Distimia, crónicamente tristes
Todos hemos tenido una mala racha, en la que estamos apáticos y abatidos; pero si este estado se mantiene durante años podemos estar sufriendo un trastorno del estado de ánimo denominado distimia.

Qué es la distimia y cuáles son sus causas

Dr. Juan Moisés de la Serna

Por: Dr. Juan Moisés de la Serna

Doctor en Psicología

José González Sancho

Revisado: José González Sancho

Periodista especializado en salud y bienestar

Actualizado: 20 de mayo de 2024

La mayoría de nosotros hemos tenido en algún momento de nuestras vidas una mala racha, una etapa en la que no tenemos ganas de hacer nada, nos sentimos apáticos y abatidos, cualquier problema nos supera y no levantamos cabeza, pero con el tiempo todo se va solucionando y recuperamos nuestro estado anterior. Sin embargo, si sientes que este estado se mantiene durante años, ojo, porque puedes estar sufriendo un trastorno del estado de ánimo denominado distimia.

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A continuación, se van a responder las principales cuestiones sobre el también llamado trastorno depresivo persistente, una forma de depresión crónica. 

¿Qué es la distimia?

La distimia es un tipo de trastorno del estado de ánimo, donde la persona experimenta síntomas depresivos crónicos, de duración superior al año en el caso de niños y adolescentes, y a dos años en los adultos. Se considera que tiene un inicio temprano si se presenta antes de los 21 años y tardío si es posterior.

Es un trastorno con síntomas leves o moderados y no tiene suficiente intensidad para ser considerado un episodio depresivo, requisito imprescindible para diagnosticar un trastorno depresivo mayor. Sin embargo, aunque estos síntomas pueden ser menos intensos que en la depresión, su persistencia crónica los hace debilitantes.

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La distimia puede interferir con las actividades cotidianas, el trabajo, la escuela y las relaciones interpersonales. Además, las personas con trastorno depresivo persistente a menudo pueden tener otros trastornos mentales, como trastornos de ansiedad, abuso de sustancias o trastornos de la personalidad.

Según el Estudio ESEMeD-España, la distimia es el tercer tipo de trastorno mental más frecuente en la población española, afectando a casi un 1,5% de los ciudadanos cada año. Al contrario que en otros trastornos psicológicos, existen importantes diferencias en cuanto a la distribución en la población por género de la distimia, afectando hasta cinco veces más a las mujeres que a los hombres.

Persona triste

Causas de la distimia

Las causas de la distimia no están todavía suficientemente clarificadas, pero son multifactoriales y pueden incluir una combinación de factores biológicos, psicológicos y sociales. Así, se atribuyen a una alteración de un determinado tipo de neurotransmisor denominado serotonina, responsable de manejar las emociones y los juicios de valor, así como a desequilibrios en otros neurotransmisores como la dopamina y la norepinefrina; aunque también pueden darse algunas alteraciones estructurales en el cerebro.

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Se apunta también a que cambios hormonales, como los que ocurren durante el embarazo, el posparto, la menopausia o problemas de tiroides, pueden desencadenar la distimia.

Igualmente podrían estar en su origen situaciones de estrés continuadas o la vivencia de situaciones traumáticas, como abusos durante la infancia. Así como a factores de personalidad, como el pesimismo extremo, baja autoestima o una actitud autocrítica, que pueden predisponer a una persona a la distimia.

También puede ser más frecuente en familiares de personas que han sufrido este problema. Existe evidencia de que la distimia puede tener una base genética, y las personas con antecedentes familiares de depresión o distimia pueden tener un mayor riesgo de desarrollar la condición.

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Factores sociales implicados en su desarrollo pueden ser desde tener problemas en las relaciones interpersonales, como aislamiento social o la falta de una red de apoyo pueden ser factores contribuyentes. Hasta el hecho de vivir en un ambiente estresante, con problemas económicos, laborales o de vivienda, puede aumentar el riesgo de distimia.

Por otro lado, condiciones médicas crónicas, como la diabetes, enfermedades cardíacas o el cáncer, pueden estar asociadas con la distimia. Incluso algunos medicamentos pueden tener efectos secundarios que contribuyen a la depresión crónica.

La interacción de estos factores puede variar de una persona a otra, y no todas las personas con distimia tienen las mismas causas subyacentes. La evaluación por parte de un profesional de la salud mental es crucial para un diagnóstico y tratamiento adecuados.

Creado: 1 de marzo de 2013

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