Al dejar los antidepresivos 1 de cada 3 personas experimenta síntomas

Un estudio presentado el pasado mes de abril ponía de manifiesto que los problemas de salud mental habían aumentado en España y que “hasta el 27% de los españoles reconoce que consume ansiolíticos, somníferos o antidepresivos, al menos, una vez al mes”. El estrés, la ansiedad y la depresión son los trastornos más prevalentes, según este trabajo, y los fármacos se toman para controlar sus síntomas. Sin embargo, pueden tener efectos secundarios indeseados, también cuando dejan de consumirse.

Varios estudios científicos muestran que suspender estos medicamentos puede ser muy problemático, y los médicos a menudo subestiman las dificultades que conlleva. Para conocer lo habituales que pueden ser los síntomas de discontinuación científicos del Charité – Universitätsmedizin Berlin y del Hospital Universitario de Colonia han realizado una revisión sistemática y un metaanálisis que ha revelado que una de cada tres personas afirma experimentar síntomas al dejar el tratamiento con antidepresivos, aunque la mitad de esos síntomas se deben a expectativas negativas (el efecto nocebo).

La definición formal de los antidepresivos indica que no crean hábito y, por lo tanto, no hacen que el organismo necesite dosis cada vez mayores para obtener el mismo efecto como ocurre con las sustancias adictivas ‘verdaderas’. A pesar de ello, muchos pacientes refieren síntomas como mareos, dolor de cabeza o insomnio al dejar de tomar estos medicamentos. Este fenómeno pasó en gran medida desapercibido para los investigadores durante años, pero ahora existen un número relativamente grande de estudios que buscan cuantificar la magnitud de los síntomas de discontinuación.

“Los resultados de estos estudios varían, en algunos casos, ampliamente”, ha declarado el profesor Christopher Baethge, investigador del Departamento de Psiquiatría y Psicoterapia del Hospital Universitario de Colonia y de la Facultad de Medicina de la Universidad de Colonia. “Ha habido una gran discusión, en algunos casos bastante emocional, tanto en la comunidad investigadora como en el público en general, en los últimos años sobre cuán prevalentes y graves son realmente los síntomas de discontinuación”.

Síntomas de discontinuación graves en una de cada 35 personas

Un equipo dirigido por Christopher Baethge y el Dr. Jonathan Henssler, jefe del grupo de investigación en Salud Mental Basada en Evidencia del Departamento de Psiquiatría y Neurociencias de Charité, realizó una revisión sistemática de estudios existentes y los volvió a analizar en un metaanálisis. Se trata del primer estudio de su tipo y de la evaluación más sólida hasta la fecha sobre las consecuencias de dejar el tratamiento con antidepresivos. “Nuestro análisis muestra que, en promedio, una de cada tres personas experimentará síntomas después de dejar el tratamiento con antidepresivos”, dice Henssler. “Sin embargo, solo la mitad de estos síntomas son realmente atribuibles al medicamento en sí”.

Para su artículo, los investigadores revisaron 6.095 estudios, de los que seleccionaron 79 para revisar sus resultados utilizando métodos estadísticos. Al final, analizaron datos sobre alrededor de 21.000 personas que habían recibido un antidepresivo o un placebo y a las que después se preguntó sobre la prevalencia de síntomas de discontinuación. Aproximadamente el 31% de los pacientes tratados con un medicamento activo reportaron síntomas de discontinuación, pero también lo hizo el 17% de aquellos a los que se había suministrado un placebo. Los hallazgos se han publicado en The Lancet Psychiatry.

“Los efectos del medicamento pueden descartarse en el grupo de placebo, lo que significa que los síntomas surgieron por casualidad, independientemente del tratamiento, o son producto del efecto nocebo”, explica Henssler. El efecto nocebo se considera a menudo la imagen especular del efecto placebo. Explica la observación de que los tratamientos inactivos pueden estar asociados con “efectos secundarios”. Estos efectos se desencadenan puramente por la expectativa de que el tratamiento que las personas creen recibir tendrá efectos negativos.

"En la mayoría de los casos, los síntomas son leves, lo que significa que no es necesario un proceso largo o gradual de disminución de dosis (de antidepresivos)"

“Cuando tomamos en cuenta los síntomas no específicos y el efecto de las expectativas, alrededor de una de cada seis o siete personas se ve afectada por síntomas de discontinuación que ocurren como una consecuencia real del medicamento antidepresivo”, resume Henssler. “En la mayoría de los casos, los síntomas son leves. La gran mayoría de los afectados podrán dejar los antidepresivos sin síntomas relevantes. Esto significa que, en la mayoría de los casos, no es necesario un proceso largo o gradual de disminución de dosis”.

El estudio encontró que los síntomas de discontinuación graves son experimentados por una de cada 35 personas, o casi el 3% de los afectados. Estos tipos de síntomas fueron más comunes después de interrumpir el tratamiento con los medicamentos imipramina, paroxetina, venlafaxina y desvenlafaxina. Aún no había suficiente información disponible para que los investigadores evaluaran la situación para varios antidepresivos ampliamente utilizados.

Como señala Baethge, “Es importante que todas las personas que deseen interrumpir el tratamiento con antidepresivos sean monitoreadas y asesoradas por profesionales de la salud y reciban apoyo individual en caso de síntomas de discontinuación. La toma de decisiones conjunta entre el paciente y el médico prescriptor, incluso antes de comenzar un tratamiento, es la base de un buen tratamiento. Esperamos que nuestros datos apoyen a los pacientes y a los profesionales de la salud y ayuden a aliviar parte de la incertidumbre que rodea a estos temas en la actualidad”.

Riesgos de tratar con psicofármacos el malestar humano y cotidiano

En declaraciones a SMC España Eduard Vieta, investigador del Centro de Investigación Biomédica en Red de Salud Mental (CIBERSAM), Jefe de Servicio de Psiquiatría y Psicología del Hospital Clínic de Barcelona y profesor en la Universidad de Barcelona, que no ha participado en el estudio, indica que “se trata de un metaanálisis de alta calidad que examina un fenómeno clínicamente relevante como es la aparición de síntomas de rebote y molestias en el momento de interrumpir un tratamiento con antidepresivos” y “confirma lo que ya conocíamos, es decir, que este es un fenómeno real y que ocurre con cierta frecuencia con algunos fármacos, pero no todos”.

Y añade: “Las implicaciones del estudio son que uno de cada seis pacientes puede presentar síntomas derivados de la interrupción del tratamiento antidepresivo que pueden parecer síntomas de recaída, pero en realidad son causados por dejar de tomar el fármaco de forma más o menos brusca, y que los medicamentos venlafaxina, desvenlafaxina, paroxetina e imipramina son los que se asocian con mayor frecuencia a este fenómeno. Tanto pacientes como psiquiatras deben evitar interrumpir de forma brusca estos fármacos u optar por otros que no se asocian a este problema”.

En opinión de Alberto Ortiz Lobo, Doctor en Medicina y psiquiatra del Hospital de Día Carlos III - Hospital Universitario La Paz (Madrid) “el extraordinario incremento en la prescripción de antidepresivos nos tiene que poner en alerta sobre cómo estamos transformando el malestar humano y cotidiano en una condición médica que tratamos con psicofármacos. Un tratamiento que, lógicamente, provoca efectos adversos durante su consumo, pero también en la retirada, un problema al que apenas se ha dado visibilidad hasta hace unos años”.