Dra. Marián García, la Boticaria García

Doctora en Farmacia, bloguera y autora del libro ‘El moco radiactivo y otros desvelos de padres primerizos'
Con su característico sentido del humor, la doctora en Farmacia Marián García, alias Boticaria García, arroja luz sobre los miedos y mitos que condicionan la crianza de aquellos que acaban de convertirse en padres.
Dra. Marián García, la Boticaria García
Uno de los mitos más frecuentes es el del color de los mocos de los niños, el clásico “si son verdes es que el niño necesita antibiótico”. ¡Esto es un grave error!

11/05/2017

La doctora en Farmacia Marián García es tan conocida por su nombre como por su álter ego, ‘Boticaria García’, que da título a un blog que se ha convertido en toda una referencia en información de salud, especialmente entre padres y madres primerizos. Para ellos está especialmente indicado su nuevo libro, ‘El moco radiactivo y otros desvelos de padres primerizos’ (Ed. La esfera de los libros), en el que aborda con rigor pero sin renunciar a su característico sentido del humor muchos de los desvelos, miedos y mitos que condicionan la crianza de aquellos que acaban de convertirse en padres o están a punto de hacerlo. Como ella misma dice, este libro y cada una de las miles de visitas que recibe su blog “son consejos sanitarios” que le está robando al Doctor Google y a todas esas informaciones sin rigor médico que se cuelan en nuestra vida a través de las redes sociales y los grupos de Whatsapp.

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Portada 'El moco radioactivo'

Tu nuevo libro se titula ‘El moco radiactivo y otros desvelos de padres primerizos’. Sabemos que vamos a aprender, pero ya por el título intuimos también que lo vamos a pasar bien. ¿Qué vamos a encontrar en él?

El título es un poco declaración de intenciones para el que vaya buscando un libro edulcorado sobre la maternidad sepa que éste no va por ahí. Lo que van a encontrar los lectores en el libro es algo muy en la línea del blog, divulgación sanitaria en tono de humor, muy directo y muy práctico, en formato pregunta y respuesta. Y además con el aspecto diferencial de que es ilustrado, porque yo quería que fuese un libro bonito. Tiene 70 ilustraciones hechas por Lu Creativo, del que me enamoré por Instagram al ver su trabajo. Sus ilustraciones son también muy irónicas y divertidas, lo que le da al libro un estilo aún más ameno.

Muchos mitos sobre la salud infantil son inofensivos, pero otros son realmente peligrosos, como el de que las vacunas causan autismo

Como farmacéutica que ejerce en una oficina de farmacia te encontrarás a diario con padres recientes (y no tan recientes) agobiados por aspectos relacionados con la salud de sus hijos. Muchas de sus dudas, como dices, las abordas en el libro. ¿Cuáles son las más frecuentes?

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En el libro abordo más de 200 preguntas y te diría que todas ellas son frecuentes (risas). El primer capítulo se llama “Aterrizando: los primeros días en casa” y en él abordo dudas comunes como si el niño tiene que dormir boca arriba o boca abajo o qué hacer con el cordón umbilical, que muchas veces parece un alien con que el que nadie sabe qué hacer. Y luego respecto a las preguntas habituales el capítulo más amplio es el de la alimentación, porque junto a la lactancia materna y el de las vacunas es el tema que más dudas genera. Todo esto ha cambiado mucho en los últimos cuatro o cinco años, así que el libro está actualizado en función de la evidencia y las recomendaciones actuales. También en relación con estas dudas, desmonto mitos habituales y doy trucos de boticaria para los padres. Está todo el libro salpicado de ellos.

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Acláranoslo pues: ¿Tiene que dormir el niño boca arriba o boca abajo?

Aunque en otras épocas se recomendó dormir boca abajo, y alguna abuela siga insistiendo en ello, los niños deben dormir boca arriba y esto es algo respaldado por la evidencia. Desde que desde 1994 se lanzó la campaña «Dormir boca arriba», el índice de muerte súbita del lactante ha disminuido un 50 por ciento. ¡Que no es poco!

