntomas de asma
Diversos estudios han identificado una asociación entre el IMC (índice de masa corporal) basal y un posterior desarrollo de asma.

Las personas con sobrepeso u obesidad son más propensas a sufrir asma, según demuestran numerosos estudios, que han identificado una asociación entre el IMC (índice de masa corporal) basal y un posterior desarrollo de esta enfermedad del aparato respiratorio. De hecho, una investigación en la que se realizó un seguimiento a 135.000 pacientes durante 21 años mostró que la incidencia del asma se incrementó un 10% y un 7% por unidad de IMC en varones y mujeres, respectivamente.

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La obesidad, además, se considera un factor de riesgo para un peor control de los síntomas del asma, independientemente de la edad, como ha explicado la Dra. Rocío Díaz, neumóloga de la Unidad de Asma Grave del Hospital Universitario 12 de Octubre, de Madrid. Los pacientes con asma que son obesos presentan un mayor número de reagudizaciones y más sintomatología respiratoria, y el sobrepeso influye sobre la efectividad de los medicamentos empleados en el tratamiento del asma, por lo que responden peor a la terapia.

En España se estima que entre un 3% y un 7% de los adultos padece asma, mientras que el 35,7% de la población tiene sobrepeso, y un 16,5% obesidad

Tanto el asma como la obesidad son dos problemas de salud crónicos y de gran prevalencia en las sociedades desarrolladas. En España se estima que entre un 3% y un 7% de los adultos padece asma, mientras que el 35,7% de la población tiene sobrepeso, y un 16,5% obesidad. Los expertos señalan que los asmáticos obesos sufren más síntomas de asma, presentan un mayor absentismo laboral o académico, necesitan recurrir con más frecuencia a la medicación de rescate, y reciben más diagnósticos de asma grave. Su riesgo de hospitalización también aumenta, y su calidad de vida disminuye como consecuencia del peor control de la enfermedad.

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La obesidad puede afectar negativamente a la capacidad pulmonar y el volumen de sangre en los pulmones, y reducir el diámetro de las vías respiratorias periféricas. La Dra. Díaz afirma que una pérdida de peso entre el 5-10% puede contribuir a mejorar el control de esta patología respiratoria, y que disponen de datos que corroboran que una disminución de peso corporal supone una mejoría de los síntomas, de la función pulmonar y del control del asma.

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Actualizado: 17 de octubre de 2017

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