Ácido fólico durante el embarazo
El ácido fólico es el suplemento vitamínico por excelencia de toda embarazada, ya que previene graves malformaciones congénitas. Te explicamos cuáles son sus efectos y cuándo debes tomarlo.

Qué es el ácido fólico

Alhelí Quintanilla, periodista

Por: Alhelí Quintanilla

Periodista especializada en bienestar, embarazo e infancia

Actualizado: 20 de junio de 2024

Los folatos son un tipo de vitamina B (B9, en concreto) que sólo podemos obtener a través de la dieta o, en su defecto, en suplementos alimenticios, en cuyo caso se denomina ácido fólico o ácido folínico. Esta vitamina es necesaria para el desarrollo normal del cuerpo humano, ya que está involucrada en la producción del material genético (ADN y ARN) y participa en numerosas funciones corporales (como la formación de glóbulos rojos, por ejemplo). Además, los folatos contribuyen a mantener las funciones del tracto intestinal, ayudan a prevenir ciertos tipos de anemia e incluso algunos tipos de cáncer (colon, mamas, etcétera).

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El ácido fólico es sin duda el suplemento vitamínico por excelencia que toda embarazada debe consumir durante la gestación –incluso antes del embarazo–, ya que ayuda a prevenir posibles malformaciones congénitas en el feto. El ácido fólico es la única forma de folato indicada en la prevención de defectos del tubo neural aprobada como medicamento por ser el único folato que ha demostrado su eficacia clínica para disminuir este tipo de alteraciones.

Por el contrario, otras formas de folato, metilfolato, o sus marcas comerciales, no han demostrado eficacia en este contexto.
Ingerir suplementos con 400 microgramos de ácido fólico desde tres meses antes de la concepción y durante el embarazo disminuye eficazmente la incidencia de defectos del tubo neural en todas las mujeres, incluidas aquellas con variantes genéticas (polimorfismos) de la enzima MTHFR. Por eso, la dosis 400 microgramos de Ácido Fólico (y no otras formas de folato) es la universalmente recomendada por organismos internacionales y sociedades científicas en todo el mundo y, en España, por el Ministerio de Sanidad y la SEGO, entre otras.

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Fuentes de ácido fólico

Si quieres saber de dónde puedes obtenerlo toma nota: en los alimentos están presentes en los vegetales de hoja verde (acelgas, espinacas, lechuga, coles de Bruselas, brócoli o espárragos), en las frutas (cítricos en general y plátanos y melones), legumbres, leche, huevos, frutos secos, carne (especialmente hígado y riñones) y cereales integrales.

El ácido fólico y el ácido folínico, más activos que los naturales, se elaboran de forma artificial y se encuentran en forma de suplementos vitamínicos o añadidos a ciertos alimentos (en Estados Unidos se agrega desde 1998 a todos los productos de grano, como la harina, aunque no toda la comunidad médica está de acuerdo con esta medida, que no se ha extendido a Europa).

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Creado: 12 de julio de 2011

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