Tipos de tendinitis

Trabajador afectado por tendinitis de la mano y muñeca.
Osteópata, quiromasajista deportivo y técnico superior deportivo
Actualizado: 25 de abril de 2025
Las tendinopatías son cada vez más habituales entre la población. Según la zona del cuerpo afectada podemos hablar de varios tipos de tendinitis, cada una con una características y síntomas concretos:
Tendinitis del hombro (manguito rotador y bíceps)
Todo empieza con un pequeño gesto: colocarte la chaqueta, peinarte o alcanzar la taza del desayuno en la estantería. De pronto, algo chirría en el hombro. En esta zona, los protagonistas del drama suelen ser los tendones del manguito rotador, en especial el supraespinoso, y el del bíceps largo. Su tarea es compleja —estabilizar y mover el brazo en múltiples direcciones— y cuando se ven sobrecargados, responden con dolor al elevar, rotar o simplemente intentar dormir sobre ese lado. Es unas de las quejas de dolor muscular más frecuente en adultos a partir de los 40 años. Se produce por envejecimiento de los tejidos, y es un tipo de tendinitis degenerativa, con debilitación del tendón y posibilidad de lesionarse.

Además, este tipo de tendinitis también ocurre en personas que practican béisbol, tenis, escalada, natación, que entrenan la fuerza o que trabajan en áreas que obligan a levantar el brazo. Pero también quienes pasan años sin fortalecer la musculatura del hombro, porque los tendones envejecen y se vuelven más frágiles. El dolor se siente adelante y se agrava al intentar levantar el brazo sobre la cabeza, con el codo flexionado y sin movimiento del hombro. El dolor también aparece a la palpación y no existen signos radiográficos. Muchas veces empeora por la noche. Dormir se convierte en un suplicio… y vestirse, en un deporte de riesgo.
En las personas adultas suele producirse tendinitis del hombro por calcificación (depósitos en el tendón de cristales de calcio) en el 3% de los casos. En estos pacientes puede haber ausencia de dolor.
Tendinitis del codo o epicondilitis
Al igual que en el hombro, los tendones del codo pueden inflamarse y degenerar. Generalmente es causada por traumatismos locales y la actividad excesiva, que se producen antes de la degeneración por envejecimiento de los tejidos.
El ejemplo mas clásico de la tendinitis del codo es el “codo del tenista” (epicondilitis lateral), aunque esta afección no está en absoluto limitada a las personas que practican este deporte, sino que es una secuela de un traumatismo local, o de cualquier actividad repetitiva que utilice los músculos del antebrazo. Afecta a los tendones que se insertan en la parte externa del codo y que participan en la extensión de la muñeca y los dedos.
La mayoría de los pacientes se lesionan cuando realizan esfuerzos tales como ciertas labores de jardinería, llevar maletas o portafolios, y usar dispositivos como un destornillador. Se caracteriza por dolor en el lateral del codo que se irradia al antebrazo. El dolor aparece en la cara externa o interna del codo y puede irradiarse hacia el antebrazo, y aumenta con la actividad de los músculos del brazo, como la flexión de la muñeca, tanto para coger un objeto como al ofrecer resistencia. Apretar una botella, abrir una puerta o incluso dar la mano puede resultar incómodo. Es esa típica lesión que se cuela en tu vida sin hacer mucho ruido… y que cuesta desalojar.

