El párkinson es una enfermedad degenerativa crónica que se manifiesta generalmente por temblores incontrolables, pero hay otros síntomas que pueden ayudar a detectarla precozmente, conócelos y cómo se manejan.
Existen varios tipos de párkinson. La principal diferencia es la causa de la aparición de la enfermedad, ya que las características más importantes son comunes a todos los tipos, con independencia de la causa.
Las formas más frecuentes de la enfermedad se pueden clasificar en:
Párkinson primario
El párkinson primario es aquel que se adquiere sin más. No está causado por otra patología o por un producto químico. Se pueden distinguir varios tipos de párkinson primario:
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Familiar o genético. Bastante raro.
Idiopático o esporádico. No tiene base genética. Es el más frecuente.
Asociado a otros proceso neurodegenerativos: alzhéimer con parkisonismo; atrofia o degeneración de otras estructuras relacionadas con los ganglios basales…
Trastornos genéticos que pueden producir manifestaciones de párkinsonpuntualmente:enfermedad de Wilson (una patología del metabolismo del cobre de origen genético, que hace que este se acumule en el Sistema Nervioso Central, el hígado y otros órganos); enfermedad de Huntington...
Otros trastornos: de origen vascular (en los vasos sanguíneos que alimentan los ganglios basales, la sustancia negra, el núcleo estriado); hidrocefalia; parálisis cerebral.
Párkinson secundario
El párkinson secundario es aquel que viene motivado por otra patología, medicamentos o tóxicos:
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Traumatismo craneal repetido: como el que desarrollan algunos boxeadores, debido a los golpes recibidos de forma reiterada.
Enfermedades infecciosas o postinfecciosas: como la neurosífilis (es el momento en que la sífilis afecta al cerebro); o el párkinson que puede desarrollarse en el periodo de tiempo posterior a una encefalitis (infección del cerebro).
Enfermedades metabólicas.
Parkinsonismo inducido por medicamentos: es muy importante, ya que posiblemente el motivo más frecuente de desarrollo de síntomas de parkinsonismo secundario es el consumo de ciertos medicamentos, ya sean por prescripción médica como por auto-medicación. Hay varios medicamentos que pueden originar la aparición de estos signos y síntomas. Pero, generalmente, los síntomas desaparecen cuando se deja de tomar el medicamento que los está produciendo. Entre los medicamentos que pueden provocar párkinson destacan: algunos antipsicóticos y neurolépticos (medicamentos usados para ciertas enfermedades mentales); algunos antieméticos (para los vómitos), como la metoclopramida; la alfa-metildopa (para la hipertensión arterial); carbonato de litio (para los trastornos bipolares); ácido valproico (un antiepiléptico)… Es preciso consultar siempre al médico o farmacéutico si se sospecha que algún medicamento está provocando síntomas o signos de parkinsonismo.