El niño no habla, ¿tiene un retraso en el lenguaje?

Algunos niños no hablan cuando otros de su edad ya lo hacen. El primer consejo para los padres que ven que sus hijos no siguen el desarrollo del lenguaje al mismo nivel que marcan los estándares es que no se agobien, que no piensen que su hijo tiene un problema grave, y que no transmitan así su inseguridad al pequeño, puesto que éste la percibirá y no se sentirá cómodo para intentar expresarse.

El retraso simple del lenguaje es una patología más común de lo que podríamos imaginarnos, y en ningún caso supone que el niño no vaya a hablar o que tenga algún tipo de problema importante para su desarrollo vital.

Cuando apreciamos que nuestro hijo no sigue el ritmo que siguen los demás en la adquisición progresiva del lenguaje, debemos tener paciencia y seguir estimulándole, puesto que así puede llegar a alcanzar el mismo ritmo que los demás niños.

Si vemos que el crío tarda significativamente más que los demás en conseguir los mismos logros -más o menos medio año de retraso-, es conveniente que acudamos a un experto que nos asesore. Para ello, podemos recurrir a varios profesionales:

• Si está matriculado en un centro de enseñanza con orientador, debemos acudir a él y que éste nos informe de cómo actuar. Además, podrá derivarle al especialista en Audición y Lenguaje del centro (es conveniente a la hora de elegir centro conocer de qué personal se dispone).
• Lo más frecuente es que el niño no esté matriculado en un centro, puesto que estos problemas se dan a edades más tempranas. Por lo tanto, podemos acudir tanto a un logopeda como al pediatra; ambos podrán explicarnos las causas del problema y la solución más adecuada. Sin embargo, es preferible acudir, en primer lugar, al pediatra, puesto que él podrá dar un diagnóstico en el que se incluyan posibles lesiones neurológicas o en los órganos fonatorios; el pediatra será luego quien derive al niño al logopeda con un diagnóstico más certero que el logopeda podrá completar.