Mayores al volante

Cuando se llega a una edad avanzada, las capacidades para conducir disminuyen. Si aún así te ves con fuerzas para seguir en la carretera, toma precauciones y utiliza estos consejos para hacerlo con seguridad.

Claves para conducir con seguridad pasados los 65 años

Un hombre mayor al volante de su coche
Al envejecer perdemos agudeza visual y reflejos, por lo que al conducir hay que extremar las precauciones.
Enrique González

Por: Enrique González

Periodista experto en salud y bienestar

Actualizado: 24 de abril de 2023

Por muy bien que nos conservemos, el paso del tiempo es inclemente y, poco a poco, limita nuestras facultades físicas y mentales. Ante esta realidad a la que todos nos resistimos, debemos ser conscientes de nuestras limitaciones a la hora de desempeñar ciertas actividades y, si es necesario, dejar de llevarlas a cabo. Una de ellas es, por mucho que duela, la de conducir.

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Hasta que llegue ese momento puedes seguir disfrutando de la carretera, claro está, pero si eres uno de esos adultos mayores que se pone al volante debes tomar precauciones por tu seguridad y por la de los demás.

Cómo afecta la edad a la capacidad de conducción

Cada vez vivimos más y nuestra salud es más longeva, pero aún así el proceso de envejecimiento deteriora irremediablemente nuestra movilidad, sentidos o capacidad de pensar. Cuando un mayor se enfrenta a la carretera, la merma de sus habilidades al volante se traduce en una menor agudeza visual para ver las señales, disminución de los reflejos cuando hay que realizar una maniobra rápidamente, fallos a la hora de calcular la distancia de parada del vehículo o dificultades para aparcar por tener que mirar hacia atrás.

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A todo esto se suma la aparición de achaques o enfermedades crónicas propias de edades avanzadas, que además requieren una medicación que puede conllevar efectos secundarios adversos para conducir. La hipertensión, las enfermedades reumáticas, las cataratas, la diabetes o los problemas cardiovasculares son algunas de las patologías frecuentes en este grupo de población, cuyo tratamiento o síntomas pueden perjudicar sus habilidades para manejar un vehículo. Así que, si es tu caso, tenlo siempre presente antes de coger el coche.

Una mujer mayor conduce con gesto de preocupación
Si te fallan la vista o el oído es mejor que no conduzcas.

Cuándo dejar de conducir si eres mayor

No existe una edad concreta para dejar de conducir, sin embargo, las autoridades suelen reducir el periodo de validez del permiso de conducción a partir de los 65 años. Es el caso de España, donde la vigencia del carné pasa de diez a cinco años una vez alcanzada esa edad, o el de Argentina, donde se renueva cada tres años a partir de los 65 y anualmente una vez cumplidos los 70.

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Eso no significa que debas dejar de conducir a esa edad si te encuentras bien, ni siquiera que vayas a hacerlo peor que un joven, pero tu salud es un condicionante importante que no debes pasar por alto. De hecho, existen algunos indicadores para determinar cuándo aparcar tu coche para siempre. He aquí algunos de ellos:

  • Te lo dicen los demás: si tu médico o familia te sugieren que dejes de conducir será porque han observado que tienes problemas para hacerlo con seguridad. Escúchales.
  • Dificultades para ver u oír señales: la vista y el oído son los principales sentidos para conducir, por lo que si te fallan, mejor abandona.
  • Te desorientas: perderse con frecuencia o no recordar el trayecto inmediatamente después de haberlo realizado puede deberse a un deterioro de las facultades cognitivas. No te la juegues.
  • Continuos despistes: saltarse las señales de tráfico involuntariamente, girar sin avisar y equivocarse de dirección son algunas de las alertas que indican que debes dejar de conducir por la seguridad de todos.
  • Golpes frecuentes: sufrir choques o rozones habitualmente es un síntoma de que no calculas bien los espacios o de que no circulas adecuadamente.
  • Medicación o enfermedades graves: si tomas algún medicamento contraindicado para conducir o detectas síntomas incipientes de enfermedades graves como alzhéimer, párkinson o demencia, mejor utiliza el transporte público.
Una mujer mayor se revisa la vista en el oculista
Las revisiones oculares periódicas son imprescindibles si conduces un vehículo.

Revisa tu salud si eres un mayor al volante

Dado que no existe una edad que obligue a dejar de conducir, la manera de determinar si una persona es apta para circular con su vehículo es a través de las revisiones médicas. Con ellas se comprueban las condiciones sensoriales, motoras y cognitivas para saber si una persona está capacitada para ponerse al volante.

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Sin embargo, los conductores sólo están obligados a someterse a los chequeos de salud cuando van a renovar la documentación, por lo que pueden pasar varios años entre una exploración y otra. En el caso de las personas de avanzada edad, lo recomendable es que superen este tipo de pruebas al menos una vez al año.

Para que una revisión médica de este tipo sea eficaz debe centrarse como mínimo en tres facetas de la salud del paciente:

  • Los sentidos: a medida que avanza la edad, la vista y el oído de deterioran progresivamente; de hecho son frecuentes patologías como las cataratas o la sordera parcial. El deterioro de la visión se manifiesta a la hora de conducir en complicaciones para distinguir los objetos de la vía y las señales de tráfico, una menor visión periférica, dificultades de adaptación al exceso de luz o una deficiente percepción de la distancia de otros vehículos.

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Por su parte, la pérdida auditiva provoca confusión en lugares muy ruidosos o dificultades para distinguir la procedencia de los sonidos, entre otros.

  • La percepción: la carretera exige un alto grado de concentración y capacidad de reacción ante imprevistos. Sin embargo, tal y como apuntan algunos estudios, el tiempo de respuesta es mucho mayor cuando se trata de conductores entrados en años.
  • Los movimientos y articulaciones: al envejecer, el cuerpo humano reduce su capacidad de movimientos, pierde velocidad al ejecutarlos y desarrolla menos flexibilidad. Esto significa que, cuando nos ponemos a los mandos de un vehículo, tenemos menos agilidad para realizar cambios de dirección o para mirar a los lados. 
Una pareja mayor sonríe en su coche

Consejos para conductores mayores

Abandonar un hábito como desplazarte en tu propio vehículo no es sencillo. No obstante, cuando uno se hace mayor, ha de ser consciente de sus limitaciones físicas y mentales al volante. Tanto si es tu caso como el de alguien conocido, aquí tienes algunos consejos para conductores mayores que harán más seguros sus desplazamientos en carretera:

  • Escucha a tu familia: confía en sus recomendaciones, pues sólo tratan de ayudarte.
  • Realiza desplazamientos cortos, cuyo itinerario conozcas y que sean sencillos.
  • Si realizas trayectos largos, descansa al menos 15 minutos por cada hora de viaje.
  • Conduce durante el día e intenta evitar las condiciones meteorológicas adversas o que impliquen mala visibilidad o terrenos peligrosos.
  • Utiliza elementos que faciliten la conducción, como espejos retrovisores de visión periférica, pomos para mover mejor el volante o dispositivos electrónicos que ayuden a aparcar.
  • Siempre que sea posible, trata de ir acompañado siempre por alguien que haga las veces de copiloto.
  • No lleves a cabo ninguna maniobra arriesgada ni adelantamientos complicados.
  • Sométete al menos a una revisión médica al año.
  • Si cambias de coche, elige un modelo funcional, que te haga sentir cómodo cuando lo conduces y te facilite al máximo el manejo del vehículo.
  • Acude a clases de reciclaje y conducción para personas mayores.

Creado: 15 de abril de 2015

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