La matrona asiste a la mujer en el parto, tanto en la parte técnica como en la vivencial, durante su estancia en la clínica o en el hospital. Acompaña a la mujer y a su pareja de una forma global, es decir, por un lado cuida del bienestar físico materno-fetal y, por otro, atiende la situación emocional intensa por la que atraviesa la futura mamá en el momento del parto.
Funciones de la matrona durante el parto:
- Recibe y realiza el primer reconocimiento a la parturienta para valorar en qué etapa del parto se encuentra.
- Si el parto se ha iniciado, realiza el parte de ingreso hospitalario.
- Acomodará a la futura mamá y la conducirá a su habitación o a una sala de dilatación donde permanecerá durante el trabajo de parto.
- Atenderá a la mujer durante todo el trabajo de parto, controlando las contracciones, el grado de dilatación, el bienestar fetal…, para descartar cualquier complicación.
- Si la mamá ha solicitado anestesia epidural, la matrona es la encargada de avisar al anestesista en el momento oportuno, ya que la epidural debe ponerse a partir de los 2 cm de dilatación.
- Controla el estado del bebé y su latido cardiaco a través de la monitorización fetal, así como la frecuencia y la eficacia de las contracciones uterinas.
- Vigilará el grado de dilatación del periné materno hasta los 10 cm para conducir después a la mujer hasta el paritorio.
- En el paritorio, coincidiendo con el momento del expulsivo, recibe al bebé y lo coloca piel con piel encima de la mamá, sutura los posibles desgarros o la episiotomía, y valora la integridad del periné.
Cuando el bebé ya ha nacido:
- Durante los días de estancia en la clínica o en el hospital, la matrona valora el estado físico de la mamá y de su recién nacido durante las tres primeras horas posteriores al parto. Después recibirán la atención de las enfermeras.
- Favorece el contacto precoz madre e hijo para facilitar la instauración de la lactancia materna.