Snus, bolsas de nicotina: riesgos del tabaco sin humo

El snus es un tabaco en bolsa de consumo oral que no genera humo, aunque por su contenido en nicotina también supone riesgos para la salud. Popularizado en Suecia, te contamos todo sobre este estimulante prohibido en casi toda Europa.
Mujer joven consumiendo una bolsa de snus
Natalia Castejón

Por: Natalia Castejón

Periodista especializada en vida saludable

Actualizado: 4 de mayo de 2023

Las cifras sobre el tabaco son alarmantes, la Organización Mundial de la Salud (OMS) data en más de 8 millones las personas que mueren cada año como consecuencia del tabaquismo, 7 millones son consumidores directos, pero 1,2 millones son víctimas de la exposición al humo ajeno. Esto se solucionaría dejando de fumar, pero no resulta una tarea tan sencilla, de ahí que los consumidores habituales busquen alternativas para ir reduciendo el consumo, como los cigarrillos electrónicos, el tabaco de mascar, el rapé o el menos conocido snus, popularizado en los últimos años desde Suecia.

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Qué es el snus o bolsas de nicotina

El snus es uno de los tipos existentes de tabaco sin humo, y consiste en una mezcla de tabaco picado con agua y sal que se presenta en unas pequeñas bolsas similares a las de las infusiones, que se colocan en la boca durante unos minutos para obtener mediante la saliva el sabor y la nicotina. Al igual que ocurre con los vapeadores o cigarrillos electrónicos, existen variedades de sabores que se mezclan con el tabaco, como sabores frutales, regaliz, canela, hierbabuena, café y casi todas las opciones que te imagines, aunque esto no debe confundirnos pues no hay que olvidar que sigue teniendo nicotina y otras sustancias químicas nocivas para la salud.

Sus inicios podrían estar en América, pues está relacionado con el rapé, otro tipo de tabaco sin humo que se esnifa y que era usado por las culturas precolombinas como terapia contra el dolor de cabeza y la presión arterial. Este polvo también llegó a España hacia el siglo XVI y se fue expandiendo por otros países, y fue en Suecia donde, importado por la aristocracia francesa, se modificó e implantó hasta crear el snus como se conoce hoy en día. Según nos cuenta José Luis Rabadán Rituerto, médico especialista en adicciones y miembro de la Junta Directiva de UNAD (La Red de Atención a las Adicciones), cuando este tabaco llegó a Suecia hace aproximadamente 200 años “en aquel momento el snus no fue bien recibido, pero en la década de los 60 del siglo pasado empezó a popularizarse, de tal forma que, en la actualidad, son más los hombres suecos que consumen snus (se habla del 22%) que los que fuman cigarrillos (el 5%). En el caso de las mujeres ambos usos son residuales”.

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Es importante recordar que este tipo de tabaco está totalmente prohibido en la Unión Europea, a excepción de Suecia, donde sí se puede comprar y además su consumo es muy popular. Esto es así desde que en 1989 se prohibiesen varios tipos de tabaco de consumo oral, y se ratificase más tarde en 2001 y 2014. Por tanto, no es posible comprarlo en ningún estanco ni tienda de tabaco, pero el riesgo está en que se puede adquirir de forma clandestina pero con relativa facilidad por internet, lo que ha hecho que sea accesible especialmente para el primer consumo de tabaco de jóvenes y adolescentes.

Caja con bolsitas de snus

Cómo se consume el snus

El tabaco snus suele presentarse en una lata de metal en la que están dispuestas las bolsitas de nicotina en forma rectangular, que tienen la peculiaridad de que no se tienen que inhalar para ser consumidas, como ocurre con los cigarrillos convencionales, sino que el snus se podría decir que se obtiene gracias a la infusión con la saliva del tabaco.

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Es decir, las bolsitas se colocan debajo del labio superior, entre los tejidos de la encía y la boca, donde la saliva irá mezclándose con el tabaco, dando un líquido resultante que es el que contiene el sabor y la nicotina. No hace falta ni masticar, ni chupar, ni escupir, sino que simplemente habrá que dejar reposar el snus entre 10 y 60 minutos dependiendo del tamaño y la concentración de nicotina.

Y es que hay diferentes tamaños de las bolsitas, pues también entra en juego las preferencias del consumidor, hay a quién le gusta sentir la bolsita en el labio y hay quien prefiere que pase completamente desapercibido. Además, se puede elegir la cantidad de nicotina que contienen, que se suelen presentar en formatos entre 4 mg/g y 34 mg/g.

