Alergia al pescado: síntomas y cómo darle esquinazo

Casi un 14% de la población adulta es alérgica al pescado. Las proteínas que contiene –incluida la histamina– y el anisakis son sus principales desencadenantes. Toma nota de cómo evitar el riesgo de reacción.
Alergia al pescado
Raquel Bernácer

Por: Raquel Bernácer

Dietista-nutricionista especializada en cocina vegetal

Actualizado: 26 de junio de 2024

¿Qué es la alergia al pescado y a qué se debe?

El pescado es un alimento que provoca un gran número de alergias junto con el marisco. Esto es así no sólo por las proteínas que contiene y que son propias de su especie, sino porque también incluye histamina en su composición, una proteína que participa en las reacciones alérgicas y que las hace aparecer.

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El anisakis es una amenaza para el consumo de pescado crudo, tan de moda en los últimos años con la popularización del consumo de sushi entre otros manjares, ya que este parásito también puede desencadenar reacciones alérgicas a quienes consumen algún tipo de pescado crudo que se haya contaminado previamente.

La alergia al pescado es consecuencia de una reacción de hipersensibilidad en el mecanismo inmunológico, que tiene consecuencias y síntomas inmediatos, aunque también pueden aparecer entre la media hora y las dos horas siguientes a la ingesta.

Prevalencia de la alergia al pescado

Las alergias alimentarias suelen comenzar a darse en la infancia, pero pueden aparecer en cualquier momento de la vida. Sin embargo, la alergia al pescado ocupa el puesto número tres en la lista de alimentos que más producen alergias en los niños, después de la leche y el huevo. En el caso de los más pequeños es posible recuperarse antes de los cinco años si se elimina de la dieta el alimento causante de la alergia.

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En España, un 12-14% de la población adulta es alérgica al pescado, según la Asociación Española de Alérgicos a Alimentos y Látex (AEPNAA) y, una vez aparece, suele durar décadas o toda la vida. Al tratarse de una alergia alimentaria, el tratamiento principal se basa en una alimentación exenta de pescado y de otros alimentos que lo puedan contener como ingrediente (sopas, pizzas…).

Salmón

Alérgenos del pescado

Las personas que son alérgicas al pescado suelen estar hipersensibilizadas a un tipo de proteína que es diferente en cada tipo de pescado, pero que pertenece a la misma familia. Es por esta razón por la que hay personas que pueden ser alérgicas a un único tipo de pescado, a varios de ellos o incluso a pescados de familias diferentes.

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En España se consumen grandes cantidades de pescado, pues casi la totalidad del territorio está bañado por el mar o el océano. En cuanto a los pescados que más casos de alergias provocan en este país son la merluza, la pescadilla y el gallo, y los que menos el pez espada, el atún y la caballa.

Suele existir alergia cruzada entre bacalao, abadejo, salmón, trucha, atún, anchoa y caballa, por lo que la persona que es alérgica a uno de estos pescados lo suele ser también a los restantes. Pese a que las personas alérgicas al pescado pueden también serlo a los crustáceos y a los mariscos, no se ha demostrado que exista una reactividad cruzada entre ambos tipos de alimentos o que estén relacionados de alguna forma.

Los pescados más consumidos en España son: raya, cazón, anguila, congrio, sardina, boquerón, salmón, trucha, palometa, jurel, atún blanco y rojo, caballa, pez espada, bacalao, bacaladilla, faneca, merluza, rape, lubina, salmonete, mero, besugo, breca, dorada, dentón, gallo, rodaballo, acedía, lenguado, rubio.

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Sin embargo, también se pueden presentar alergias en derivados del pescado, como, por ejemplo, en el aceite de hígado de bacalao, harinas de pescado o caldos de pescado, pues en su composición llevan parte de la proteína que desencadena la alergia.

Radiografía de pescado contagiado por anisakis

Alergias al pescado y anisakis

Aunque la cuestión del anisakis es muy importante y se merece una sección aparte (leer más sobre la anisakiasis), hay que comentar que este parásito puede ser una de las causas habituales de alergias al consumir pescado, por lo que se recomienda llevar a cabo unas pautas de higiene en la cocina para evitar la infección.

