Usar e-cigarrillos aumenta el riesgo de fumar de los adolescentes

Los adolescentes que vapean tienen hasta cuatro veces más probabilidades de acabar fumando tabaco tradicional solo un año después de usar e-cigarrillos. Exponerse a su humo de segunda mano también es perjudicial.
Adolescente vapeando con un cigarrillo electrónico
La percepción de los riesgos del cigarrillo electrónico es mucho menor en los jóvenes.

El uso de los e-cigarrillos en Estados Unidos por parte de los adolescentes y jóvenes se ha convertido casi en una cuestión de estado, al incrementarse en un 900% entre 2011 y 2015 su consumo, superando entre estos colectivos a los cigarros o el tabaco de mascar habituales. La situación preocupa a las autoridades, ya que este tipo de cigarros no son inofensivos y, como demuestra un estudio reciente, publicado en febrero en la revista Tobacco Control, su consumo incrementa notablemente las probabilidades de acabar fumando.

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Según los resultados de la nueva investigación, llevada a cabo por científicos de la Universidad de Michigan con 347 adolescentes que cursaban su último año de instituto, aquellos que utilizaban estos dispositivos electrónicos tenían un año después hasta un 31% de probabilidades de acabar fumando tabaco tradicional. La cifra bajaba hasta el 7% en el caso de aquellos que durante el último año de instituto no usaban e-cigarrillos.

En 4 años se ha incrementado un 900% el consumo de cigarrillos electrónicos entre jóvenes y adolescentes 

El estudio también demostró que vapear, como se conoce al acto de fumar cigarrillos electrónicos, incrementaba las probabilidades de recaer en el tabaco en el caso de los exfumadores. Así, un 63% de los exfumadores que vapeaban en el último año de instituto, volvió a recaer en la adicción al tabaco un año más tarde. El porcentaje descendía hasta el 27% en el caso de los que no los usaban, por lo que también se pone en entredicho el uso de los e-cigarrillos como herramienta para intentar dejar de fumar.

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Riesgos de los e-cigarrillos y el humo de segunda mano

Otro estudio, publicado en la revista Jama Pediatrics, y realizado por expertos de la Oficina de Tabaquismo y Salud de EE.UU., el Centro Nacional para la Prevención de Enfermedades Crónicas y Promoción de la Salud, y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, estimó que uno de cada cuatro estudiantes de secundaria en Estados Unidos había estado expuesto al humo de segunda mano de los e-cigarrillos en el último mes. Estaríamos hablando, por tanto, de 6,5 millones de adolescentes estadounidenses, la gran mayoría de los cuales (4,4 millones) ni siquiera eran fumadores.

Según informaba hace unos meses el portavoz de salud pública del gobierno estadounidense, los humos de segunda mano procedentes de cigarrillos electrónicos son perjudiciales para la salud, debido a las posibles sustancias tóxicas que contienen, entre ellas metales pesados y nicotina, esta última especialmente peligrosa porque puede afectar el desarrollo del cerebro de los adolescentes.

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Debido a los resultados de la investigación, los autores de la misma piden que se regule el uso de los e-cigarrillos en interiores, que se establezcan restricciones de acceso a los menores de determinada edad, y que se lleven a cabo campañas de educación y concienciación que adviertan a los adolescentes sobre el riesgo de los cigarros electrónicos y de la exposición a su humo.

Actualizado: 4 de mayo de 2023

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