Colecho, ¿sí o no?
Compartir el dormitorio con el bebé es un hábito polémico que divide a la comunidad médica mundial. Te presentamos los argumentos a favor y en contra del colecho para que decidáis por vosotros mismos.

Argumentos a favor y en contra del colecho

Alhelí Quintanilla, periodista

Por: Alhelí Quintanilla

Periodista especializada en bienestar, embarazo e infancia

Actualizado: 5 de mayo de 2023

Son muchos los expertos y padres que proclaman los beneficios del colecho. Estos son algunos de los argumentos que esgrimen a favor del hábito de dormir junto al bebé:

  • Practicado con las debidas precauciones, el colecho protege del Síndrome de Muerte Súbita del Lactante (SMSL). Aunque existen estudios que corroboran esta tesis (los del antropólogo estadounidense Joseph McKenna son los más famosos), también se han realizado otros que no llegan a las mismas conclusiones, sobre todo porque, para que efectivamente tenga un efecto protector, el colecho debe realizarse cumpliendo una serie de requisitos: que los padres no fumen, que el bebé duerma boca arriba, que tenga suficiente espacio para que ninguno de los dos progenitores lo aplaste, etcétera.
  • Facilita el amamantamiento: el niño toma cuando quiere, sin esperas ni llantos innecesarios y la madre no necesita levantarse.
  • El bebé se siente más seguro y protegido si duerme con sus padres. Su sueño será por tanto más tranquilo y el de sus progenitores también, ya que saben que están a su lado en caso de que tenga frío, esté enfermo, llore, etcétera.
  • Se crea un vínculo especial con el bebé: para los padres que practican el colecho, compartir el sueño con sus hijos no es una carga, sino algo precioso.
Conflicto de pareja

Argumentos en contra del colecho

Al igual que los adeptos al colecho no cesan de pregonar sus bondades y virtudes, en páginas web, libros, charlas, etcétera, también existen padres que no ven con buenos ojos dicha costumbre y que no desean practicarla. Estos suelen ser sus principales argumentos en contra del hábito de dormir junto al bebé:

  • Este hábito puede ser perjudicial para el bebé, ya que existe riesgo de asfixiarlo o aplastarlo, como a veces ha sucedido, y que además puede incluso ser un factor de riesgo del síndrome de la muerte súbita del lactante. De hecho, la Asociación Americana de Pediatría lo desaconseja. En su Guía de sueño seguro para padres, dice que lo mejor es que el bebé duerma junto a la cama de los padres, en la misma habitación, al alcance de la mano. 
  • El colecho enturbia la relación de pareja y la intimidad conyugal. Problemas fácilmente solventables para el pediatra Carlos González, que en su libro Bésame mucho, propone como solución esperar a que el bebé se duerma y dejarlo un rato en su cuna. “El día tiene muchas horas y la casa tiene muchas habitaciones. Si no encuentra usted la manera de tener relaciones sexuales, no le eche la culpa al niño”, razona. 
  • Algunos estudios han encontrado una asociación entre dormir con los padres y diversos problemas de sueño: los niños duermen menos, se despiertan en mayor proporción y tardan más en dormirse. Y es que a muchos progenitores no les importa compartir cama con un bebé pequeño que apenas se mueve, pero que, a medida que crece, da patadas, gatea, respira fuerte…
  • Algunas personas consideran que resulta poco higiénico que un bebé comparta la cama donde duermen dos adultos.

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Creado: 24 de octubre de 2011

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