Este conocido parásito se encuentra en pescados crudos o poco cocinados, en salazón, ahumados o marinados, o en escabeche. Este habitante se introduce en el organismo cuando la persona ingiere estos alimentos, causando una reacción alérgica que puede llegar a ser grave, a pesar de que suele pasar desapercibida.

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La sintomatología que se produce en estos casos es similar a la de cualquier reacción alérgica de tipo inmediato: desde urticaria o angioedema (hinchazón) al choque anafiláctico, pasando por cuadros mixtos gastrointestinales y alérgicos. Muchos pacientes pueden confundir los síntomas con otras patologías, por lo que hay que tener en cuenta e informar al médico si se ha comido pescado crudo en los últimos días.

Para evitar la reacción alérgica al anisakis es importante que el pescado esté bien eviscerado y limpio en origen. La congelación por debajo de los -20ºC durante al menos 24hs (aunque algunos expertos hablan de hasta una semana), así como el cocinado por encima de los 60-70ºC en el centro del alimento (durante al menos 5-10 minutos) son dos técnicas que se han mostrado eficaces para destruir las larvas de anisakis y reducir con ello el riesgo de reacciones alérgicas por este parásito.

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Síntomas de sufrir alergia al pescado

La alergia al pescado presenta una sintomatología que suele ser grave y a menudo causa de anafilaxia. Ésta reacción inmunitaria ante el contacto con el alérgeno presente en diferentes tipos de pescado aparece rápidamente, entre la media hora y las dos horas de la ingestión y puede ir desde hinchazón de los labios, prurito o picor en la cavidad bucal, a dificultad para deglutir, urticaria, rinitis, o hasta dolor abdominal, diarrea, ronchas graves, dificultad respiratoria y asma, náuseas y vómitos.

En el caso de la alergia al pescado, no sólo su consumo puede desencadenar síntomas, sino que el contacto e incluso los vapores de cocción pueden provocar reacciones alérgicas en personas muy sensibles. También es frecuente que muchos niños con dermatitis atópica y asma, empeoren su sintomatología al consumir pescado, por lo que conviene mantenerlos vigilados.

En definitiva, y aunque como vemos los síntomas pueden variar en severidad, estos serían los síntomas comunes de la alergia al pescado:

Síntomas cutáneos:

  • Urticaria: aparición de ronchas rojas, elevadas y con picazón en la piel.
  • Eritema: enrojecimiento de la piel.
  • Eccema: parches de piel seca y con picazón.

Síntomas gastrointestinales:

  • Náuseas: sensación de malestar estomacal.
  • Vómitos: expulsión forzada del contenido del estómago por la boca.
  • Diarrea: evacuaciones intestinales líquidas y frecuentes.
  • Dolor abdominal: sensación de dolor o malestar en el abdomen.

Síntomas respiratorios:

  • Congestión nasal: sensación de nariz tapada.
  • Rinorrea: secreción nasal excesiva.
  • Dificultad para respirar: puede incluir sibilancias o sensación de falta de aire.
  • Tos: reflejo involuntario para despejar las vías respiratorias.

Síntomas sistémicos:

Anafilaxia: reacción alérgica severa y potencialmente mortal que puede incluir dificultad respiratoria severa, caída de la presión arterial, y pérdida de consciencia. Requiere atención médica inmediata.

Prick test para detectar alergia al pescado

Prick Test para detectar la alergia a pescados

El diagnóstico de la alergia al pescado lo realiza el alergólogo basándose en la historia clínica y en pruebas como los tests cutáneos (prick test) y análisis de sangre (para detectar anticuerpos específicos IgE). Las pruebas cutáneas se realizan siguiendo una técnica denominada “Prick”, que consisten en poner en contacto con la piel del individuo pequeñas muestras de alérgenos y observando la reacción de la piel a estos. Si el paciente es alérgico a alguna de las sustancias con las que se le ha puesto en contacto, aparecerá una reacción cutánea.

Además, las analíticas sanguíneas muestran también un incremento importante de la inmunoglobulina E (IgE específica), la cual se ve aumentada enormemente durante una reacción alérgica.