Otro ejemplo es el “codo del golfista” (epitrocleitis); es comparable con la lesión descrita anteriormente aunque afecta a otra parte del codo, en concreto a los tendones flexores, del lado interno. Sus síntomas y signos son similares.
Una lesión no tan frecuente como las anteriores, bastante específica de escaladores, es la conocida como “codo del escalador”; aparece dolor profundo en la cara anterior del codo (en la parte interna del brazo), difícil de palpar. Corresponde a la inserción del músculo braquial.
Tendinitis de la mano y muñeca
La tendinitis en la muñeca generalmente ocurre por sobrecarga de trabajo de las manos, por ejemplo forzando la postura de las mismas al mecanografiar, coger objetos o niños, estrujar ropa, con el uso continuo del ratón del ordenador, el uso de la micro-pipeta en el caso de los investigadores, etcétera. Dependiendo del tipo de trabajo afecta a un tendón u otro, tanto de la muñeca, como de los dedos de la mano.
Un trastorno común es la tendinitis del dedo pulgar (tenosinovitis de De Quervain); el resultado es dolor en la zona de la muñeca, que se irradia al antebrazo y al pulgar. Aumenta a medida que pasan los días, empeorando por la noche. El movimiento de la mano se bloquea, de manera que el dolor no permite realizar ni el tipo de trabajo que provocó la tendinitis, ni cualquier otro movimiento de la mano, con el agravante de la pérdida de fuerza. El síndrome de Quervain afecta sobre todo a jugadores de tenis o golf, o aquellos que practican remo. Pero también es muy común en madres recientes (por levantar al bebé en malas posturas), trabajadores manuales o adictos al móvil.

El dolor se concentra en la base del pulgar y en la muñeca del lado del pulgar, y se intensifica al agarrar objetos o hacer movimientos repetitivos con la mano. Una prueba clásica: esconder el pulgar dentro del puño y mover la muñeca hacia el meñique. Si duele, probablemente estés ante esta tendinitis.
En el deporte de escalada, se produce frecuentemente tendinitis de los flexores de los dedos de la mano, que puede afectar a uno o varios dedos. Existe dolor en la cara palmar de los dedos, que se puede extender hasta un poco por encima de la muñeca. El movimiento de cerrar la mano resulta doloroso, pero lo es más todavía la apertura de la mano.
Tendinitis del talón
Ningún tendón carga tanto con la épica como el de Aquiles. El tendón de Aquiles conecta los músculos de la pantorrilla con el talón y soporta fuerzas enormes al correr o saltar. Por eso, no sorprende que su tendinitis sea una de las más frecuentes en corredores, trail runners, jugadores de baloncesto o personas que aumentan su actividad de golpe. El dolor aparece en la parte trasera del tobillo, a menudo con rigidez matutina, y puede convertirse en un problema crónico si no se trata con un buen plan de carga progresiva.

En personas adultas o ancianos este tipo de tendinitis es causada por la artritis. El dolor se siente al caminar y al ponerse de puntillas. Es muy importante la inmovilización del talón en este tipo de tendinitis, por la alta probabilidad de ruptura del mismo, debido a la presión que soporta el tendón.
Tendinitis de rodilla o rotuliana
Si has oído hablar de la rodilla del saltador, estás pensando en la tendinitis rotuliana, una lesión típica en deportes con saltos, como el baloncesto, el vóley o el crossfit. El tendón que une la rótula con la tibia se inflama por impactos repetitivos, mala técnica o falta de fuerza en el cuádriceps. ¿Resultado? Dolor justo por debajo de la rótula, que aparece al correr, saltar o bajar escaleras… y que muchas veces no mejora con el reposo.

También está la tendinitis del tendón cuadricipital, justo encima de la rótula, y que puede aparecer en atletas o personas que hacen sentadillas o extensiones de pierna de forma excesiva. Ambas son lesiones que castigan la paciencia: se curan con calma, progresión y trabajo bien guiado.
Tendinitis de cadera
No todos los dolores de cadera vienen de la articulación. En muchas personas —sobre todo mujeres deportistas o posmenopáusicas— la protagonista es la tendinopatía del glúteo medio o menor, encargados de estabilizar la pelvis cuando caminamos o corremos. Cuando estos tendones fallan, caminar, subir escaleras o simplemente estar de pie durante un rato puede provocar una molestia sorda y persistente en la parte lateral de la cadera.

Este tipo de tendinitis también se ha vuelto frecuente en corredores, sobre todo si hay un desequilibrio muscular o mala técnica. El dolor puede irradiarse al muslo o a la nalga, y muchas veces se confunde con ciática.
Creado: 4 de agosto de 2010