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Por otro lado, la humedad que contiene el tabaco puede cambiar su sabor, de ahí que se comercialicen tres tipos de snus: original, white o dry white. El primero tiene una gran cantidad de humedad que hace que se sienta la nicotina al instante, el segundo tiene una humedad media que hará que se vaya segregando moderadamente la nicotina, y por último, el dry white es el más seco de todos y se irá hidratando con la saliva liberando lentamente la sustancia, esto podría alargarse hasta más de dos horas.

“El snus no se fuma, pero también contiene nicotina, que es la sustancia adictiva del tabaco. Esta nicotina actúa sobre los circuitos de recompensa de nuestro cerebro, con lo que aumentan los niveles de dopamina y produce la misma sensación de placer que notan los fumadores de cigarrillos”, nos explica José Luis Rabadán.

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Esta forma de tomarlo hace que la percepción del riesgo que conlleva sea menor, pues no genera humo ni pasa por los pulmones, y además es posible consumirlo en cualquier lugar y momento, sin molestar a los demás ni ser apenas percibido, no obstante, también daña la salud. Antonio Durán, psicólogo y director de la Fundación Hay Salida ha aclarado a Webconsultas que el snus “es tabaco sin fermentar y aromatizado que se coloca en la boca, de esta manera la nicotina llega a la sangre y su consumo se le supone menos dañino”.

Persona rechazando una bolsa de snus

Riesgos del tabaco snus para la salud

Pero, aunque parece que hay evidencia que indica que consumir snus es menos peligroso que inhalar el humo generado por la combustión de los cigarrillos, como indica un estudio publicado en la Harm Reduction Journal, esto no significa que sea seguro, pues puede llegar a resultar incluso más adictivo que el tabaco convencional, pues contiene mayor cantidad de nicotina y se absorbe antes.

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Según la American Cancer Society, el tabaco sin humo –entre el que se encuentra el snus– expone a las personas a unos 30 productos químicos que aumentan el riesgo de desarrollar cáncer, especialmente las nitrosaminas específicas del tabaco. Por ello, este tipo de sustancias se han asociado a problemas de salud como:

  • Cáncer de boca, lengua, mejilla y encía: pues este tabaco para muchos minutos, horas a lo largo del día en la boca, por lo que entra en contacto directo con estos tejidos.
  • Cáncer de esófago: al tragar la saliva que contiene la nicotina y las sustancias nocivas pueden quedarse adheridas en las paredes, fomentando la aparición de tumores.
  • Cáncer de páncreas: así lo indica un estudio dado a conocer en la revista The Lancet, que alerta de que “el uso de snus sueco debe agregarse a la lista de factores de riesgo tentativos para el cáncer de páncreas”.
  • Leucoplasia: consiste en unos parches blancos y gruesos que no reportan dolor y que aparecen en la boca como consecuencia del contacto directo y continuado con el tabaco.
  • Halitosis: el tabaco, ya sea inhalado o tomado como el snus, causa mal aliento y mancha los dientes.
  • Gingivitis: la bolsita del snus en contacto directo con la encía hace que se pueda irritar o destruir incluso su tejido. Esto puede causar gingivitis, hinchazón y enrojecimiento de las encías, retracción de ellas o la pérdida de hueso cercano a los dientes.
  • Caries: el tabaco contiene azúcar por lo que consumirlo y no llevar una buena higiene dental puede acabar provocando la aparición de caries, que pueden derivar incluso en la pérdida de la pieza dental.
  • Diabetes tipo 2: una investigación publicada en el Journal of Internal Medicine, alerta de que el alto consumo de snus es un factor de riesgo a la hora de desarrollar diabetes tipo 2, un riesgo que es muy similar al encontrado en los fumadores de tabaco convencional.
  • Ataque cardiaco y accidente cerebrovascular: así lo refleja un estudio realizado por Rodrigo Córdoba García, que indica que el riesgo relativo de infarto para los usuarios del tabaco sin humo fue del 1,13 y el riesgo relativo de ictus fue de 1,40. Esto significa que existe una asociación entre el consumo de snus y más riesgo de infarto de miocardio e ictus.
  • Más riesgo de parto prematuro y muerte fetal: otro trabajo publicado en Acta Paediatrica reveló que había “un mayor riesgo de varios efectos adversos, especialmente parto prematuro, mortinatalidad y tamaño pequeño para la edad gestacional asociados con el uso de snus materno durante el embarazo”.

Ahora es el momento de que pienses si es buena idea empezar o seguir consumiendo snus, es cierto que muchas personas indican que gracias a este tipo de tabaco sin humo han dejado de fumar o reducido su hábito, pero también hay que tener en cuenta todos los riesgos que conllevan las bolsitas de nicotina y optar por pedir ayuda médica para poder dejar esta adicción tan peligrosa. Recuerda que según la OMS el tabaco mata al 50% de las personas que lo consumen.

Creado: 13 de abril de 2022

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