Por último, en agunos casos, y siempre bajo estricto control, el médico podría solicitar una prueba de provocación oral. Este es el método más definitivo para diagnosticar una alergia alimentaria. Consiste en consumir cantidades gradualmente crecientes del pescado sospechoso mientras se monitorean tus reacciones. Debido al riesgo de anafilaxia, esta prueba solo se realiza si otras pruebas son inconclusas.

En ocasiones, el médico o alergólogo puede sugerir lo que podría llamar pruebas de diagnóstico diferencial. Así, a veces se recomienda eliminar el pescado de la dieta durante un periodo y luego reintroducirlo bajo supervisión médica para observar cualquier reacción. En paralelo, llevar un registro detallado de todo lo que comes, por ejemplo en un pequeño diario, y los síntomas que experimentas puede ayudar a identificar patrones y posibles desencadenantes.

También es importante identificar si también tienes reacciones a otros tipos de mariscos, ya que puede haber reactividad cruzada entre diferentes especies de pescado y mariscos.

Tratamiento y prevención de la alergia al pescado

Las personas alérgicas a algún pescado lo suelen ser también a la mayoría de los pescados. Por lo tanto, se recomienda que se evite la ingestión de cualquier otro tipo de pescado (tanto blanco como azul), hasta que el especialista no indique lo contrario.

En general, no es necesario evitar otros alimentos de origen marino, como pueden ser los crustáceos (gambas, langostinos, cigalas, etcétera), cefalópodos (calamares, pulpo) o moluscos (mejillones, almejas, caracoles de mar…). Sin embargo, como es muy habitual preparar platos donde todos estos ingredientes están mezclados, es difícil saber cuál de ellos puede haber causado la reacción alérgica, sobre todo cuando se trata de la primera reacción. Por ello es muy importante no tomar ninguno de los alimentos que estaban incluidos en el plato hasta que el alergólogo haya aclarado cuál es el alimento alergénico.

Además, hay que tener en cuenta que las personas alérgicas al pescado pueden desencadenar reacciones alérgicas tras consumir carnes de animales que han sido alimentados con piensos de pescado.

Pienso de pescado
Algunos animales son alimentados con pienso de pescado.

En algunos centros realizan tratamientos de desensibilización al pescado para que los alérgicos a estos alimentos básicos puedan volver a tomarlos sin riesgos. Básicamente, consiste en recurrir a un equipo de expertos que supervisarán la administración del pescado causante de la alergia a dosis muy bajas, que gradualmente se irán incrementando hasta quer el afectado lo tolere sin mayores problemas.

Consejos para alérgicos al pescado

Algunas recomendaciones generales que debe tener en cuenta el alérgico al pescado para reducir el riesgo de una reacción son:

  • El pescado puede formar parte como ingrediente de otros alimentos preparados como pizzas, sopas y cremas, rollitos congelados, animales alimentados con harina de pescado, productos enriquecidos con vitamina A u Omega 3 (procedente de aceite de pescado), paellas, etcétera. También deberá abstener de tomarlos.
  • Evitar los restaurantes donde el pescado y el marisco sea el ingrediente principal, ya que el riesgo de contaminación cruzada es mayor. Por ello es mejor escoger aquellos que no son especialistas en pescado e informar siempre al cocinero para que sea cuidadoso en la preparación del plato.
  • No utilizar aceite donde se haya frito pescado, ni utensilios que han estado en contacto con pescado sin haber sido lavados concienzudamente antes.
  • En personas muy sensibles, evitar estar cerca de cocinas donde se prepare pescado, o en mesas donde se sirva platos con este ingrediente.
  • Para compensar la falta de ácidos grasos omega 3 provenientes del pescado, es importante potenciar el consumo de omega 3 de origen vegetal, presente de forma natural en aceites vegetales como el de soja o lino, margarinas, mayonesas, nueces, soja y derivados, así como alimentos enriquecidos con omega 3 de origen vegetal, conocido también como ácido alfa-linolénico. 

Creado: 3 de enero de 2011

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