Salvo que el pediatra recomiende lo contrario, en general no está aconsejado el uso de ningún fármaco para inducir el sueño de los bebés

El sueño, por cierto, también es motivo de desvelos paternos. Y no solo por los despertares continuos de los niños. ¿Es habitual que los padres vayan en búsqueda de soluciones farmacéuticas para que sus hijos concilien el sueño? ¿Son recomendables éstas?

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A grandes problemas, medidas desesperadas… Y no poder dormir durante semanas, o meses, realmente supone un problema para muchos padres. Salvo que el pediatra recomiende lo contrario, en general no está aconsejado el uso de ningún fármaco para inducir el sueño de los bebés. Es muy frecuente que los padres acudan en busca de unas gotitas mágicas, pero, en principio, todas las medidas deben ir encaminadas a instaurar hábitos y rutinas de sueño. Establecer turnos nocturnos acaba siendo algo habitual en muchas parejas. ¡Pero tranquilos, de todo se sale!

Supongo que otra duda habitual como farmacéutica será si Apiretal o Dalsy: ¿Hay alguno de los dos más recomendables o cada uno tiene una función específica?

Es importante diferenciar su mecanismo de acción. El ibuprofeno (Dalsy) además de antipirético y analgésico, como el paracetamol (Apiretal), también es antiinflamatorio. Por tanto, el ibuprofeno puede ser más útil ante golpes con inflamación y grandes chichones, mientras que para procesos febriles suele utilizarse paracetamol. También es importante tener en cuenta que el ibuprofeno no está indicado en niños menores de tres meses.

El Dalsy puede ser más útil ante golpes con inflamación y grandes chichones, mientras que para procesos febriles suele utilizarse Apiretal

¿Y cuál ha sido la consulta más sorprendente o cómica que te hayan preguntado nunca?

Quizás fue la consulta de una mamá que tenía a su bebé de color naranja. Al principio pensamos que podría ser ictericia, pero resulta que la mujer había leído que era bueno que los bebés tomasen zumos de naranja con zanahoria y le estaba dando a su hijo biberones de ellos. Y te hablo de un bebé pequeñísimo. Y claro, lo que le pasaba es que la zanahoria tiene pigmentos y el niño, con la intoxicación que tenía, se había puesto naranja. Fue sorprendente y un poco durillo. Luego preguntas tontas escuchamos todos los días, como que te pregunten por el color del termómetro del baño para que pegue con los azulejos. Pero la respuesta a eso no está en el libro, ¿eh? Eso entra dentro del surrealismo.

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Mitos en la crianza

Hablabas antes de los mitos habituales en la crianza. ¿Cuáles dirías que son los más repetidos?

Uno de los mitos más frecuentes es el del color de los mocos de los niños, el clásico “si son verdes es que el niño necesita antibiótico”. ¡Esto es un grave error! Muchos mitos son inofensivos, como poner una cebolla abierta en la mesita de la noche para calmar la tos (salvo la peste a hamburguesería que tiene el dormitorio la mañana siguiente). Otros son realmente peligrosos, como el extendido mito de que las vacunas causan autismo. En el libro explico la razón por la que se extendió este mito como la pólvora y cómo, pese a estar aclarado el error, aún sigue presente.

Es un mito importante que la lactancia sea incompatible con todos los medicamentos. Hay muchos que no se excretan a la leche materna y es importante que los profesionales sanitarios informemos bien al respecto

Siempre tengo la sensación de que la lactancia materna es una de las facetas de la maternidad que más cargada de mitos está. ¿Crees que es así? ¿Cuáles son los más comunes en este sentido?

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Sin duda es uno de los temas que más preocupan y quizá por ello hay un montón de mitos alrededor. Algunos de los más arraigados son “si tomas cerveza producirás más leche” o “con ese pecho tan pequeño no puedes amamantar”. Realmente no hay ningún remedio casero que aumente la producción de leche (excepto estimular mecánicamente el pezón) y el tamaño del pecho se debe al acúmulo de grasa, pero no al tamaño de los conductos galactóforos. También es un mito importante que la lactancia sea incompatible con todos los medicamentos. Hay muchos que no se excretan a la leche materna y es importante que los profesionales sanitarios informemos bien al respecto, ya que una mala información a este respecto puede ser causa de abandono de la lactancia materna.

