Hablar varios idiomas puede retrasar el envejecimiento físico y cognitivo

10/11/2025
El envejecimiento está asociado a limitaciones físicas y cognitivas que puede conducir a una discapacidad importante, y por ello es fundamental identificar factores que retrasen o prevengan la aparición de problemas de salud. Ahora, un nuevo estudio en el que se han analizado datos de más de 86.000 personas residentes en 27 países europeos revela que ser multilingüe podría contribuir a un envejecimiento más saludable.
Investigaciones anteriores ya habían sugerido que hablar más de un idioma puede ayudar a mantener la función cognitiva, pero se basaron en muestras pequeñas de población y medidas indirectas del envejecimiento. El nuevo trabajo, que se ha publicado en Nature Aging, evaluaron encuestas realizadas a 86.149 participantes de entre 51 y 90 años para estimar si el envejecimiento era más rápido o lento de lo esperado en función de su salud y estilo de vida.
Los resultados mostraron que las personas monolingües tenían aproximadamente el doble de probabilidades de experimentar un envejecimiento acelerado, mientras que las personas multilingües tenían, en promedio, la mitad de probabilidades. También observaron que hablar idiomas adicionales contribuía a un retraso en el envejecimiento con el tiempo y encontraron un efecto dosis-respuesta del multilingüismo. Señalaron que el efecto protector del multilingüismo se mantuvo significativo incluso después de ajustar por edad y factores lingüísticos, físicos, sociales y sociopolíticos.
El multilingüismo protege frente al envejecimiento acelerado
Los investigadores crearon un modelo que mide la edad bioconductual, una especie de “reloj de envejecimiento” que combina factores del cuerpo y la mente. Este modelo tiene en cuenta aspectos positivos (como la educación, la capacidad funcional o la buena memoria) y negativos (como la hipertensión, las enfermedades cardíacas o la pérdida de audición y visión). El resultado les permite calcular si una persona está envejeciendo más rápido o más lento de lo esperado para su edad real.
Los principales hallazgos revelaron que las personas monolingües (que solo hablan su lengua materna) tenían más del doble de probabilidades de mostrar signos de envejecimiento acelerado. En cambio, quienes hablaban al menos un idioma adicional eran hasta un 54% menos propensos a envejecer más rápido. Y cuantos más idiomas hablaban, mayor era la protección; es decir, que hablar dos, tres o más lenguas reducía aún más el riesgo de deterioro. Estos resultados se mantuvieron estables tanto en el análisis inicial como al seguir a las mismas personas a lo largo del tiempo. Además, el efecto positivo era acumulativo, ya que aprender y usar más idiomas ofrecía beneficios adicionales.
Los autores explican que usar varios idiomas mantiene el cerebro en forma. Cuando una persona bilingüe o multilingüe habla, su mente tiene que “encender” y “apagar” diferentes sistemas lingüísticos, lo que entrena la atención, la memoria y la flexibilidad mental. Este esfuerzo constante estimula redes cerebrales que normalmente se debilitan con la edad, ayudando a conservar su estructura y funcionamiento. En otras palabras, hablar varios idiomas actúa como una especie de gimnasio cognitivo.
El estudio también tuvo en cuenta otros factores que podrían influir, como el nivel educativo, el entorno social, la contaminación, la igualdad de género o la estabilidad política del país. Sin embargo, incluso después de controlar todas estas variables, el multilingüismo siguió mostrando un efecto protector claro.
El estudio ofrece evidencia sólida de que el cerebro multilingüe envejece más lentamente. Aprender y usar varios idiomas no solo mejora la comunicación, sino que también fortalece la mente, retrasa el deterioro y favorece una vida más activa y saludable en la vejez. Los autores destacan que el aprendizaje de idiomas debería considerarse una estrategia de salud pública, igual que el ejercicio físico o una buena alimentación.
Jon Andoni Duñabeitia, investigador en Ciencia Cognitiva del Lenguaje y catedrático de Psicología en la Universidad de Nebrija, que no ha participado en el estudio, ha señalado en declaraciones a SMC España que “lo más destacable de este estudio es la magnitud y el volumen de datos, con decenas de miles de participantes. La confirmación empírica de que el multilingüismo se comporta como un factor protector comparable a otros hábitos saludables es, sin duda, un resultado de impacto. Además, estos resultados deben entenderse en el contexto global real, donde el monolingüismo no es la norma humana, sino una excepción cultural reciente. En la mayoría del mundo, el uso cotidiano de varias lenguas es natural, y esta diversidad lingüística podría tener un papel aún más importante en la promoción de un envejecimiento saludable”.
“Un aspecto que considerar es que el estudio no demuestra causalidad directa. Es decir, estos resultados no permiten afirmar que hablar varias lenguas retrase directamente el envejecimiento, pero sí que quienes lo hacen parecen envejecer mejor. El siguiente paso natural será entender qué aspectos del uso de múltiples lenguas son los que mayor peso tienen en estos beneficios. La frecuencia de uso de cada lengua, el contexto donde se habla, la tipología lingüística, el modo y el momento de adquirirla, y otras muchas variables críticas pueden jugar papeles moduladores fundamentales. Este nivel de granularidad será clave para transformar la evidencia en políticas educativas y de salud pública que reconozcan el valor del multilingüismo como un recurso de bienestar”, concluye.
Actualizado: 7 de noviembre de 2025










