Un grupo de investigadores europeos, liderado por científicos de la Universidad Erasmus de Rótterdam, ha desarrollado una nueva herramienta que permite predecir con bastante exactitud el riesgo de sufrir un trastorno cardiovascular, y mejora significativamente los resultados que ofrecen los otros modelos disponibles.

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Un dolor opresivo en el pecho es a veces el primer signo que alerta de una enfermedad arterial coronaria. Esta patología se produce como consecuencia de un estrechamiento de las arterias encargadas de suministrar oxígeno y nutrientes al corazón debido a los depósitos de grasa que se acumulan en su interior, y está considerada como una de las primeras causas de muerte a nivel mundial.

Detectar precozmente el riesgo de desarrollar enfermedad arterial coronaria permite a los médicos decidir qué pruebas adicionales se deben realizar a un paciente

Cuando una persona sufre dolor en el pecho, se recomienda emplear una herramienta para evaluar el riesgo de enfermedad coronaria, ya que detectar precozmente y de manera fiable el riesgo que tiene una persona de desarrollar esta enfermedad, permite a los médicos decidir qué pruebas adicionales se deben realizar a un paciente, y qué medidas tomar para mejorar el pronóstico. Sin embargo, los dos modelos de predicción –el de Diamond y Forrester y el Duke Clinical Score– que se emplean actualmente, ofrecen dudas en cuanto a su precisión.

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Los investigadores probaron el nuevo modelo de predicción realizando un estudio en el que intervinieron un total de 5.677 pacientes –procedentes de 18 hospitales repartidas por Europa y Estados Unidos– que presentaban dolor en el pecho pero no tenían antecedentes de patología cardiaca.

En la investigación se tuvieron en cuenta la edad, sexo, y síntomas de los pacientes, así como factores de riesgo adicionales –hipertensión arterial, diabetes, consumo de tabaco, niveles de lípidos elevados…–, y se añadió, además, el cálculo del calcio coronario (que se emplea para detectar si existe enfermedad arterial coronaria y el posible riesgo de que se produzca).

Los autores del estudio señalan que su modelo es más fiable y preciso en comparación con el Duke Clinical Score -que es el que se recomienda habitualmente-, ya que éste sobrestima las probabilidades de patología coronaria; y añaden que ofrece otras ventajas adicionales como no precisar lecturas de electrocardiograma del corazón en reposo, y la posibilidad de integrarse en los registros electrónicos de los pacientes o en aplicaciones móviles.

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Actualizado: 1 de agosto de 2017

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