¿Y por qué consideras que sigue costando tanto romper con esos mitos?

Cuesta romper con los mitos por varios motivos. En primer lugar por miedo. Si alguna vez hemos creído que algo es peligroso, nos cuesta pensar que ya no lo es. Y también porque lamentablemente nos gusta mucho creer en la magia: es bonito pensar que tomando una infusión aumentaremos la producción de leche.

Los profesionales sanitarios tenemos hoy en día el reto de trabajar con los pacientes más informados de la historia

Te hacía la anterior pregunta porque a veces, cuando le explicas a alguien que alguno de esos mitos sobre salud infantil no es cierto, te mira con cara de sospechoso. ¿Os pasa lo mismo a los profesionales sanitarios?

El paciente en general confía en el criterio de los profesionales sanitarios. El problema es que cuando viene a la farmacia o a las consultas ya ha echado un vistazo previamente a Internet, donde hay mucha información errónea vertida por supuestos expertos en salud. Los profesionales sanitarios tenemos hoy en día el reto de trabajar con los pacientes más informados de la historia.

El poder de la información sobre crianza y paternidad en la red

Boticaria García

Somos los pacientes más informados de la historia pero… ¿Damos los padres demasiada credibilidad a la información que encontramos en Internet sin reparar en la fuente o cada vez menos?

Se le da mucha importancia. Me gustaría decir que no, pero aunque todo el mundo se sabe la teoría y que algunas cosas de Internet no son fiables, cuando has leído algo el mal cuerpo se te queda. Al final aunque sepas que la fuente no es fiable se te queda el gusanillo y hay padres a los que les entra el miedo y otros que se envalentonan y prueban cosas no demasiado recomendables porque lo han visto en la red. Falta mucha educación sanitaria sobre cómo utilizar Internet. En el libro doy claves para saber qué tienes que buscar en una página web para saber si realmente es de fiar o no. Y, por otro lado, doy una serie de páginas webs de fiar en las que poder buscar información creíble. Le dedico un capítulo porque me parece un tema importante el enseñar a la gente cómo y dónde consultar. Poder tener una información rigurosa y que comprendas te puede ayudar a afrontar las cosas con más naturalidad, algo que es bueno para ti como padre, pero también para el bebé. La información siempre es poder.

Poder tener una información rigurosa y que comprendas te puede ayudar a afrontar las cosas con más naturalidad, algo que es bueno para ti como padre, pero también para el bebé

¿Cómo crees que se podría dar esa educación sanitaria en la red de la que hablas para educar a las personas cuando buscan información?

Además de cursos y talleres que deberían impartirse (al igual que se imparten otros cursos de educación sanitaria), creo que todos podemos aportar nuestro granito de arena, desde las oficinas de farmacia y las consultas médicas. Podemos empezar a aconsejar la descarga de aplicaciones móviles, la visita a páginas webs de calidad como referencia para encontrar información sobre salud… Pedir que el paciente no consulte información sobre salud en Internet hoy en día es intentar poner puertas al campo. Tenemos la importante misión de ofrecerle herramientas.

En tu libro, como en tu blog, que son dos buenas fuentes de información, demuestras que se puede divulgar desde el humor. ¿Por qué es importante para llegar a la gente?

Es muy importante, pero hay que utilizar el humor sin banalizar la salud y utilizar un lenguaje cercano sin que sea tan de andar por casa, como el de los foros. Hay que encontrar el equilibrio, pero sí es muy importante el humor. Y no solo en el blog, sino también en el día a día en nuestro trabajo como sanitarios. Con otro blog maternal que tenía antes me di cuenta de que hablando desde el humor llegaba a la gente, así que trasladé ese humor a los temas de salud, sin sentar cátedra, pero combinándolo con el rigor que me da la experiencia, el tener todas las fuentes científicas. La gente valora mucho que sea divertida, pero que todo lo que digo esté avalado por fuentes reconocidas.

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